Crimen de Joaquín Sperani en Laboulaye: el principal sospechoso es inimputable
La principal hipótesis que manejan los investigadores es que al adolescente de 14 años lo mató un amigo de 13 años.
Joaquín Sperani tenía 14 años. |
CEDOC
Redacción Perfil Córdoba
El principal sospechoso del crimen de Joaquín Sperani, quien fue encontrado muerto este domingo en una vivienda abandonada de la ciudad de Laboulaye, es “inimputable” ya que tiene 13 años de edad.
El exjuez de menores Alberto Crucella explicó que hay “un abandono de la infancia” y que en este caso “hay dos víctimas”.
“El juez de menores va a investigar si el hecho sucedió, pero va a pasar a un instituto. Pero el menor no va a tener responsabilidad penal”, señaló en declaraciones a Mitre Córdoba.
“Ha pasado el tiempo. Todos nos hemos dado cuenta que los 15 años de hoy, 14 años de hoy, no son los mismos de hace 50 años. Podemos comprender que un chico de 14, 15 años distingue lo bueno de lo malo en el sentido de un delito violento como es matar, robar, violar. Yo creo que sí”, sostuvo el exmagistrado. Y luego agregó: “No va a comprender lo que es una falsedad instrumental”.
Además insistió en que los jóvenes menores de 16 años “son inimputables” y se mostró partidario de modificar la legislación sobre la responsabilidad penal juvenil para ciertos delitos. “Yo digo que a esa edad hay que correrla, por lo menos de los 16 hasta los 14 en estos casos de delitos violentos”.
El caso
Un profundo dolor conmueve a la comunidad de Laboulaye tras el hallazgo sin vida de Joaquín Sperani (14), el adolescente que fue visto con vida por última vez el jueves de la semana pasada cuando vestía el uniforme de su escuela. Un amigo de la víctima quedó demorado sospechado de ser el autor del homicidio, la principal hipótesis de los investigadores.
Este domingo encontraron el cuerpo en una casa abandonada, a 100 metros de la escuela Ipem N°278 “Malvinas Argentinas”, lugar donde entraron la bicicleta de Joaquín. Enrique Carreras, comisario de aquella localidad del departamento Presidente Roque Sáenz Peña, dijo en conferencia de prensa que, según los datos que los investigadores, se trataría de un “crimen”.
Por el hecho quedó demorado un chico de 13 años. Según la declaración del policía, Joaquín y el acusado eran amigos. Incluso manifestó que fue este adolescente el que aportó bastante información en el primer día de búsqueda.
En la rueda de prensa le consultaron Carreras si el chico sospechado entorpeció la investigación, haciéndose pasar como un testigo clave. El comisario respondió que el testigo que tenían “decía una cosa, después otra”. Y agregó: “Las pistas que nos daban los testigos apuntaban para otro lado”.
El sábado a la noche había aparecido el teléfono celular de Joaquín y eso generó expectativa. Lo tenía el amigo que había aportado los primeros datos a la Policía. Estas discordancias provocaron sospechas porque la información que había brindado no se compadecía con la realidad. El adolescente quedó demorado tras el hallazgo del cadáver. Los investigadores secuestraron un elemento que sería compatible con las marcas que encontraron en el cuerpo de la víctima.
