“Cambió todo. Acá no se habla de otra cosa y hay que estar atentos a lo que se puede venir”. La frase corresponde a un funcionario de la Provincia de alto rango y coincide con lo que sostienen en el Palacio 6 de Julio, desde donde el viernes al mediodía le confirmaron a PERFIL CORDOBA que había “mucha preocupación”.
El comienzo del año para el PJ tuvo la tensión con la que se cerró el 2019 entre el gobernador Juan Schiaretti y el senador nacional y extitular del partido en la provincia, Carlos Caserio. Los ruidos entre ambos tuvieron su ebullición con el amague de una interna para definir las autoridades de la fuerza que debe renovar esos nombres después de abril.
Sin embargo, la compleja situación económica que vive el país -y la provincia-, sumado a la gravedad por el coronavirus y los contactos que se empezaron a tejer entre Casa Rosada y El Panal, hacen presumir que habrá humo blanco. Que no se llegará a la medición de fuerzas, a pesar de que a mediados de la semana que terminó hubo reuniones en varios despachos oficiales con el punteo de lo que ocurre en cada departamento.
Unidad y miradas de reojo. Después del fuerte aval del ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, y de los gestos del presidente Alberto Fernández al espacio liderado por Caserio, ahora el panorama en Balcarce 50 es otro. “No quieren que haya una interna en medio de todo lo que está pasando. Pero esto tampoco quiere decir que hayan aflojado con ‘el Gringo’”, razonó el viernes un partícipe de la disputa cordobesa.
Lo que más empezó a tallar hasta el momento es una lista de unidad con Schiaretti a la cabeza y las dudas pasan por el cargo de la vicepresidencia. Están aquellos que creen que será una elección entre dos mujeres: Natalia de la Sota o la ministra de Género, Claudia Martínez. En el viguismo, después del efecto Caserio, quieren un aliado; pero la buena relación del gobernador con la legisladora provincial le daría un espaldarazo.
La mujer que no sea elegida irá a un cargo de congresal; luego de que el PJ cordobés volvió a la estructura del partido a nivel nacional.
Como se sabe, Caserio ocuparía un cargo en la lista nacional donde también habría unidad. Y el hombre de ese espacio con el que iniciaron los contactos desde la Provincia es Walter Saieg.
El dirigente de Alta Gracia está cerca de acordar y los contactos los hicieron entre Oscar González y Carlos Massei. De hecho, al margen de la preocupación por el coronavirus, el ministro de Desarrollo Social fue uno de los que dividió agenda entre gestión y cuestiones partidarias; y fue anfitrión de varios intendentes preocupados por fondos y pandemia.
De todas maneras, no todo es diálogo. A falta de caja, el oficialismo provincial se guardó con astucia un as en la manga en caso de que la disputa se concrete. Se trata de cargos vacantes en el organigrama provincial.
“Quedan muchos casilleros todavía vacíos en la orgánica de la Provincia”, confió un armador a este diario.
Una elección, muchas dudas. La otra preocupación del peronismo es la elección en Río Cuarto. El intendente Juan Manuel Llamosas siguió el consejo de los principales despachos del Centro Cívico y fijó fecha para el último domingo de marzo, en lo que será la elección más importante del año.
Sin embargo, con la problemática por el COVID-19 hay sectores que pusieron en duda si deben realizarse o no los comicios.
El principal pedido lo hizo la oposición con Eduardo Scoppa, candidato de Riocuartenses por la Ciudad, ante la Junta Electoral. Luego se sumó el postulante de Juntos por el Cambio, Gabriel Abrile, quien en la semana contó con el respaldo de Patricia Bullrich.
Ahora, el tribunal pidió a los apoderados de los partidos que se expresen y podría definir esta semana qué va a ocurrir.
Ayer, desde este diario se tomó contacto con fuentes del oficialismo municipal y reconocieron que se suspendieron actividades de la campaña como actos, debates y caravanas. Pero aún no se sabe nada de los comicios porque es facultad de la Junta.
“Hay clases, hay gente en los shoppings. Si se suspende, ¿por cuánto? ¿hasta cuándo? Otra posibilidad es votar con recaudos, que no ingresen todos juntos”, afirmaron desde el sur de la provincia. Al tiempo que recordaron que, por el momento, no hay ningún caso confirmado en Río Cuarto.
En la ciudad que tendrá la única elección del año no se sabe cómo se llegará al 29, el peronista Llamosas se debe dividir entre gestión y cuestiones preelectorales, pero las novedades surgen “minuto a minuto”, como dijo un armador del sur.
La política sanitaria, la otra preocupación. En los últimos días de la semana algunos apuntaron a la coordinación que debe existir entre Nación, Provincia y Municipio en medio de una compleja situación como la que despierta el coronavirus.
“El tema no es lo que estás haciendo, es lo que no estás haciendo y por lo que pueden venir los reclamos en una semana y media”, dijo una fuente de la provincia.
El mismo funcionario señaló que en estas cuestiones hay que alinearse -sobre todo porque en esto hay línea directa entre el presidente Alberto Fernández y el gobernador Juan Schiaretti-, pero en El Panal creen que Nación subestimó el coronavirus en el arranque. “Ginés (González García) es un tipo muy respetado por sus pares, pero en esta pifió. Se subestimó”, reconoció un funcionario.
Otra fuente del peronismo apuntó a otra cuestión. “¿Esto a quién expone más? ¿A una gestión que recién llega o a una que gobierna hace más de 20 años y debería tener controlada la cuestión sanitaria?”, se preguntó el dirigente por las diferencias entre Provincia y Municipio.