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Armando Pérez

"De la AFA me fui desilusionado"

El dirigente cordobés admitió que no pudo hacer el cambio que esperaba en el fútbol argentino. “No tuvimos la asistencia del gobierno", manifestó.

Armando Pérez
"Yo estoy en todo", dijo Armando Pérez sobre la actualidad de Belgrano. | CEDOC PERFil

Armando Pérez calla más de lo que dice. Sostiene que el fútbol argentino atraviesa por “un momento complicado”, todavía lleno de incertidumbres, que demanda a sus dirigentes más “prudencia” que “revoluciones”. Le gambetea a las polémicas. En su entorno aseguran que no fueron pocos los dolores de cabeza que le causaron las declaraciones que hizo la semana pasada, cuando habló de que en la AFA se seguía haciendo “grondonismo”, en alusión al polémico fallo que determinó la continuidad del partido entre Deportivo Riestra y Comunicaciones, que definió un ascenso de la Primera B Metropolitana a la B Nacional. 

En aquella ocasión, Pérez le apuntó de lleno a Fernando Mitjans, presidente del Tribunal de Disciplina: “Es un señor que tendría que haber renunciado hace rato”, dijo en referencia a las escuchas telefónicas que el año pasado delataron al titular del órgano punitivo consensuando sanciones a futbolistas de Boca Juniors con Daniel Angelici, el mismísimo presidente de la institución xeneize. La referencia no suena casual. Todavía sigue vigente (vence el 2 de septiembre) la sanción que obligó a Belgrano a jugar a puertas cerradas sus cuatro últimos partidos del torneo anterior. Una resolución que, teniendo en cuenta la jurisprudencia del propio Tribunal de Disciplina, se pareció demasiado a un pase de facturas. “¿Sabe qué pasa? Yo toqué todos los intereses”, enfatizó Pérez en un pasaje de su diálogo con PERFIL CORDOBA. 

Hace cuatro meses que el empresario dejó su cargo como máxima autoridad del Comité de Regularización que, bajo la tutela de la Conmebol, la FIFA y el Gobierno Nacional , asumió con el objetivo de “normalizar” el funcionamiento del fútbol argentino. Su mandato arrancó el 21 de julio de 2016 y concluyó el 29 de marzo pasado, con un balance que dejó algunos logros en la columna del haber, un par de disgustos y varios enemigos en la hilera del debe. Y un saldo que él mismo admite como insuficiente. “De la AFA me fui desilusionado, insatisfecho por no haber podido hacer un cambio en el fútbol argentino”, admite el hombre de los cosméticos, quien fue máxima autoridad de Belgrano durante 12 años, primero como gerenciador (2005-2011) y luego como presidente (2011- 2017). “Sinceramente creí que podría lograrlo, sobre todo con la ayuda de la parte política. Pensé que íbamos a contar con una asistencia del gobierno pero la verdad es que no la tuvimos. De hecho, hay estamentos muy cercanos al poder que tuvieron y siguen teniendo mucha influencia en el día a día de nuestro fútbol”, puntualizó.

“Por otro lado, no me di cuenta de que no se puede gobernar sin la asamblea, sin contar con el respaldo de todos los clubes. ¡Imposible! Es como si un presidente quisiera gobernar con los senadores y los diputados en contra. La verdad es que nos pusieron todos los obstáculos y hasta provocaron tres paros. ¡Qué le vamos a hacer! Me tocó lo que me tocó”, enfatizó el ex mandamás afista. 

Más allá de su insatisfacción, Pérez asegura que la gestión que llevó adelante junto a Javier Medín, Carolina Cristinziano y Pablo Toviggino, tiene logros para exhibir: “Al tema de la plata lo ordenamos. Se pagaron las deudas impositivas y emprolijamos las cuentas. Cuando asumí, la AFA como institución no tenía sobrevida, necesitaba recuperar su capital de trabajo, que son los clubes, y en cierto modo lo logramos. Pero quedan muchas cosas por hacer”. 

-“Armando se cortó solo”, ¿le suena? El presidente de Lanús, Nicolás Russo, lo dijo hace unos meses en Córdoba, hablando de su gestión de nueve meses en la AFA.

 -Está bien. Ahora yo digo: ¿Cómo voy a hablar con un señor que no quiere reconocer que su club debe 54 millones de pesos? Daniel Ferreiro, el vicepresidente de Nueva Chicago, es otro: me critica y no pagó nunca los 29 millones de pesos que debe su club, y eso que recibieron dinero. Mientras Lanús adeuda 54 millones de pesos, Atlético de Rafaela se va al descenso con las cuentas en cero. ¡No es justo! Algo parecido sucedió en la B Nacional, donde Argentinos Juniors, uno de los más comprometidos económicamente, subió a Primera División, y Crucero del Norte, que tiene la caja en orden, bajó al Federal A. Me parece que tiene que haber más equidad. La división no tiene que ser Buenos Aires e Interior, o clubes “chicos” y clubes “grandes”. Alguna vez también habrá que distinguir entre cumplidores e incumplidores, pero esa tiene que ser una decisión política. 

Todo pasa. Concluida la etapa de “normalización”, la nueva conducción de la AFA, que tiene como cabeza visible a Claudio “Chiqui” Tapia, se esmeró en borrar cualquier vestigio de la gestión que llevó adelante el Comité de Regularización, y esa tarea empezó con la remoción del seleccionador de mayores Edgardo Bauza y del DT del representtivo Sub 20, Claudio Úbeda. Pérez sonríe con ironía cuando le dicen que “quisieron bajarle el cuadro” de la galería de autoridades afistas: “Y bueno… Están en su derecho. Pero el tema es más general y va más allá de la selección. El asunto es recuperar al fútbol argentino, que las cosas cambien de una vez por todas. Fíjese que hoy los clubes cobran lo mismo que en los últimos tiempos y eso que vendieron el fútbol. Y aún así no se sabe si empiezan los campeonatos, por las deudas que hay con los jugadores”. 

-¿Cómo avizora el futuro del fútbol argentino? 

- Hay que esperar a ver qué se hace. Todavía no está definido lo de la Superliga, que por ahora es un Súper Pancho… Hay cosas que se propusieron y que todavía no se hicieron. En su momento yo pedí a la dirigencia de la FIFA el control de los reglamentos y las últimas decisiones, lo que pasó en la final Deportivo Riestra-Comunicaciones no fue claro. El contexto es muy complicado. Es un momento para ser prudentes. No hacen falta más revoluciones.

El poder al lado del poder. Armando Pérez es director ejecutivo de Belgrano, donde ya ejerció como gerenciador y presidente. “Estoy en todo”, enfatizó. El pasado 29 de abril, justo un mes después de dejar la conducción de la AFA, Armando Pérez concluyó su segundo mandato como presidente de Belgrano y le entregó la posta a Jorge Franceschi, el hombre que él bendijo como su sucesor y que ganó las elecciones con el 81 por ciento de los votos de los socios. Lejos de pasar a cuarteles de invierno, Pérez estrenó ese mismo día el flamante cargo de director ejecutivo del club de Alberdi. 

-¿Más distendido en esa función, Armando? 

-Para nada. Yo estoy en todo. Trabajando todos los días a la par de los muchachos para intentar mejorar el presente del club. 

-Aunque los socios votaron un proyecto y no una campaña, no son pocos los que le achacan haber descuidado la realidad de Belgrano, que durante su “patriada” en la AFA perdió la estabilidad que había logrado en términos deportivos. 

-Son circunstancias. Los cambios se dieron porque se tenían que dar. Ningún entrenador se va de Belgrano porque lo echemos, sino que los ciclos terminan cuando ellos entienden que no pueden superar un problema o cuando la dirigencia baja una línea conceptual y no están dispuestos a seguirla o sienten que no lo puede hacer. (Ricardo) Zielinski se fue por eso. Yo sigo creyendo en los procesos y en la continuidad de los directores técnicos. 

-¿Le tiene fe al equipo que están terminando de armar? 

-Y sí… le tenemos la fe que hay que tenerle. Después habrá que ver lo que sucede adentro de la cancha. Esto es un juego, no la muerte. Lo que pasa es que luego hay circunstancias y un contexto que nos marcan que quizás no sea tan así en nuestro fútbol. 

-¿Belgrano jugará contra Talleres en el Gigante de Alberdi o para ese partido mudará su localía al Kempes? 

-Hay que considerar un montón de cosas y ser razonables. Nosotros estamos invirtiendo y necesitamos dinero. Jugar en el Kempes nos permitiría vender 25 mil entradas, y eso no es poca cosa. De todos modos, todavía no hay una decisión tomada.