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CóRDOBA
Rubén Magnano

La fama no es cuento

El técnico cordobés, campeón olímpico en Atenas 2004, ingresa al Salón de la Fama de la Federación Internacional de Básquetbol. Su nuevo desafío es clasificar a Uruguay para los Juegos de Tokio 2020. 

Rubén Magnano Uruguay
Distinguido. Rubén Magnano es el segundo cordobés que ingresa al Salón de la Fama de la FIBA. Fabricio Oberto fue incluido en 2019. | CEDOC PERFIL

Desde el próximo viernes el cordobés Rubén Magnano será formalmente un ícono del básquetbol mundial. La Federación Internacional de ese deporte (FIBA) lo incluirá en el Salón de la Fama junto a otros 11 elegidos que integran la Clase 2020 y la docena de premiados de la Clase 2021.  

Debido a la pandemia, la ceremonia que desde 2007 se realiza en “La Casa del Baloncesto”, en la ciudad suiza de Mies, tendrá modalidad virtual. El entrenador del seleccionado argentino campeón en Atenas 2004 seguirá la premiación desde Uruguay. Allí prepara al representativo “charrúa” con miras al Preolímpico que se disputará entre junio y julio en Canadá. 

Magnano considera “un honor y un orgullo” la distinción que lo convierte en el sexto argentino -y segundo cordobés luego de Fabricio Oberto- en las marquesinas de la FIBA. “El momento en que me informaron que iba a entrar al Salón de la Fama fue un toque distintivo en una etapa muy importante de mi vida”, le contó a PERFIL CÓRDOBA desde Montevideo.  

"Esta distinción lleva un nombre y un apellido pero detrás de ella hay mucha gente"

El DT de Villa María se suma a la lista que completan los jugadores Oscar Furlong y Ricardo González, el DT Jorge Canavesi y el dirigente Luis Martín. “Esta distinción lleva un nombre y un apellido pero detrás de ella hay mucha gente. La familia, un pilar fundamental; los dirigentes, que confiaron y pusieron en mis manos grandísimos equipos, y los jugadores, que me aceptaron y me permitieron desplegar todo un trabajo”, afirmó.  

El técnico multicampeón con Atenas y actual asesor de Hindú no se duerme en los laureles. Hoy su objetivo es llevar a Uruguay a los Juegos de Tokio y tener su tercera experiencia olímpica, tras haber dirigido también a Brasil en Londres 2012. El certamen de Victoria definirá una plaza entre seis equipos: Uruguay, Turquía, República Checa, Grecia, China y Canadá. 

“En este momento tan importante de mi vida también pienso en un montón de personas con las que me ha tocado compartir, vivir y desarrollar trabajos, y a quienes estoy sumamente agradecido”, concluye Magnano. 

 

Salón de la Fama 2020CEREMONIA VIRTUAL. La Clase 2020 de los premiados del básquetbol. Compartirán pantalla con los elegidos de este año.

 

El bajito inteligente

Así recuerda a Magnano el DT que lo llevó a Talleres en los ’70. “Es un maestro y me pone muy contento que lo reconozcan”, dice Ricardo Huens.

Ricardo Huens tiene 84 años y se define como “un hombre del básquetbol, pero un loco del fútbol”. Sostiene que en el deporte de los lungos fue “un mediocre jugador” del Club Cervecería Córdoba y “un suplentón” del seleccionado cordobés. También fue árbitro y entrenador, y fue ejerciendo este rol en Talleres cuando conoció a Rubén Magnano en la década del ’70.

“Soy hincha perro de Belgrano pero agradezco a Dios haber estado en Talleres, donde pasé tres años muy buenos y trabajé con un dirigente bárbaro como Juan Pelatto”, destaca Huens. De su estadía en el club de barrio Jardín repasa las cenas que compartía con Amadeo Nuccetelli, Ángel Labruna y Daniel Willington y también su primer encuentro con Magnano.

“Fuimos a jugar un cuadrangular en Oncativo, lo vi en la cancha y le dije a Pelatto: ´Mirá qué interesante ese bajito que juega de base’. Rubén no era un jugador extraordinario, pero sí muy inteligente. Lo llevamos a Talleres, donde hicimos una gran afinidad. Después le dimos a los más chicos para que los dirigiera”, relata.

“Pasaron los años y Magnano se convirtió en lo que todos conocemos: un DT extraordinario y un maestro. Es una gran persona y me pone muy contento que lo reconozcan. La última vez que lo vi fue en la platea de la cancha de Belgrano, porque él también es Pirata”, concluye Ricardo.

 

Ricardo HuensHUENS. El técnico que llevó a Magnano a Talleres en los ’70.