“¿Cómo viene la mano? ¿Qué va a hacer ‘el Gringo’?”, fueron las preguntas que lanzó el ministro del Interior, Eduardo Wado de Pedro, a un par de funcionarios provinciales de peso en uno de los costados de la cancha de básquet del club Estudiantes de Río Cuarto, en medio de los festejos por el triunfo que le dio la reelección a Juan Manuel Llamosas.
La consulta del integrante del gabinete albertista que mejor relación tiene con el gobernador Juan Schiaretti tenía un solo objetivo: saber si el bloque Córdoba Federal que responde al mandatario provincial iba a respaldar al FdT en el recorte de coparticipación a CABA. Y si ese apoyo se iba a traducir en algo más que el quórum en la sesión del comienzo de semana; en Balcarce 50 querían, además, votos.
Contacto en el Imperio. Desde el mismo sábado por la noche, el último previo a la elección de Río Cuarto, se había empezado a barajar la chance de que el presidente Alberto Fernández llegara al Imperio del Sur para sumarse a los festejos de un triunfo peronista.
Con la victoria consumada en la lluviosa jornada riocuartense, la decisión de Casa Rosada de enviar a los dos ministros más políticos del Gabinete -De Pedro y Santiago Cafiero- fue una señal de lo que se venía. Días antes, el proyecto del recorte a Horacio Rodríguez Larreta había llegado a Diputados para ser tratado con urgencia.
“’El Gringo’ no es claro. Necesito saber qué van a hacer”, insistió uno de los foráneos en los festejos de Llamosas. Y ahí empezó la gestión. Un schiarettista paladar negro llamó al gobernador y le pintó el panorama; del lado de Nación, hicieron lo mismo con Alberto F.
En el medio, la garantía desde Casa Rosada de seguir cumpliendo con los fondos por la Caja de Jubilaciones y la promesa de más fondos para distintos programas sociales.
El lunes por la mañana, el propio Schiaretti se encargó de hablar con los cordobeses que estuvieron en la negociación y tanteó el terreno. Pero además de eso, habló también con Rodríguez Larreta para contarle cuál iba a ser la posición de los diputados schiarettistas.
Esto último no cayó bien entre los funcionarios de Nación y Provincia que estuvieron en Río Cuarto; sin embargo, calmó las fieras el enojo que el gobernador le hizo saber al alcalde porteño por haber roto otro acuerdo. “Habíamos quedado que no se metía nadie y el sábado a la noche estaba en todos los celulares de Río Cuarto el saludo de Larreta a (Gabriel) Abrile”, se quejó un peronista.
De todas maneras, a funcionarios cordobeses de segunda línea ese enojo con el alcalde porteño no les alcanzó. “No hay que hablar tanto con los que no tienen la plata. Tenemos un frente complicado en lo económico, todos van y acuerdan allá; mientras nosotros seguimos deshojando la margarita”, reconoció un peronista cordobés a este diario.
Acuerdo y fondos. Concretada la media sanción en Diputados, donde se bajó la suma fija de 24.500 millones de pesos que le iban a sacar a Capital Federal por iniciativa de los schiarettistas y propuso diálogo entre Fernández y Larreta, llegaron los cruces entre JxC -más aún después del tweet de Mauricio Macri- y los peronistas cordobeses.
“Este acuerdo había sido una avivada de él y de Larreta”, declaró Carlos Gutiérrez en la semana en Pulxo PLX 95.1FM; y en la misma sintonía salieron los legisladores provinciales Oscar González y Francisco Fortuna (Punto a Punto 90.7FM), aunque apuntando a los diputados cordobeses de JxC. “No sabía que se habían mudado a Buenos Aires”, dijeron.
Mientras todo eso sucedía, el mismo miércoles Nación empezaba a mostrar los primeros gestos: contacto entre el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo con Schiaretti y Vigo; reunión de Alberto F. con Llamosas en Casa Rosada; y contacto entre los ministerios nacionales de Obras Públicas y Hábitat con intendentes.
Y en varias de esas conversaciones, resaltando desde allá el acuerdo de Río Cuarto en lo electoral y lo del Congreso en lo institucional.
Consenso de cierre. La semana concluyó con la firma del nuevo acuerdo fiscal entre Nación y los gobernadores. Y, como se sabe, Schiaretti no asistió, pero envió al vicegobernador Manuel Calvo.
En Casa Rosada desde muy temprano estaban impacientes con la llegada del cordobés y lo hicieron saber con varios WhatsApp. Una vez rubricado el acuerdo, De Pedro invitó a Calvo a subir en la misma combi con el sanjuanino Sergio Uñac y los tres se trasladaron hasta el almuerzo con el resto de los mandatarios.
Ese gesto, el de Córdoba de asistir al acuerdo, también fue valorado desde Balcarce 50 y hay un marcado entusiasmo en el entorno de Alberto F. para lo que viene. “Nosotros estamos esperando y demostramos diálogo. No hay que apurar las cosas”, bajó los decibeles un funcionario nacional en diálogo con este diario, ratificando un acuerdo que sigue en construcción.