El caso que involucra al ya exsecretario de Seguridad, Diego Hak es, sin dudas, el sismo político que abrió la segunda mitad del año. Y es también el aperitivo que eligieron algunos dirigentes de la política cordobesa para entrar en clima de campaña.
La oposición está entonada por una situación que se agravó aún más para los funcionarios provinciales por la polémica con la que fue recibido el flamante secretario del área, Alfonso Mosquera, y una denuncia que, calentita en su despacho, sirvió como pasaporte de entrada en su regreso a los grandes planos de la política.
La denuncia por el millar del faltante de armas en la Policía desató, además, una interna temprana entre la fuerza y Mosquera, cuando 48 horas posteriores a la denuncia el funcionario tuvo que salir a aclarar lo que un día antes el comisario Gustavo Folli había tratado de señalar a los medios. En la central de avenida Colón todos saben que es el número dos de la Policía el encargado de salir a enfrentar a la prensa y dejan a Gustavo Vélez en un segundo plano.
Por ese motivo, que Mosquera haya puesto en dudas su “léxico” es una factura que más temprano que tarde se van a cobrar los de azul. Mucho más aún al considerar lo detallado en este diario la semana pasada acerca de la pésima relación que terminaron teniendo algunos referentes de la Policía con el propio Hak, por aquello de no soportar las órdenes de un civil.
En cuanto al funcionario saliente, las novedades en las últimas semanas fueron pocas y en el Gobierno insisten en que las definiciones llegarán de la Justicia. Poder que, dicho sea de paso y a tono con los festejos de estos 19 años de Unión por Córdoba en el Ejecutivo, no tiene antecedente alguno de haber sido independiente de la pata política.
A los videos, de la misma manera que ocurrió cuando estalló la denuncia, nadie confirma haberlos visto. Es más, mientras hay quienes continúan con la teoría de audios compaginados en un artesanal trabajo de edición; están los que dicen que Roberto Moyano -el apoderado de Rapoza- tiene un ancho de espadas: un video en el que se lo muestra a él, junto con “Coco” Hak y Alfredo “Fredy” Magallanes, el segundo de la secretaría de Seguridad hasta hace 15 días. Versiones, rumores, charlas que se dan en los bares en los que se habla y mucho de política.
Esta semana, también, fue el turno de los cordobeses de Cambiemos y el trabajo en redes sociales con el hashtag #CórdobaSinNarcotráfico. Como suele ocurrir, hubo un aval desde Buenos Aires y se dio 24 horas después que la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, manifestara su preocupación por el caso. Desde la cartera que dirige ella, la semana pasada confirmaron a este medio que estaban al tanto y que sabían de la existencia de material a través de uno de los principales referentes que tiene la alianza, hoy en carrera para elección provincial del año próximo.
Este dato les permite a algunos políticos por fuera del PJ y de Cambiemos, pensar que puede haber material del lugar que complique a algunos integrantes de la coalición. Pero abren la duda sobre si saldrá o no a la luz. Del mismo sector, y en off, respondieron a algunos alfiles del juecismo con un viejo archivo de un diario inexistente, y una entrevista a uno de los responsables de la campaña de Luis Juez a la intendencia en 2003, donde aseguraba que el propio Moyano había confiado en el proyecto del líder del por entonces Frente Nuevo.
Así, oficialismo y oposición están en campaña, casi permanentemente. Mientras, la ciudad sigue sin resolver los problemas estructurales y de servicios esenciales; y en la provincia tenemos a una policía envuelta en un escándalo tras otro. Con los que están, y los que se fueron. La clase política sigue pensando en 2019, con los ciudadanos de testigos y rehenes al mismo tiempo.