Juan Grass, presidente de la Asociación de Clínicas de Córdoba, completa el panorama que a nivel nacional describió Jorge Cherro en relación con la crítica situación financiera y económica de la mayoría de las clínicas, sanatorios y hospitales privados del país. En ese marco, el director del Hospital Italiano pone sobre la mesa números preocupantes que dan cuenta del complejo escenario que vive la actividad: en menos de 20 años cerraron sus puertas el 75% de los establecimientos privados con internación de la Provincia. El ejecutivo cuenta que en el 2000 se hizo un informe en el que se detallaba que había 405 instituciones privadas con internación en la provincia, luego se pasó en el 2013 a 205 y actualmente habría menos de 100.
Otro dato: solo en 52 localidades cuentan con clínicas privadas de internación. Así, la cantidad de camas que registraba el sector privado se contrajo drásticamente. Hoy se estima que la caída implicó un “empardamiento” entre las camas públicas y las privadas. Cada sector aportas unas 5.500 camas al sistema. “Están cerrando entre 15 y 20 sanatorios por año. La emergencia fue una rueda de auxilio, pero ya no está alcanzando. No podemos trasladar nuestros costos al precio de los servicios, porque no los fijamos nosotros. Y al contrario de lo que uno pensaría, que cuando se incrementa la concentración y quedan pocos jugadores es más fácil mejorar las condiciones, eso no ha pasado. Estamos peor que cuando éramos 400”, remarca.
Los precios. Grass destaca que el cierre de establecimientos médicos privados se dio en todos lados, pero con mayor énfasis en el interior: “Muchas veces por la escala, si en Córdoba hay institutos con 200 camas en el interior son de 30. Nuestro problema principal está vinculado a los precios de las prestaciones y los costos. Si la inflación es del 2,5% la inflación propia de la actividad es del 5% mensual. Ahora tenemos que apelar a los financiadores para ver cómo vamos a pagar esta paritaria que es del 32%. Hay que discutir la forma en que van a aparecer los recursos”.
Grass participó recientemente de un encuentro con Jefatura de Gabinete de la Nación y las carteras de Salud y Desarrollo Social, aunque volvieron sin una solución de fondo: “No se puede salir de la emergencia porque el sector debe más de $30.000 millones y aunque se perdone esa deuda así mismo no se puede sostener. El problema es estructural. La presión impositiva que tenemos es un 39% de la facturación. Pero como no somos un sector productivo no estamos en la agenda de los ministerios. Nos estamos reuniendo con el gremio para ver cómo se van a encarar los pagos y cómo sacamos al sector de la crisis”.