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Informe especial: Acoso en el deporte (4° parte)

“Este caso nos pone en un lugar que desafía a los clubes”

Soledad Ceballos, coordinadora del Área de Género, Diversidad y Derechos Humanos del Club Atlético Belgrano.

Soledad Ceballos
SOLEDAD CEBALLOS. La comunicadora social coordina en Belgrano la primera Área de Género que se creó en un club cordobés. | CEDOC PERFIL

Soledad Ceballos, coordinadora del Área de Genero, Diversidad y Derechos Humanos del Club Atlético Belgrano, admite que ‘el Caso Rubiales’ es un tema que en los últimos días “se habló mucho” en el ámbito que le toca habitar dentro del deporte.

“Lo primero que surge es ver cómo la acción de un varón termina tomando protagonismo en medio de la celebración de un Mundial Femenino. Es imposible que eso hubiera pasado en Qatar 2022, pero sí puede suceder en el fútbol de mujeres”, analiza.

“También es interesante pensar en el proceso que se dio. Las reacciones de los que tenían que reaccionar, las institucionales, fueron un poco lentas. Llegaron luego del comunicado de Jenni Hermoso y del respaldo de sus compañeras y de un montón de futbolistas”, apunta la comunicadora social.

“Una manifestación colectiva impuso una toma de decisión necesaria, en este caso correr a Rubiales, y eso brinda un diagnóstico de dónde estamos parados. Es un buen lugar desde donde poder analizar la realidad”, añade.

“La violencia de género no distingue estratos, edades o ámbitos, y el deporte y los clubes no son la excepción".

“Claramente es un retroceso”, señala Ceballos respecto al episodio que se produjo luego de la final que las selecciones de España e Inglaterra jugaron el pasado 20 de agosto en Sidney.

“El Mundial de Francia 2019 marcó un quiebre en la historia del fútbol femenino y visibilizó todo lo que faltaba en cuanto a desarrollo y promoción. Al torneo de Australia-Nueva Zelanda llegábamos con otras expectativas, paradas en otro lugar, con otras historias y recorridos para contar, y terminamos hablando de esto”, reflexiona.

RubialesFINAL INFELIZ. El episodio protagonizado por Luis Rubiales opacó los festejos del seleccionado español en el Mundial Australia-Nueva Zelanda. /// FOTO: CEDOC PERFIL

“Este caso nos pone en un lugar que también desafía a los clubes, donde hay personas que en charlas informales minimizan o justifican la acción de Rubiales diciendo ‘este tipo está loco’, como si eso habilitara a una persona al ejercicio de la violencia. Necesitamos dimensionar y comprender que no se trata de una patología médica o clínica, sino de patrones de conducta que se replican en un sistema de desigualdades y en relaciones de poder”, sostiene.

“Y esto habla de algo mucho más complejo, de cómo desarmamos esas miradas en los lugares que cada cual ocupa. No es algo simple de lograr en el deporte general y puntualmente en el fútbol, donde las estructuras siguen estando muy masculinizadas. Se trata de un ejercicio largo, que tenemos que hacer entre muchas y muchos”, subraya.

“Si queremos ver el vaso medio lleno, hoy tenemos instituciones mirándose desde lugares que son diferentes".

“La violencia de género no distingue estratos, edades o ámbitos, y el deporte y los clubes no son la excepción. Afortunadamente, el movimiento de mujeres y diversidades también permeó esas estructuras y hoy tenemos espacios donde conversar y desarrollar herramientas ante situaciones que nos interpelan. Nuestro horizonte es lograr que el deporte y los clubes sean lugares habitables para todos, más allá de que sigan siendo los hombres los que se sientan a la mesa donde se toman las decisiones”, destaca Soledad.

“Si queremos ver el vaso medio lleno, hoy tenemos instituciones mirándose desde lugares que son diferentes. Inclusive la propia AFA activó un espacio que tiene que ver con la perspectiva de género. Falta un montonazo, pero desde la corrección política o desde la convicción se va transitando un camino que es súper interesante, y que no tiene vuelta atrás”, concluye.