El 2021 no fue un año fácil para Juntos por el Cambio. Paradójicamente, el contundente e histórico triunfo en las Legislativas no borró las diferencias previas a esos comicios, y las mieles de ese éxito en las urnas también acarrearon duros cruces que se extendieron hasta la última semana del año.
Por lo tanto, y con todo esto a cuestas, mañana se reunirán los dirigentes, legisladores y referentes de todos los partidos de la coalición para mostrar una foto de unidad tras las visitas de los líderes nacionales de cada una de las fuerzas. Porque, tras las visitas estivales de Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich por el PRO; la escala del viernes del presidente de la UCR Nacional, el gobernador jujeño Gerardo Morales, generó una expectativa en el centenario partido que se coronó con una reunión importante en Vicuña Mackenna.
De acuerdo con lo que reconocieron autoridades de todos los espacios a PERFIL CORDOBA, el encuentro de mañana en el hotel de Rodríguez del Busto promete ser “el más grande de los últimos tiempos”. Y convocará, además de legisladores nacionales y provinciales, autoridades locales y presidentes de las fuerzas con las juventudes. En busca de un mensaje que lleve tranquilidad hacia adentro de la coalición, pero que también impacte afuera.
El objetivo 2022. La conformación de la mesa de JxC Córdoba tendrá dos objetivos: ser la primera en una provincia (hasta ahora solo hay mesa nacional) y acordar los mecanismos con los que se definirán los candidatos. “Queremos ser la primera provincia con mesa de JxC y tener un discurso homogéneo de lo que se viene hablando en cada partido, mesa de café o núcleo interno. Y lograr un funcionamiento operativo para discutir el sistema operativo para elegir los candidatos”, sintetizó ayer a PERFIL CORDOBA una fuente importante de la coalición.
Y es ése el principal problema que hoy se debate en el seno de la alianza: cómo se definen los candidatos y que éstos se conozcan en la última parte del año.
“Primer semestre definir los mecanismos y en la última parte del 2022 tener los candidatos para salir a pelear la Provincia porque se va a votar temprano el año que viene y no podemos llegar desordenados”, razonó otro integrante de la coalición en medio de un sábado intenso. Con cruces de llamados, mensajes y tensiones vía WhatsApp.
Las diferencias en cada fuerza. El PRO cerró el año pasado con fuertes diferencias que se mantuvieron latentes hasta hace muy pocos días. Y que nadie descarta que puedan persistir mañana al mediodía con algunas miradas de reojo por más que la intención sea “muscular y tejer una construcción homogénea”.
En tanto, el radicalismo celebró ayer el gesto de unidad que dejó la visita de Morales en el sur provincial con la presencia de los tres principales referentes: Mario Negri, Rodrigo de Loredo y Ramón Mestre. Los dos primeros, después de las tensiones en Diputados por la ruptura de los bloques y el rol de presidentes de dos bancadas distintas –UCR y Evolución- tuvieron un acercamiento hace unos días.
Todo motorizado por el intendente de Río Tercero, Marcos Ferrer, y por un histórico operador del negrismo como Julio Ochoa.
En tanto, Mestre bajó el perfil en el último tiempo, pero estuvo detrás de varios movimientos que se dieron en los últimos meses en Córdoba. Posicionado por Morales dentro del partido y en un rol de interlocutor con armadores de otras fuerzas, el exintendente recorre el interior y se promociona como “el que tuvo los gestos”, dentro de su partido.
Como así también están aquellos que cuentan que hubo diálogo con De Loredo después de mucho tiempo y que observa la relación del diputado con el senador Luis Juez. Observación que hacen varios dentro del centenario partido que no quieren depender del ánimo del senador que encabezó la lista que arrasó el año pasado.
“Juez no es el dueño de JxC, fue el voto ‘anticristina’. Tenés que definir qué querés hacer”, le lanzó hace unos días un radical a De Loredo, en relación al vínculo del líder de Evolución con el líder del Frente Cívico.
Mecanismo. A la hora de discutir mecanismos para definir candidatos, el radicalismo quiere internas porque reconoce que así empujarán a Juez a un escenario incómodo. Por su parte, el hombre del Frente Cívico sabe que cuenta con el respaldo de un sector del PRO que no desconoce los riesgos de la interna: el PJ jugando por lo bajo.
“Ellos saben que habrá que discutir poder, entonces, así como la interna es democrática también puede salir para cualquier lado y el peronismo va a jugar”, sentenció un amarillo a este diario.
El 2023, en marcha.