Por la jugada del gobernador electo Martín Llaryora, fogoneando la transversalidad con los futuros intendentes radicales, en la UCR a nivel cúpula y en el ente que los agrupa se levantó la guardia. “Fue una reunión de tres horas sobre temas de gestión”, replicó Orlando Arduh, quien será un interlocutor válido en la cartera de Gobierno que viene. Ante la controversia que generó el cónclave, el cambiemista salió al cruce de las críticas orgánicas.
La conducción radical cuestionó duramente las prácticas llaryoristas que “afectan la institucionalidad”. No obstante, tras el encuentro de la polémica, encabezado por Llaryora, junto a 80 intendentes electos boina blanca, se llamó a silencio. En medio del mutismo en la cúpula UCR, el mandatario electo y el presidenciable Juan Schiaretti metieron doblete.
Un grupo de 50 intendentes y jefes comunales radicales y vecinalistas, actualmente en funciones y electos, expresaron su respaldo explícito a la candidatura presidencial del líder del PJ cordobés, rumbo al 22 de octubre. La anfitriona de ese plenario, desarrollado un día después del cimbronazo, fue la vicegobernadora electa Myrian Prunotto, con la participación destacada de LLaryora.
En este marco, una voz de la cúpula partidaria confirmó que el tema acerca de la movida del gobernador electo formará parte de la orden del día de la reunión de este lunes de la plana mayor del radicalismo. A su vez, admitió que se motorizará la expulsión de Orlando Arduh, proceso que se inició contra Prunotto, quien ya formuló su descargo ante el Tribunal de Conducta.
En la estructura orgánica de la UCR apuntan duro contra la jugada de quien habitará el Centro Cívico a partir del 10 de diciembre. Con la denuncia mediática se insiste con la “cooptación” de dirigentes y la idea de “Partido Único”.
Tras sendos pronunciamientos de protestas que el partido y el foro se encargaron de difundir antes del cónclave que protagonizó Llaryora con unos 80 intendentes electos del radicalismo, la cúpula de la UCR se abroqueló en el silencio.
No es que se hayan calmado los ánimos, ni mucho menos, pero se resguardaron en el mutismo, lo que se interpretó como una señal de cautela. No vaya a ser cosa que “saliera el tiro por la culata” ante las voces de aprobación del encuentro, que transmitieron los boina blanca que asumirán en los ejecutivos locales.
Prácticas llaryoristas. Puertas adentro es fuerte el malestar en la cúpula partidaria del radicalismo y en el ente que agrupa a los intendentes. Apuntan duro contra Llaryora al considerar que se cruzó una línea que, mediante el “diálogo institucional” supo construir José Manuel De la Sota en su sociedad con Schiaretti, en torno a la Mesa Provincia-Municipios.
“Se hizo de manera individual, no oficial y no a través de nuestro ente”, advirtió el foro en una nota que enviaron al ministro de Gobierno y Seguridad, Julián López. En la misiva, se remarcó que estas prácticas “afectan sin dudas la institucionalidad”.
El Comité Central de la UCR adhirió al reclamo del foro y le pidió al gobierno que “se abandonen prácticas que desnaturalizan la convivencia política en la provincia y dejan entrever un futuro de prácticas, al menos, discriminatorias”.
También hubo repercusión en el seno del bloque de legisladores radicales. Los dos parlamentarios que seguirán en sus bancas con la nueva Legislatura, es el caso de Dante Rossi y Daniela Gudiño, cargaron duro contra LLaryora. “La democracia necesita de partidos políticos y el gobernador electo intenta vaciar a la Unión Cívica Radical”, afirmaron.
Con este argumento, los dos legisladores redoblaron la crítica: “Intentar comprar dirigentes con la chequera oficial instaura la grieta en Córdoba, y desde la Unión Cívica Radical no lo vamos a permitir”. Ante el choque de fuerzas en la Unicameral que viene, los opositores aseveraron que “la paridad en las bancas implicará la búsqueda de consensos”. “Se equivoca el gobernador electo si pretende llevar adelante su gestión comprando dirigentes”, completaron.
La otra campana. El encargado de replicar las duras críticas de los radicales en JxC, fue el legislador cambiemita Orlando Arduh. El radical aliado a Llaryora fue el articulador del diálogo con los jefes comunales electos. Fue quien transmitió la invitación del referente peronista a cada uno de los radicales que asumirán al frente de gobiernos locales.
En una clara señal de espaldarazo, LLaryora les dijo a los futuros administradores locales que Arduh será una pieza clave en el Ministerio de Gobierno. De a poco, el próximo titular del Poder Ejecutivo muestra algunos indicios del gobierno de coalición que articulará para los próximos cuatro años de mandato.
En el lenguaje llano de la política, esto implica que los intendentes boina blanca ya saben qué puerta hay que tocar en El Panal a partir del 10 de diciembre.
“Fue una reunión de tres horas sobre temas de gestión. No se habló de política partidaria”, aseguró Arduh a PERFIL CÓRDOBA, al echar por tierra las críticas de la conducción partidaria.
El cambiemista también les retrucó a las autoridades del Foro, al advertir que quienes participaron de la reunión no son intendentes actuales. Con lo cual, descartó el planteo de “falta de institucionalidad” por no convocar a través de dicho ente.
El encuentro transcurrió con un ida y vuelta entre LLaryora y los intendentes electos. El futuro mandatario respondió a cada consulta que se le formuló en el plano de la gestión. De igual modo, el sanfrancisqueño hizo foco en sus propuestas de fortalecer los municipios y la apuesta por la descentralización como eje de su administración.
En esa línea, Llaryora reafirmó el trabajo de la Mesa Provincia-Municipios en su gobierno. Es más, se habló de la regionalización de este espacio institucional.
Voces electas. Tres participantes del cónclave dejaron su impresión. “Como representante de una comuna es muy importante que se realicen estos encuentros institucionales entre el gobierno provincial y los gobiernos locales”, destacó Walter Ferreyra, jefe comunal electo de Las Rabonas, quien abogó por más reuniones de este tipo.
Leopoldo Grumstrup, intendente de Pilar, dijo: “En el marco del diálogo y objetivos comunes los municipios nos fortalecemos y juntos crecemos, la agenda del gobierno provincial es participativa y de común acuerdo”.
“El cargo por el que se nos elige va mucho más allá de la persona, del partido; tenemos que estar a disposición de los vecinos. Y eso implica coordinar, consensuar, discutir, ponerse de acuerdo con todos”, resaltó Diego Carballo, intendente electo de Villa del Rosario.
“La reunión con el gobernador electo es un primer paso importante. Esperemos que el diálogo se transforme en acción y en gestión para todos por igual”, completó el radical.