“Es preciso padecer el sufrimiento para que éste pase”
Protociencia, disciplina filosófica, hermetismo y charlatanería: puesto que la dubitable transformación originaria del plomo en oro convivió con la elaboración de pociones mágicas, la alquimia existe desacreditada. Otra forma de la alquimia es la de la búsqueda de la piedra filosofal, con la que se esperaba conseguir la vida eterna; no obstante el afán de Isaac Newton, Roger Bacon, Santo Tomás de Aquino y Tycho Brahe, hizo que la estudiaran.
En mi columna de hace 5 meses (https://www.perfil.com/noticias/cordoba/el-hombre-masa-argentinos-a-las-cosas-ortega-i.phtml) destaqué que Ortega y Gasset, hace más de 80 años, -entre elogios-, nos criticó la falta de disciplina interior y exagerada predisposición al énfasis: también Carlos Pagni -el lunes 1 de agosto pasado-, se inspiró en el madrileño para advertir que en esta enésima crisis, los argentinos deben ir “a las cosas”.
Massa alquimista. Si hay un argentino que ha desdeñado el sabio consejo de Ortega es Sergio Massa; está más cerca del hombre “masa” orteguiano. Éste interviene en cualquier cuestión de la vida pública, es un tipo acelerado que no sabe adónde va, un humano que desecha la posibilidad de construirse desde la exigencia y que se refugia en el populismo: claro, los fanatismos ideológicos han pasado de moda y ahora, para asombro general, temerariamente, se ha hecho cargo de la enclenque economía argentina. Estimo que se anima a tomar el timón ya que cuenta con sus “usinas técnicas”, por lo que se debe sentir un alquimista.
En una reciente entrevista el prestigioso politólogo, Andres Malamud sentenció que “debe tomar medidas simples. Massa, en cambio...“repo” o traspaso de títulos al contado con operación futura inversa a plazo: complicado endeudamiento. Una solución simple será subir la tasa de interés.
Pero por el momento, los anuncios del superministro son solo “ejes”. Faltan las medidas. Y es raro que las “generadoras técnicas” no tengan la alquimia hecha. Es por eso que hay una mínima esperanza de que ejecute el duro ajuste, que todos saben que hay que hacer.
Massa ocultista. Es un secreto cuál es el “ideario” massista. Comenzó en la política dentro de la juventud de la UCeDé, un partido de ideología liberal-conservadora; llegó a ser presidente de la Juventud Liberal de Buenos Aires entre 1994 y 1996. A mediados de los años noventa ese partido se fusionó con el Justicialista, en ese momento en su etapa liberal. Hasta ahí, digamos, tuvo una dosis de coherencia, pero luego se plegó al peronismo de moda, se transformó en “populista” que sirvió a los Kirchner hasta 2009, luego los repudió y más tarde los abrazó en 2019. Para la sociedad es un panqueque, no es confiable. El arcano, es, como logró la fe de los Fernández para pasar al poder.
Involucionó del liberalismo al populismo. Recobró la confianza de aquellos que rechazó. Ahora tiene un discurso semi-ortodoxo o semi-liberal. Una transmutación digna de un alquimista.
Gestor de patrimonios financieros y Contador Público
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