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CóRDOBA
CRIMEN POLICIAL DE BLAS CORREAS

El testimonio de Soledad Laciar corrió el velo de un encubrimiento aun superior

Tras la declaración de la madre del joven asesinado, hicieron fuertes manifestaciones en los medios el excomisario Gonzalo Cumplido y el exministro de Seguridad, Alfonso Mosquera. El viernes, el policía Javier Alarcón confesó que el arma plantada era suya pero que la decisión de arrojarla fue de su compañera.

Soledad Laciar
SOLEDAD LACIAR. La madre de Blas Correas relató diálogos con el excomisario Gonzalo Cumplido. | Cedoc Perfil

Hasta el miércoles pasado, lo que se había verbalizado en el juicio contra 13 policías por el crimen de Valentino Blas Correas y el posterior encubrimiento el 6 de agosto de 2020, rondaba en torno a las responsabilidades penales del grupo que afronta la acusación. Dos están acusados por el homicidio del joven y el resto por acciones de encubrimiento que van desde plantar un arma hasta no informar a los superiores lo que efectivamente había sucedido.

Ese día ante la Cámara 8ª del Crimen, integrada con jurados populares, Soledad Laciar, madre del joven asesinado, continuó brindando su testimonio y se explayó sobre el contenido de una reunión de cinco horas en su casa con el excomisario Gonzalo Cumplido, jefe de la zona sur de Capital en agosto del 2020.

De esa extensa charla, de la que también participaron su actual pareja y Juan, su hijo mayor, se desprende una enorme estructura de complicidades que involucraría a los más altos jefes policiales y al propio ministro de Seguridad, Alfonso Mosquera, quien fue despedido del gabinete horas después de conocido el testimonio de Soledad y retornó a su antiguo cargo de legislador provincial.

El mismo jueves, Cumplido fue entrevistado en dos radios. En Radio Nacional, dijo: “No me voy a suicidar, tengo muchas ganas de vivir”. Y descargó la responsabilidad en Mosquera porque “me arruinó la vida y la carrera”.

Alfonso Mosquera
ALFONSO MOSQUERA. En Canal 12 el jueves pasado. Mostró estadísticas y explicó las instrucciones que recibió de Schiaretti.

Una hora más tarde, el exministro se sentó junto al panel de periodistas de Telenoche, uno de los noticieros de mayor rating de la televisión cordobesa –algo que llamó la atención por lo excepcional de la puesta– y realizó un balance de gestión mostrando sus logros. A la hora de referirse al caso Blas Correas, minimizó los dichos de Cumplido y mostró mensajes de WhattsApp enviados a la familia del joven. En ningún momento realizó autocrítica. Definió al homicidio como “un crimen atroz”.

Dijo que recibió tres instrucciones del gobernador Juan Schiaretti: que se contactara con la familia, que se pusiera a disposición del fiscal José Mana y que se abrieran las puertas de la Policía para que se investigue “caiga quien caiga”.

Un velo que se disipa. La conversación y posteriores mensajes entre Soledad Laciar y Gonzalo Cumplido plantean un escenario de encubrimiento mayor. Hasta ahora, las responsabilidades penales fijadas llegan hasta los jefes del Distrito donde Blas Correas fue asesinado y donde se plantó el arma para justificar el operativo mortal. Pero del relato de Laciar surgen encubrimientos de otra escala. Carpetazos, amenazas internas, complicaciones políticas, omisiones, aspectos que muestran un mecanismo de encubrimiento y complicidades dentro de la Policía de Córdoba y los engranajes políticos con el Ministerio de Seguridad que los ampararon.

“Fue una falta de respeto”. Después de la exposición de Mosquera en Canal 12, Soledad Laciar dijo que sus decla raciones fueron una falta de respeto. “No estuvo a la altura de nada”. “No me sorprende lo que dijo, pero son todas mentiras”, continuó. También remarcó que “en las filminas que mostró, olvidó (la estadística de) los casos de violencia institucional. Qué políticas tuvo cuando había policías en las calles que no debieron estar”. “Un ministro que dice que la muerte de Blas le cagó la carrera a gobernador… Todos saben que Cumplido era su mano derecha y su vocero. No puede decir que no tiene nada que ver con la Policía”, finalizó.

Gonzalo Cumplido
OTROS TIEMPOS. Cumplido cuando era secretario de Seguridad Capital junto a Mosquera. Deberá declarar como testigo.

QUÉ LE DIJO CUMPLIDO A LACIAR

◆ Había un complot político judicial en su contra. A él le soltaron la mano. Hay mucha gente en el medio que ni siquiera nombran.

◆ En los primeros minutos del 6 de agosto del 2020, cuando asesinaron a Blas, primero se enteró el jefe (Gustavo Vélez); después el ministro Alfonso Mosquera; en tercer lugar el subjefe, y luego el director general de Capital, Gustavo Piva. Y él fue el octavo en saber lo que había pasado.

◆ Desde el Centro de Comunicaciones nadie lo llamó, siendo que es lo primero que debieron hacer.

◆ A Walter Eduardo Soria (acusado en el juicio) le borraron todo el teléfono. Ahí estaban los mensajes que le mandó a Piva.

◆ Mosquera mandó a callar a Soria y a Jorge Ariel Galleguillo (acusado en el juicio).

◆ Él supo “desde la cama”, esa madrugada, que esto era un “mocazo”.

◆ Galleguillo le dijo “hay algo peor” refiriéndose al arma plantada.

◆ Cumplido bajó directivas a Soria y Galleguillo y que cumplieron lo que les ordenó.

Al día siguiente del crimen, el fiscal lo felicitó. Y a los cinco meses lo imputó.

◆ Mosquera le dijo que saliera él a hablar porque Vélez era un “cagón”.

◆ Lucas Mezzano (subsecretario de Seguridad) lo citó en un bar y le preguntó: “¿Y si Mana te imputa? ¿Y si te sacan la carpeta del 2016?” (un antecedente de su legajo). A los pocos días Mana lo imputó.

◆ Mosquera le dijo: “Prepará las vallas porque son de clase media y vamos a tener problemas”. Hubo un mensaje que le mandó Mosquera y decía: “Mataron a un rubito”.

◆ La Policía estaba incontenible. Debieron disparar a las gomas del auto.

◆ Después de la reunión, le envió mensajes para decirle que a algunos le “devolvieron favores”. Mezzano entró al nuevo tribunal de conducta y Vélez, exjefe de policía, se convirtió en el jefe de seguridad del Banco de Córdoba.

◆ Hace poco le mandó un mensaje que decía: “Me avisaron que vienen por mí. Hay que saber contra quién luchamos porque son capaces de cualquier cosa”.