Ni Pavón, ni Zárate, ni Benedetto... Tampoco Tevez o “Wanchope” Ábila. Las estrellas de Boca quedaron opacadas en el Gigante de Alberdi el pasado 10 de febrero. Quien sí brilló aquella noche fue Tomás Guidara, el lateral de Belgrano cuyo nombre se hizo viral tras el 1-1 ante el Xeneize.
Es que varios periodistas porteños, de esos que cuentan varios miles de seguidores, “descubrieron” al pibe que desde hace rato es una de las apariciones más destacadas del fútbol cordobés de estos tiempos. Y los hinchas del Pirata, que conocen muy bien al “Tomi”, no se quedaron atrás. ¿Qué hicieron? Llenaron las redes de “memes” y alusiones a la acción del “4” celeste que desactivó la última arremetida boquense, y la presentaron como la versión 2.0 de la célebre “Mano de Dios” de Diego Maradona ante los ingleses en el Mundial de México ‘86.
“No fue penal”, reafirma cuando ya pasaron varios días del partido que le valió su inclusión en “El equipo ideal” de la 18ª fecha de la Superliga. La declaración es exclusiva para allegados, porque el defensor cultiva el perfil bajo y rehúye del contacto con el periodismo más allá de las formales manifestaciones post-partido.
A punto de cumplir 23 años, Guidara es considerado por la dirigencia belgranense como uno de los jugadores más valiosos que integran el patrimonio del club. Tiene un presente muy promisorio. Y también una historia que es un ejemplo de superación y que vale la pena contar.
La vida color celeste
Tomás llegó a Belgrano en 2015 luego de haber defendido las camisetas de otros dos clubes: Las Flores y Ateneo Juvenil Acción de Santa Rosa de Río Primero. Enseguida se destacó por sus aptitudes para la marca, el buen dominio de pelota y la proyección ofensiva.
Su espejo es el brasileño Dani Alves y su anhelo es jugar en Europa, lo que podría cumplirse pronto si prosperan las gestiones que el DT italiano Christian Panucci (ex Milan, Real Madrid, Inter, Chelsea y Mónaco, un referente mundial en el puesto de lateral derecho) lleva adelante para sumarlo al seleccionado de Albania.
“Amo el fútbol y encontré paz practicándolo”, declaró tiempo atrás, hablando de una infancia y de una adolescencia que él mismo calificó como “conflictivas” y de la que reveló varias aristas: la crianza con los abuelos, las necesidades económicas y una etapa de “chico de la calle”. “Dios me acompañó en todo. Desde que lo conocí, empecé a hacer bien las cosas y pude salir adelante”, supo referir.
“No le tengo miedo al descenso. El ancla de la fe siempre firme, este barco seguirá en pie hasta el último” escribió días atrás en su cuenta de Twitter. Allí Guidara se presenta con esta frase: “Jugador de Belgrano en busca de un sueño”.
Una joya del tesoro pirata
En un plantel profesional con minoría de jugadores propios, Guidara sobresale como uno de los valores con más proyección en lo deportivo y económico que tiene Belgrano.
Así lo destaca Sergio Villella, el vicepresidente 1º del club: “De los que están en el equipo y son nuestros, ‘el Tomi’ y Lucas Acosta son los futbolistas más vendibles o los que podrían interesar más a otros clubes”.
El directivo sostiene que, más allá de las expectativas de ventas futuras que hoy se centran en el lateral y en el arquero, la “B” apuesta a sumar ingresos por otros dos jugadores que ya no están en Alberdi. “En cuanto a patrimonio, aún tenemos la mitad del pase de Renzo Saravia y el 10 por ciento de los derechos económicos de Cristian Romero”, refiere.
El 50 por ciento de la ficha de Saravia fue vendido a Racing Club en 1 millón de dólares y el 80 por ciento del pase de Romero fue cedido al Genoa por 1,8 millones de euros. Meses atrás trascendió que Atlético de Madrid pretende a Saravia y que Romero está en la mira de Juventus.
“En el caso de Guidara, no hubo sondeos por el momento”, precisó Villella.