- Es una faceta tuya tal vez no muy conocida, ¿cómo llegaste a esos ritmos criollos?
- A través del estudio de la música argentina, estudié guitarra, milonga, canto y candombe desde los 18 años. Tuve la suerte de que la vida me cruce con muchachos de mi generación para hacer algo que no se estilaba mucho, lamentablemente; géneros musicales que nos corresponden naturalmente, somos herederos de esa tradición tan hermosa, un tesoro que se vino rajando durante siglos en nuestro país. Lo más sagrado de nuestras tradiciones culturales está en lo musical también.
En el año 2000 no había muchos jóvenes que se dedicaran al estudio de estas músicas. Así que, te repito, la vida me cruzó con muchachos que estaban en la misma que yo y ahí conformamos El Yotivenco. Fue a partir del año 2003 y en el 2010 nos separamos por cinco años y ahora estamos volviendo con todo, ya más maduros y con un formato nuevo: éramos tres guitarras, batería y percusión y ahora nos volcamos a algo puramente criollo con tres guitarras y guitarrón.
- ¿Cómo es el planteo del espectáculo?
- Hacemos un repertorio muy trabajado y depurado, con milongas ciudadanas, camperas, chamarritas y gatos cuyanos. Es un show vertiginoso con virtuosismo guitarrístico. Después pasamos a algo de candombe con tambores. También hay un cuarteto de orquesta. Va a ser completito, un recorrido por toda la música criolla, en tono festivo, con muchas emociones y texturas.
- ¿Te pensás como un actor que se sube al escenario con El Yotivenco o como un músico, a secas?
- Yo soy actor y no lo puedo negar o evitar. Uno tiene recursos interpretativos y la actuación ayuda. Mi canto, la música también influyen en la actuación. No están tan definidos en mi persona. Cada personaje mío tiene una melódica y una rítmica particular, se mueve, camina de una manera distinta. Creo que lo interpretativo de un texto, la hondura o las atmósferas se desatan más allá de lo material -que en este caso sería lo vocal, ese estado mineral de aire y las vibraciones que se mueven en el aire-. Hay algo espiritual que comunica la canción y las poéticas que se desatan que uno como intérprete actoral sabe lo que sucede en un teatro, las emociones a las que tienen que llegar. Eso también ayuda al cantante.
- En ese sentido, ¿cómo viene tu carrera cinematográfica?
- Terminé hace poco una película en España. Se llama Yucatán de Daniel Monzón, un director muy importante de allá, junto a Luis Tosar que es otro de los grandes actores españoles con el que filmé Escenarios de Perdón, muy talentoso, al que quiero mucho. Estará por salir dentro de poco.
- Hablando de cine español, ¿te sorprendió que te nominaran al Goya como revelación por Cien años de perdón luego de tantos años de carrera?
- Bueno, si para los españoles soy una revelación... Pero sí, tengo varios años de carrera encima. Y no, fue una distinción preciosa, que se hayan acordado de mi laburo después de un año entero. Esa película se estrenó en marzo [de 2016] y los Goya fueron en diciembre. Lo veo como una palmada en la espalda, como un premio en sí mismo.
- Te movés en muchos escenarios, hace poco estuviste en Córdoba con El Farmer, volvés con El Yotivenco, terminaste una película, hacés seguido televisión. ¿Cómo te vas amoldando a los diferentes requerimientos? ¿Cómo elegís?
- Cada lenguaje, como bien decís, tiene su particularidad y te pones al servicio de los relatos que va encarnando. Para el cine uno se prepara de una manera muy diferente a la televisión y para el teatro, por supuesto que también. Eso es lo hermoso de esta profesión: la diversidad que tenés a la hora de interpretar y las distintas disciplinas que hay, es maravilloso.
- Recién decías que recorres como algo natural los ritmos criollos, ¿cuánto hay ahí de reivindicación casi antropológica o pasa solo por el gusto?
- No, de antropológico nada porque no son fósiles. Es una materia espiritual muy viva, no son civilizaciones perdidas. Es una cultura que por ahí no tiene una visibilidad en los medios de comunicación porque se impone siempre una industria cultural que nos inhibe de conectar con lo más sagrado de nuestras tradiciones. [El Yotivenco] es una manera de conectar con eso. Al ponernos a su servicio, nos rescatamos a nosotros mismos.
- Hablando de las industrias culturales, ¿cómo ves la situación hoy en Argentina? Muchos de tus colegas estuvieron muy críticos con el del INCAA, por ejemplo.
- Hay muchos proyectos caídos y películas que se filmaron pero no pueden cobrar. Esto último no sale mucho a la luz pero es una realidad, la de técnicos y actores que no cobraron el trabajo realizado porque el INCAA no suelta los créditos. Cosa que antes no pasaba, por ahí había corruptelas y otras cuestiones pero trabajabas y te pagaban. La situación es compleja, es una transición muy dura y difícil. Y bueno, por supuesto que hay mucho descontento, no sólo en el ámbito artístico y cultural. Está pasando a todos lo niveles.
- Hace poco fuiste crítico de la estigmatización mediática de los actores que opinan sobre política, ¿por qué será que nos cuesta tanto pensar a los artistas como ciudadanos o trabajadores?
- No sé, habría que preguntárselo a la gente qué piensa en cada caso en particular. No es algo que pueda responder yo.
- ¿Volvés a hacer tele?
- Hay algo dando vueltas por ahí, nada firme pero estoy en conversaciones.
- Supongo que no me podés contar de qué se trata.
- Todavía no.
- Tenés un vínculo muy profundo con Córdoba, ¿cómo fue esa infancia en Villa Giardino?
- Es de los recuerdos más preciosos que tengo. Siempre fui muy inquieto, vivía en un departamentito en la Ciudad de Buenos Aires y para un pibe como yo era muy difícil. Mi infancia metido en el monte con amigos puede dar para que te hable horas y divagar mucho porque es un tesoro que tengo muy arraigado y guardado. Conectar con todo eso de niño ha formado mi carácter y mi espiritualidad. No es fácil para un chico de ciudad y tuve la hermosa suerte de que mi abuela tuviera esa casita ahí. Las únicas amistades que tengo de mi infancia son las de Giardino.
El Yotivenco. Sábado 26 de agosto a las 21 en Quality Teatro, Avenida Cruz Roja 200. Entradas a la venta por el sistema Ticketek.