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Fuera de juego

El fútbol frena el avance de los sindicatos

Tras el desembarco de Amsurrbac y Camioneros, otros gremios intentaron hacer pie en la Liga Cordobesa. La entidad suspendió las afiliaciones hasta nuevo aviso. Luz y Fuerza, uno de los que quedó al costado de la cancha.

Farías y Fittipaldi
Presidentes y sindicalistas. Jorge Farías (Camioneros Córdoba) y Sergio Fittipaldi (Argentino Peñarol). | CEDOC PERFIL

Ni Talleres-Belgrano, ni Instituto-Racing, ni Juniors-Universitario. El clásico más esperado del año en la Liga Cordobesa de Fútbol fue el que protagonizaron el Club Atlético Camioneros Córdoba y Club Atlético Aamsurrbac, y que replicó adentro de la cancha el histórico enfrentamiento que mantienen los sindicalistas Hugo Moyano y Mauricio Saillén.

Los dos clubes comparten algo más que los colores verde y blanco que los identifican. Forman parte de un mismo fenómeno: la expansión territorial y económica de los gremios y la búsqueda de nuevos espacios de poder. 

El tentador combo provocó en los últimos tiempos una avalancha de sondeos  que la entidad de 9 de Julio 660 frenó con una categórica disposición: la suspensión temporal de la recepción de nuevas solicitudes de ingreso. “Sumar nuevas entidades desnaturalizaría el principal objetivo de la institución, que es justamente promocionar la actividad del fútbol en clubes deportivos de manera organizada”, se fijó en la asamblea de fines del año pasado.

Desde la propia Liga Cordobesa –que actualmente cobija a 40 equipos distribuidos en dos categorías- confirmaron que entre los interesados figuraban el gremio de empleados de comercio (Agec), los trabajadores metalúrgicos (Smata) y el Sindicato de Luz y Fuerza, cuya cúpula está siendo investigada por supuesto lavado de activos.

Debut y ascenso

Amsurrbac fue el primero que salió a la cancha. El club de los barrenderos y recolectores nació el 13 de marzo de 2015 luego de un fallido intento del gremio por gerenciar a Unión Florida.

En octubre de 2017 corono su primera temporada en el fútbol local con un ascenso a Primera A, categoría en la que debutó al año siguiente con una destacada actuación que lo llevó hasta el subcampeonato del Torneo Inicial.

El 24 de marzo de 2018 inauguró su estadio propio en barrio Ciudad de Mis Sueños. 

Sus actividades, que incluyen fútbol femenino y hockey, hoy se desarrollan normalmente a pesar de que sus máximas autoridades, el presidente Mauricio Saillén y el vicepresidente Pascual Catrambone, están detenidos en Bouwer acusados de diversos ilícitos vinculados al funcionamiento de la mutual del Sindicato Único de Recolectores de Residuos y Barrido de Córdoba (Surrbac).

“El club no tiene nada que ver con esa investigación”, aseguran algunos allegados. Por el momento, la pelota no se mancha.

¿Iguales o parecidos?

Camioneros Córdoba fue fundado el 11 de marzo de 2017 y un año después hizo su presentación oficial en el torneo de Primera B. Seis meses más tarde se aseguraría un lugar en la máxima divisional.

La entidad, cuya oferta abarca futsal, básquetbol y rugby, tiene su cancha propia en el camino a Alta Gracia y su presidente, Jorge Farías, es vocal de la actual conducción del Sindicato de Camioneros  de Córdoba. 

Fue creado a imagen y semejanza del Club Social y Deportivo Camioneros, la entidad con la que hace 11 años los Moyano hicieron pie en el mundo del fútbol antes de desembarcar en Independiente de Avellaneda.

Ese equipo empezó compitiendo en la Liga de Luján, junto a representativos de UTA, Atilra, Saitsad y Municipales, y hoy participa en el Torneo Federal A. La experiencia se replicó también en Salta, Río Grande y Ushuaia. 

La versión cordobesa de Camioneros –cuya afiliación significó para la Liga un ingreso de 1,5 millón de pesos- estuvo a un paso de clasificar al Torneo Regional Amateur 2020, logro que quedó en manos de Argentino Peñarol. 

Tercero en discordia

Precisamente el club de barrio Argüello es el tercer equipo de la Liga que tiene presencia sindical en su conducción: su titular, Sergio Fittipaldi, es el secretario general del Soelsac (Sindicato de Obreros y Empleados de Empresas de Limpieza, Servicios y Afines de Córdoba).

El líder de los trabajadores de limpieza de los edificios públicos llegó a la presidencia de “la Peña” por el voto de los socios, tras haber oficiado de Mecenas.

Ex integrante de “la Fiel”, la barra brava de Talleres, Fittipaldi reina desde 2015 en “el Trampero”, donde lleva adelante una suerte de privatización. 

El mismo modelo de gestión pusieron en marcha meses atrás los “herederos” del imperio Surrbac, Franco Saillén y Agustín Catrambone, que “refundaron” el tradicional Sportivo Villa El Libertador en un territorio que en términos deportivos monopolizaban los evangélicos de Medea. La intención, a mediano plazo, es sumar al club a la competencia liguera.

Agec, uno de los sindicatos que por ahora se quedó con las ganas de jugar a la pelota, mantiene un estrecho vínculo con Unión San Vicente, que financia gran parte de su fútbol con los 10 mil dólares mensuales que la conducción de Pablo Chacón le paga por el alquiler de su predio deportivo. “El convenio es por 10 años y al club le sirve. Sin la administración del gremio esto sería una ruina o no existiría”, admitió un socio del “naranja”.

“No voy a negar que al principio estaba mal visto el desembarco de los sindicatos, pero ya no es así”, le reconoció a PERFIL CÓRDOBA Alejandro Fernández, el dirigente que el próximo 14 de diciembre sucederá a Emeterio Farías al frente de la Liga.

Más allá de los recelos, los equipos de los sindicatos aseguran buenos ingresos a la “caja” del fútbol local y mucha presencia de público en las canchas, algo que desvela a la directiva.