Una de las novedades científicas de la semana llegó desde la Provincia de Buenos Aires, donde se avanza en la utilización del plasma de pacientes recuperados como método de tratamiento para pacientes con Covid-19. Funcionarios bonaerenses presentaron los resultados de los primeros estudios a los que calificaron como “muy alentadores”.
La información sobre cualquier tratamiento exitoso es una noticia esperanzadora y es menester avanzar en esas líneas de investigación para salvar vidas y conseguir hacer frente a la pandemia que azota al planeta.
Dicho esto, la lectura que surge de los avances logrados en Buenos Aires es que se dilatarán los tiempos para avanzar en el tratamiento propuesto por el Laboratorio de Hemoderivados de la Universidad Nacional de Córdoba.
En su edición del pasado cinco de abril, PERFIL CORDOBA adelantó en exclusiva que Hemoderivados se encontraba trabajando para desarrollar un tratamiento contra el coronavirus utilizando la sangre de pacientes curados de la enfermedad. El reconocido laboratorio local cuenta con la capacidad de emplear el plasma de los pacientes que hayan desarrollado anticuerpos contra el Covid-19 y transformarlos en una inmunoglobulina enriquecida, que se aplicaría en pacientes con coronavirus. Esa información logró repercusión nacional y el 17 de abril el propio ministro de Salud, Ginés González García anunció la aprobación del “Plan Estratégico para regular el uso del plasma de pacientes recuperados de Covid-19 con fines terapéuticos”. El anuncio se hizo a través de una videoconferencia en la que también participaron el gobernador Juan Schiaretti, el rector de la UNC Hugo Juri, el ministro de Salud provincial, Diego Cardozo y la secretaria de Prevención y Promoción de la Salud, Gabriela Barbás.
Lo cierto es que a partir de allí las novedades que llegaron hacia Hemoderivados no fueron muchas más y la institución se encuentra a la espera del arribo de plasma para empezar a producir, un proceso que en principio llevaría unos 60 días.
Tratamiento. Este medio dialogó con el Dr. Daniel Fontana, coordinador de la Dirección de Sangre y Medicina Transfusional del Ministerio de Salud de la Nación, quien detalló cómo se desarrollan los tratamientos con plasma en el país. El profesional destacó el trabajo que lleva adelante Hemoderivados y calificó como “un orgullo” poder trabajar con el laboratorio de la UNC. Además, contó cómo surgieron los primeros trabajos. “Comencé a armar un equipo de gente muy prestigiosa en marzo, para elaborar un ensayo clínico para corroborar la eficacia del uso de plasma, los beneficios versus los riesgos”, comentó.
Ejes. Fontana explicó que hay tres ejes de trabajo en materia de plasma. Por un lado, la transfusión a pacientes; en segundo lugar, el tratamiento propuesto por Hemoderivados a través de una gamaglobulina enriquecido; y en tercer lugar el uso del plasma como materia indispensable para ensayos de investigación y diagnósticos de Covid-19. El primer eje, el de la transfusión de plasma de pacientes recuperados aplicados a pacientes enfermos, tiene una particularidad en el país: se usa en etapas tempranas, apenas se desarrollan los síntomas recurrentes de la enfermedad y alguna dificultad respiratoria. “Lo utilizamos como única medicación en las primeras 72 horas. Nuestro estudio es evaluar la seguridad y eficacia sin otro tratamiento concurrente”, precisó Fontana. “Decidimos iniciarlo en el AMBA, ya que allí está la mayor cantidad de donantes y también de enfermos”, agregó.
El funcionario adelantó que este lunes se pondrá en marcha una campaña activa en 16 centros de recolección de plasma del interior del país, mediante el procedimiento de la aféresis, para poder reunir nuevos donantes y enviar un primer lote hacia Hemoderivados. Una partida industrial como la que requeriría el Laboratorio en Córdoba para poner en marcha este proceso, implica a unas 250 donaciones, aunque durante este tiempo se adaptaron algunos procesos para poder trabajar con menores volúmenes de plasma.
Fontana comentó además que se está gestionando en la Dirección de Epidemiología acceder al listado de pacientes recuperados, respetando la confidencialidad de los mismos, para desarrollar una estrategia de contacto directo de esos donantes para que donen su plasma y así poder avanzar con los tratamientos que propone la ciencia de todo el país.
