Dos jueces que integran el Tribunal Oral Federal 1 de Córdoba figuran en la nómina de magistrados espiados por la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), durante la presidencia de Mauricio Macri. Se trata de Jaime Díaz Gavier y Julián Falcucci. La lista se conoció a raíz del procesamiento que dictó el titular del Juzgado de Lomas de Zamora, Juan Pablo Augé, contra Gustavo Arribas y Silvia Majdalani, exjefes de la AFI. El viernes último, la JUTOF, junta que nuclea a todos los tribunales orales federales del país, emitió un duro pronunciamiento. Expresan su “enérgico y terminante repudio al espionaje ilegal” y lo califican como un hecho de “gravedad institucional” porque viola la independencia del Poder Judicial.
PERFIL CÓRDOBA entrevistó a Jaime Díaz Gavier, quien aseguró que evalúa la posibilidad de convertirse en querellante de la causa que se tramita en Lomas de Zamora.
—¿Lo sorprendió aparecer en la lista de espiados por la AFI?
—No me sorprendió, porque hemos tenido una larga lista de ejemplos de presiones e injerencias del gobierno de Mauricio Macri en el Poder Judicial, particularmente dirigida a jueces independientes cuyas resoluciones se temía o, efectivamente, no eran satisfactorias para los intereses de aquel gobierno. No tenía constancia de eso, pero ahora se ha puesto en evidencia a partir de la resolución del juez de Lomas de Zamora, donde aparecemos junto al doctor Julián Falcucci en un listado de espiados por la AFI de Macri.
—¿Sospecha que había interés especial en alguna causa en la que intervinieron ambos?
—Es evidente, porque en el listado está también el Tribunal Oral de La Rioja. Con Falcucci fuimos a integrarlo en el juzgamiento de (el exjefe del Ejército, César) Milani. Debo suponer que se trataba de saber qué hacíamos. En fin, cosas oscuras que se mueven en el mundo no menos oscuro de los servicios de inteligencia, que en aquel momento estaban puestos al servicio del gobierno para quien, evidentemente, el resultado de ese juicio adquiría relevancia electoral. El fallo se dictó pocos días antes de las elecciones primarias de 2019. Pero no fue un hecho aislado ni casual. Coetáneamente con ese espionaje, había una serie de presiones expresadas en Facebook por algún representante de la Secretaría de Derechos Humanos de Macri, conteniendo una catarata de infundios contra mi persona por el resultado de ese juicio.
—Es gravísimo que una persona sea espiada, más grave aún es que se espíe a un magistrado que tiene información reservada. ¿Pedirá ser querellante en la causa?
—Estamos interesándonos en el contenido de la resolución del juez de Lomas de Zamora y después fijaré la actitud a adoptar, que puede consistir en la constitución como parte querellante para proponer pruebas y poder seguir el curso de la causa hasta su resultado definitivo. Todavía no lo tengo decidido.
—¿La Asociación de Magistrados se interesó en el tema, lo contactó, emitirá algún pronunciamiento?
—Por supuesto que no. La Asociación de Magistrados, históricamente, lo hizo y lo sigue haciendo, es representativa de los intereses de los sectores políticos que apoyaron al gobierno anterior. Nadie se puso en contacto conmigo ni ha expresado ningún tipo de solidaridad. Parece que están más preocupados por la intimación a jueces para que presenten su renuncia por haber iniciado los trámites de jubilación. Cuando se hizo pública y manifiesta la presión sobre jueces de la República, jamás la Asociación de Magistrados hizo manifestación alguna, salvo cuando se trató de defender la situación de jueces posteriormente cuestionados por la escasa fundamentación de los fallos que se han dictado, siempre en perjuicio de un sector del gobierno de Cristina Kirchner.