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CóRDOBA
NACIÓN VS. PROVINCIAS

Cumbre de gobernadores en la Rosada: buen diálogo pero sin decisiones de fondo

Llaryora quedó conforme tras la reunión con Posse y Francos, pero mantiene su diferencia con la reposición del Impuesto a las Ganancias. Asegura que lo tienen que pagar los que ganen más de 1,8 millón de pesos.

llaryorarosada10-03-2024
EN CASA ROSADA. Martín Llaryora asistió a la reunión con Posse y Francos. “Hubo buen trato, pero hay que seguir dialogando”, sostuvo. | CEDOC Perfil

Tras la cumbre de los gobernadores con el jefe de Gabinete Nicolás Posse y el ministro del Interior Guillermo Francos, quedaron algunas certezas y muchos enigmas que podrán (o no) resolverse en el futuro inmediato. Es más: la lógica indica que tendrán que resolverse a la brevedad, teniendo en cuenta la gravedad de la coyuntura actual.

Cerca del gobernador Martín Llaryora dijeron que lo fundamental es que cambió el trato, hubo un clima respetuoso y cada participante pudo decir lo suyo y obtuvo la promesa de que el Gobierno nacional se ocupará de los temas planteados.

Una fuente bonaerense indicó sobre el punto: “Veremos qué pasa ahora, porque ya vimos varias películas en las que Francos te decía una cosa y después venía el presidente Javier Milei y lo desmentía. Ojo con eso”.

La Nación sabe que las provincias tienen una bala de plata: las cuasi monedas, lo que puede convertirse en la última salida si el diálogo vuelve a estamparse contra la pared y retorna a fojas cero. Córdoba tiene clara esa situación y la maneja de manera discreta, pero la maneja al fin. El plazo es julio o a más tardar agosto.

Eso, es necesario insistir en la cuestión, sería una jugada casi desesperada y un factor de presión para evitar el ahogo financiero por el que atraviesan todos los distritos. Aunque obviamente no lo reconozcan en público, es materia de diálogo entre los jefes de los ejecutivos provinciales.

Cuando habló frente a sus pares y a los funcionarios de La Libertad Avanza, Llaryora pidió incorporar a la nueva ley de bases un capítulo referido a la ley de biocombustibles, que quedó marginada en este nuevo proyecto, que es bastante más breve y conciso que el anterior. El cordobés quedó satisfecho en otro punto: en el nuevo proyecto del oficialismo no hay ningún artículo referido a las retenciones.

La mayor diferencia entre Nación y Córdoba y otras provincias es la restitución del Impuesto a las Ganancias, a través del cual tributarían los empleados formales que perciben 800 mil pesos o más. Si eso se soluciona, desde el entorno próximo del gobernador aseguran que Córdoba avalará el proyecto de ley de Bases.

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“Es absolutamente injusto que deban soportar ese tributo empleados cuyos ingresos apenas superan la línea de pobreza y por esa razón nuestra propuesta pasa por otro lado: que paguen los que más ganan y con porcentajes que se incrementen a medida que el salario es mayor…De otra forma no sirve”, aseguran en el Centro Cívico.

Fuentes de otras provincias que asistieron a la cumbre en la Casa Rosada tienen un convencimiento: el regreso del impuesto a las ganancias para la llamada categoría 4, que golpea a los asalariados formales, es una exigencia del Fondo Monetario Internacional (FMI) que ayudaría a equilibrar algunas economías provinciales. En total, serían unos seis mil millones de pesos que se repartirían entre todas las provincias, que cobrarían conforme a los porcentajes de coparticipación. Córdoba no está de acuerdo, está claro.

No se dijo nada de otro reclamo cordobés: la Caja de Jubilaciones. Llaryora sostuvo que continuará con su reclamo, que ya tuvo sentencia favorable hace unos años cuando benefició a la provincia ante incumplimientos durante el primer gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, que finalmente pagó la administración de Mauricio Macri.

Decide Milei. Nación, a través del ministro Francos, quedó en elaborar una propuesta que seguramente será consensuada con el ministro de Economía Luis ‘Toto’ Caputo y avalada por el presidente Milei. Es más, trascendió la realización de una reunión reservada del ministro del Interior con el jefe de Estado para hablar de este tema en particular, que traerá más novedades con el transcurso de los días. Es por eso que el optimismo que se percibió en las primeras declaraciones tiene que ver con la buena relación que se dio durante todo el encuentro, aunque algunos de los presentes indicaron que el discurso más duro fue el del gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, quien dijo que a él lo están presionando pero nadie repara en que tiene la provincia “perfectamente ordenada”.

Al hablar con los funcionarios que habitan El Panal, se percibe con claridad que existen más puntos de desencuentros que de comunión con Milei y su equipo y que los desconciertan las contradicciones y las marchas y contramarchas del jefe del Ejecutivo nacional.

Cerca de Llaryora manifiestan que a pesar de los graves problemas financieros, “Córdoba hizo su ajuste y tiene todo muy ordenado”. Esto lo dicen para rechazar que de persistir el ahogo financiero al que lo somete Nación, en tres meses no podrá pagar los salarios de los empleados públicos. Esa posición se escuchó en repetidas ocasiones en los pasillos de la Casa Rosada, según lo indican voceros del oficialismo nacional.

La sede del Pacto, un enigma
La gran duda que persiste en Córdoba es el lugar que elegirá Nación para organizar el Pacto, que se realizará en esta provincia el próximo 25 de mayo. Por ahora no se dan pistas, pero no hay seguridad de que la sede sea la capital provincial, como se especuló en un primer momento. Ahora también se habla de algún punto del interior y entre ellos se menciona a la estancia La Paz, en Ascochinga, que fue residencia de verano de Julio Argentino Roca y que fue frecuentada, entre otros, por Domingo Faustino Sarmiento, Nicolás Avellaneda y Carlos Pellegrini.

Si la sede del encuentro es Capital, se habían mencionado al Teatro San Martín y al Centro de Convenciones, por citar sólo dos escenarios posibles. Hasta ahora, la Casa Rosada no ha dado ninguna participación a la provincia. Y esto no cae bien entre los funcionarios llaryoristas. Más bien todo lo contrario. “Es como si alguien te invita a comer un asado a tu casa y ni siquiera te dice cuántos vienen”, graficó con humor un funcionario llaryorista.