Es abril del 2009 y en su primer mandato como gobernador, Juan Schiaretti le otorga a la Iglesia Evangélica un subsidio de la Provincia por 50 mil pesos en una multitudinaria ceremonia de “Cita con la Vida” en el Orfeo. La presencia es de las pocas que la comunidad permite: únicamente son invitados, por fuera de la iglesia, la primera autoridad de cada Ejecutivo ya sea municipal o provincial. No más.
Casi 10 años más tarde, la inserción de la Iglesia evangélica creció mientras que el catolicismo fue perdiendo fieles al punto que en Latinoamérica hay más evangélicos que católicos. Contexto en el que nuestro país, y Córdoba, no son ajenos. En la provincia hay 350 iglesias evangélicas nucleadas en el Consejo Pastoral, desde allí nacen los vínculos con la clase política y prácticamente no hay distinción de fuerza. Salvo la izquierda, en Córdoba todos los partidos tienen dirigentes que se relacionan con esta comunidad. Desde el PRO al peronismo, pasando por el radicalismo y el vecinalismo tienen contactos semanales que se producen en cada recorrida por los barrios. Ahí, donde dicen, la Iglesia evangélica ganó un terreno que antes ocupaba el Estado, y más atrás en el tiempo, los curas católicos.
En los barrios donde el narcotráfico hizo base existe una especie de código no escrito: “soldadito” que los evangélicos recuperan, “soldadito” que es considerado baja por el narco y desisten de reincorporarlo al delito. Situación que grafica la convivencia territorial.
Entre la militancia y la religión. Todos los políticos que hablan asiduamente con los pastores y sus fieles rechazan que la expansión o el vínculo se deba a un “efecto Bolsonaro”. Aunque sí coinciden que los recientes debates como el que se produjo en el Congreso por el aborto o la ley de educación sexual integrada (ESI) marcaron posiciones que los religiosos observan.
Con una sociedad que es “menos conservadora que Salta pero más que Santa Fe y Rosario”, como graficó una fuente, en Córdoba los evangélicos se movilizaron contra el aborto y la ESI, donde además se difundió un audio del pastor Carlos Belart bajo la consigna “Con mis hijos no te metas” que duró unos días en la vía pública.
El año pasado en la Unicameral se sancionó el Día de las Iglesias Evangélicas, proyecto que impulsó la legisladora macrista Soher El Sukaría. “Mucho de lo que soy se lo debo a los pastores, curas, rabinos e imanes de Argentina y Latinoamérica que se reunían con mi padre en casa”, le dice a PERFIL CORDOBA y agrega: “mi trabajo en el mundo evangélico no comenzó con la política, sino antes”.
En el peronismo, por su parte, una de las fotos más recientes fue la que se registró el año pasado poco antes de las Legislativas de octubre cuando Martín Llaryora, el cabeza de lista de Unión por Córdoba, asistió a una multitudinaria ceremonia de la iglesia Visión de Futuro y se fotografió con el pastor Omar Cabrera Jr, que en la web de su congregación se define como “sembrador y guerrero, maestro y evangelista, pionero de un nuevo rumbo del evangelismo”. Misma página que tiene una pestaña que dice “done hoy” y donde se ofrecen todos los medios de pago.
Llaryora fue uno de los diputados cordobeses que votó en contra del aborto en junio pasado cuando se discutió el proyecto en la Cámara baja del Congreso.
Dentro del PJ, otro de los dirigentes que tiene relación con los evangelistas es Miguel Siciliano, precandidato a intendente y Secretario de Asuntos Institucionales de la provincia. Desde su entorno afirman que es una buena relación por tener dentro de su órbita la Dirección de Culto y que habitualmente lo que se hace es facilitar algunas cosas. “Cuando piden un equipo de sonido se consigue, pero no derivamos fondos”, señalan.
Dentro del radicalismo, el intendente Ramón Mestre en noviembre del año pasado asistió con su familia a un encuentro de la iglesia del pastor Norberto Ruffa, miembro del Comipaz. En la UCR, otro de los que tuvo una visita a un templo evangélico esta semana fue el legislador provincial y precandidato a intendente, Javier Bee Sellares.
Por último, uno de los que pasó esta semana por Córdoba y se reunió en Carlos Paz con pastores evangélicos fue el diputado Alfredo Olmedo, quien desde hace tiempo levanta las banderas religiosas con un mensaje conservador y de mano dura, similar al que utilizó en su campaña electoral el brasilero Jair Bolsonaro. En una encuesta reciente en provincia de Buenos Aires, el salteño está cuarto detrás de CFK, Mauricio Macri y Sergio Massa.
Olmedo tiene como intermediario con Bolsonaro a un pastor evangélico e insiste en repetir que comparte muchas cualidades con el presidente electo de Brasil y confía en ese modelo de discurso y campaña. La clase política y la iglesia evangélica en plena sintonía; y construyendo un vínculo que crece. Para satisfacción de algunos y lamento de otros.