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CóRDOBA
ANÁLISIS Y PERSPECTIVAS

Ideología coral

06-11-2021-logo-perfil
. | Cedoc Perfil

Recientemente tuve el privilegio de ser invitado a acompañar un encuentro coral en el cerro Colorado. Difícilmente se pueda imaginar, en la Provincia de Córdoba, un lugar más adecuado para el evento. Los paisajes rojizos, el legado arqueológico y el espíritu de Atahualpa Yupanqui, conforman un cúmulo de elementos que convierten la zona en ideal para estas reuniones de grupos vocacionales. La calidad de los conciertos y la impactante estética vanguardista de uno de los grupos, es lo que sin duda, atesoraré en la memoria.

No obstante, la materia de estas notas es secundariamente cultural. Una dosis de desazón se me presentó desde el comienzo. Un director ostentó sus ideas económicas y políticas: quería decir que el ámbito era “progre” y se despachó con grabaciones de datos (los que justifican el “relato”). Luego, más “conceptos” del anfitrión despejaron toda duda: la mayor parte de los “bastoneros” profesan y difunden ideas económicas de izquierda.

El problema no es la ideología de los artistas. Lo peligroso es que se mezcle la difusión de bellas obras con arengas económico-políticas sobre bases anacrónicas o sin fundamento. Arremeten, sin querer, contra la lógica económica con lo que terminan por perjudicar gravemente a quienes desean mejorar.

La preferencia por estas ideas es de larga data, con la creación de los estados modernos en el siglo XV y luego del máximo que se registró en el Renacimiento, el mecenazgo fue paulatinamente disminuyendo y el auxilio al arte fue, progresivamente, pasando al Estado. Con el crecimiento de los Estados, la identificación del arte con aquel asegura cierta dosis de financiamiento.

La mayoría de los artistas “intentan” cambiar el mundo o reconstruirlo con sus objetos artísticos. La izquierda se ha identificado, desde la Revolución Francesa, con los que tratan de cambiar el orden establecido: postura artística.

El meollo del problema es que la economía es contraintuitiva, es decir, lo primero que se concluye está mal. El artista se inclina por lo inconveniente sin proponérselo y cuando alguien intenta instruirlos, lo rechazan pues estiman esos temas no dignos de atención para quien está concentrado en algo superior.

Así y todo, al margen de la crítica, mi postura es proponer. No hay salida hasta que los “artistas” presten atención a postulados de la ciencia económica. Muchos economistas preocupados intentan aclarar temas cruciales y son tildados de economicistas. Para acercarse es menester que el economista complete su formación con estudios sobre derecho, historia y filosofía. Si irrumpen economistas solo abocados a estadísticas, curvas y gráficos, no habrá conexión.

Friedrich Hayek anticipó: “Nadie puede ser un gran economista si es solo un economista”, y agregó: “El economista que solo es economista tenderá a convertirse en un estorbo, cuando no en un peligro manifiesto”. Por la importancia de las diversas manifestaciones del arte y la llegada al público, luce imprescindible realizar un esfuerzo para conectar amistosamente los dos territorios.

Despertar el interés en los fundamentos de la economía es la tarea inicial. También apunto que la profesión debe exhibir facetas humanistas como cuestión central. En nuestro medio se ha recogido la larga tradición anglosajona de unir el derecho y la economía pues, hasta no hace mucho, los marcos institucionales y los procesos de mercado parecían algo así como nichos separados.

Ya sabemos que para muchos artistas temas tales como las ventajas comparativas o el teorema de la regresión monetaria les suena a materialismo puro, pero la economía antes que nada, trata de la acción humana, tal como se titula uno de los tratados en esa disciplina.

Rubén Alejandro Morero, gestor de patrimonios financieros y Contador Público [email protected]