El ahora exfuncionario municipal, Guillermo Kraisman, fue detenido el domingo 1 de septiembre pasado, acusado de robar productos en un supermercado de la ciudad. La noticia cayó como un balde de agua helada en la gestión peronista de Daniel Passerini.
El delasotista actuó rápido y decidió su apartamiento del cargo. Hasta hace unos días, Kraisman era director general de Promoción de Clubes Sociales y Deportivos, con un sueldo cercano a los 2 millones de pesos. El dirigente peronista, que fue dos veces concejal y funcionario del Concejo Deliberante, recayó en el Palacio 6 de Julio bajo la órbita de Héctor ‘Pichi’ Campana.
En medio del cimbronazo que significó la situación de Kraisman, un asesor opositor lanzó un interrogante picante, que a priori pareció una chicana por una foto incómoda para los protagonistas, pero que a la luz de la memoria cobró sentido. Aunque la observación resultó poco feliz.
Hace tres semanas se realizó el conversatorio “A 30 años de la reforma a la Carta Orgánica”, encabezado por Daniel Passerini. En ese ámbito se debatió la actualización del instrumento institucional a las necesidades actuales. El intendente estuvo flanqueado por los notables que redactaron la carta magna municipal y entre ellos estuvo Kraisman. Sí, el ex funcionario detenido fue convencional constituyente.
…y la ‘guillotina’ de Passerini
“La foto está, el tipo fue convencional constituyente”, señalan allegados al intendente, quienes al mismo tiempo no duda en tomar decisiones fuertes. Funcionario que es denunciado es inmediatamente apartado. Primero, fue el secretario de Movilidad Gabriel Bermúdez y esta semana Guillermo Kraismann. Sin importar la magnitud del episodio, Passerini acciona la palanca.
“Cuando se comente alguna irregularidad o se pone en duda la honorabilidad, no hay que tener miedo”, explican sobre la manera de actuar del mandatario. Sin esto puede ser visto como algo destacable por parte de la ciudadanía, sectores de la política lo ven con preocupación.
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“Se parece a una guillotina el intendente, corta cabezas. No es la manera en que se manejó históricamente el justicialismo”, dijo un dirigente en un café céntrico y rememoró que ni José Manuel de la Sota ni Juan Schiaretti tomaron decisiones tan intempestivas. Más bien todo lo contrario. Otro integrante que se sumó a la mesa, agregó: “hasta (Martín) Llaryora los mantiene hasta que resuelva la justicia”.
“A los militantes se los banca hasta el final, tanto en las buenas como en las malas”, es el “lei motiv” de la política. “Qué pasaría si se generara una duda con algunos de los funcionarios que rodean al intendente: ¿tomará la misma decisión?”, se preguntaron. Desde el passerinismo no dudan: aunque genere malestar interno, la mano dura se mantendrá para casos como los mencionados más arriba. “Es lo que la gente quiere”, dicen.
Torres le pone el cuerpo
En un comentario de pasillo, un asesor le dijo a otro: “Facundo pone el cuerpo en las sesiones calientes”. Quien lo escuchó, asintió. El colaborador del PJ se refirió al accionar de Facundo Torres en la conducción de los plenarios dominados por el fuego cruzado entre oficialistas y los halcones de Juntos por el Cambio.
Según se comenta, al presidente provisorio le toca poner el cuerpo en las sesiones donde el clima ‘se corta con una Gillette’ por los ánimos caldeados y los cruces entre espadas peronistas y los opositores más duros del interbloque opositor.
En la lectura política que se hace, a partir de los movimientos de Hacemos Unidos por Córdoba, se observa que el PJ decidió ubicar a Torres como piloto de tormentas de los plenarios calientes y correr de escena a la vicegobernadora Myrian Prunotto, quien es blanco de críticas de los radicales duros, juecistas y del vecinalista Rodrigo Agrelo.
El presidente provisorio encabezó la sesión de alto voltaje del miércoles pasado, donde JxC y el PJ se cruzaron por la inseguridad y la denuncia de corrupción en la cúpula policial. Torres también presidió el plenario del último ejercicio de la gestión de Juan Schiaretti; la tumultuosa sesión por la declaración de vaciamiento de los SRT, y la del reclamo opositor de renuncia del ministro Martín Gill.
Lousteau cruzó fuerte a De Loredo
La semana que pasó tuvo dardos cruzados entre los exsocios políticos Rodrigo de Loredo, jefe de bloque en la UCR en Diputados y Martín Lousteau, presidente del partido. El cordobés aseguró no sentirse cómodo con algunas posturas de Lousteau,, entre ellas su rol “ultra opositor”.
La respuesta no se hizo esperar y llegó a través de entrevistas en medios porteños. En una de ellas, el presidente del centenario partido aseguró que “De Loredo vota cosas que sabe que están mal por el solo hecho de no votar con el kirchnerismo y tiene miedo a lo que puedan gritarle en la calle”. “En público siempre dice cosas distintas a las que dice en privado”, disparó Lousteau.
La novela de la bondiola llegó a la Unicameral
En medio de la noticia caliente sobre la detención del subjefe de la Policía Alejandro Mercado, la oposición halcón avivó el debate con su embestida por la inseguridad en Córdoba y la corrupción en la cúpula policial en la sesión del miércoles pasado en la Unicameral. En el fuego cruzado a pura tensión, cambiemistas y peronistas se dedicaron duras críticas y pases de facturas. Hubo un áspero cruce entre Nadia Fernández y Miguel Nicolás, y hasta una chicana ocurrente del jefe de la bancada UCR, Matías Gvozdenovich, dirigida al presidente del bloque del PJ, Miguel Siciliano.
En el tramo final de un extenso debate de casi cuatro horas, el referente radical sacó a relucir un par de blíster de bondiola del supermercado Mariano Max que se los ofreció a la espada peronista. “Los pagué, tengo el ticket”, lanzó Gvozdenovich. En su correlato, Siciliano le aceptó el convite y le pidió el comprobante para hacerlo un cuadrito, según se escuchó por lo bajo.
En su chicana, el deloredista apuntó al otro caso de los últimos días que sacudió a la gestión peronista. Se trata de la detención del ahora exfuncionario municipal Guillermo Kraisman, acusado de robar en dicho súper un blíster de bondiola, jamón crudo, un pote de mermelada y una cereza. La foto muestra lo que quedó de la bondiola de la discordia.
¿Parte de la interna libertaria?
A dos dirigentes que intercambiaban opiniones les sorprendió el embate del jefe de bloque de diputados de La Libertad Avanza (LLA), el cordobés Gabriel Bornoroni, contra el accionar del ministro de Seguridad de la provincia, Juan Pablo Quinteros, aliado en la gestión de la titular de la cartera a nivel nacional Patricia Bullrich, aunque también fue un tiro por elevación al gobernador Martín Llaryora.
En su ácido comentario, uno de los dirigentes atribuyó la dura crítica de la espada cordobesa de LLA a la interna libertaria en el gobierno. Bornoroni, quien responde a Karina Milei, apuntó duro contra la inseguridad en la provincia. Tanto Quinteros como Llaryora exhiben buena sintonía con Bullrich.
“Córdoba está muy insegura”, lanzo el libertario y advirtió: “Córdoba se está transformando en Rosario”. A su vez, espetó: ¿Qué está haciendo la casta en Córdoba para resolver este problema? “La Guardia Urbana no está sirviendo para nada”, aseveró y habló de los “curros que hay detrás” de este dispositivo que es una de las claves de la nueva ley de seguridad.
Al marcar claras diferencias de modelos, el mileista demandó que la casta en Córdoba “elimine el gasto público innecesario” y que esos recursos vayan a la seguridad de los cordobeses. Un interlocutor interpretó la avanzada de Bornoroni a que aspira a ser candidato a gobernador.
“Papelón”: la coincidencia tras el pedido de Hairabedian
Algunos lo calificaron de sorpresivo y otros hablaron de insólito el pedido de cese de prisión para Diego Concha, condenado a perpetua por el asesinato con motivo de abuso sexual de Luana Ludueña, para que salga de la cárcel para combatir los incendios forestales porque es el “mayor experto” en el rubro a nivel nacional. Sin embargo, la mayoría coincidió en que se trató de un papelón.
“Suena raro que Concha le haya pedido algo así a Hairabedian, es una boludez. Parece más bien una jugada del propio Carlos, tratando de mostrarse como un estratega en el ocaso de su carrera”, sostuvo un funcionario judicial con muchos años de trayectoria. El abogado de la familia de Luana, Carlos Nayi calificó de insólito el pedido y sostuvo que, de habilitarse un pedido de estas características, “tan ilógico”, cientos o miles de presos con diversos oficios y profesiones podrían concretar pedidos similares.
Enojo en la Legislatura por los votos
Cada votación en la Unicameral genera más de un ruido entre los legisladores de la oposición, molestos con determinados representantes que no son del cordobesismo. Sospechan que especulan y demoran emitir el voto.
“Algunos tienen arreglado votar con el oficialismo, pero tardan. Si ven que el PJ tiene mayoría sin necesidad de sumar un sufragio más se expiden en contra… en caso contrario y como última instancia, lo hacen a favor”, protestaba un dirigente opositor. En ese sentido, dijo escuchar a un representante de la oposición decirle a un oficialista: “¿Qué me dan si voto con ustedes?”. El tema genera resquemor.
A propósito de esto, en Juntos por el Cambio consideran que el libertaro Agustín Spacessi “ya es prácticamente un hombre del justicialismo y siempre es funcional al gobierno”. Y otra voz, opinó: “Ya no tiene nada que ver con el presidente Javier Milei, lo que no es bueno ni malo. Simplemente es así”.