“Estamos ante un escenario que tiene un final abierto. Y lo puede tener, incluso para después del miércoles”. La frase corresponde a un intendente del interior que fue convocado para la reunión en El Panal, a la que todos los jefes comunales de la provincia fueron llamados por el ministro de Gobierno, Juan Carlos Massei, para terminar de darle forma a la propuesta que surgió esta semana desde el oficialismo provincial: el nuevo pacto fiscal. Una caja que, tal como lo anticipó este diario la semana pasada, se trata del Fondo de Desarrollo Urbano, una suma de 1.200 millones de pesos que irán directamente a las arcas de los municipios en forma de subsidios, para realizar obra pública.
A cambio de esto los municipios deberán renunciar a las demandas que hubiesen hecho en contra del Estado provincial, movida que realizaron hace escasos meses el radical Ramón Mestre y el macrista intendente de Oliva, Oscar Tamis. Si bien ambos firmaron la acusación en nombre de los espacios que representan, en los hechos la demanda fue realizada por ellos dos.
Desde hace unas semanas, el gobernador Juan Schiaretti viene seduciendo con este discurso a los jefes comunales en el interior y afirma que se distribuirá de acuerdo con la cantidad de habitantes con que cuente cada localidad. El agregado de esta semana es que se supo que, de un formato de préstamo y en el que los jefes comunales debían devolver el 75% de lo que se les asignaba, este fondo pasa directamente a la franja de subsidios.
La otra zanahoria del schiarettismo es la creación de un fondo anticíclico en tiempos de crisis y en el marco de asistencia financiera por 500 millones de pesos. Que sí deberán devolverse, aunque será un crédito a tasa blanda, según lo poco que se pudo saber desde la Provincia y lo que comentaron algunos intendentes que ya fueron notificados de la propuesta.
Optimismo oficialista. En la Provincia tomaron nota rápidamente de la primera impresión que causó en algunos jefes comunales y se muestran optimistas para acordar con una buena parte de los intendentes. Descartando el acompañamiento del peronismo, las señales que dieron los radicales que no abrevan en el núcleo interno que lidera el intendente Mestre, le agregaron una dosis de confianza para la negociación que se viene. Y en ese lote ya anotan a Alberto Martino (Río Tercero), Daniel Salibi (Mendiolaza), Mauricio Cravero (Arroyito) y José Bría (Morteros), a los que se suma otro, que no se encuentra en las filas de la UCR pero que tiene buena sintonía en el último tiempo con la Provincia: el carlospacense Esteban Avilés.
“Por un capricho político de Mestre no podemos privar de un acuerdo a los otros 426 intendentes. Estimamos que vamos a arribar a buen puerto con la gran mayoría de jefes comunales”, afirmó a PERFIL CÓRDOBA un funcionario de la Provincia que va a estar sentado en la mesa este miércoles. En El Panal ponen el foco además en los movimientos de Tamis, dirigente de diálogo, con buena llegada a la Nación y de buen vínculo con la Provincia, pero de quien creen que también puede estar buscando un rédito político: especulan con un lugar en lista de legisladores.
Desde hace varias semanas, en la Provincia sostienen que “hay preocupación” por la crisis nacional y reconocen que fueron varios los intendentes que pasaron por Casa de Gobierno en estos meses. “El reclamo de la gente está creciendo y en el interior son las municipalidades las primeras puertas que se golpean”, dijo un funcionario que conoce lo que sucede fuera de las capitales.
En el gobierno provincial pusieron además especial atención en la visita que 11 intendentes hicieron durante la semana al ministerio que encabeza Rogelio Frigerio y volvieron con fondos. Aquí, algunos schiarettistas afirmaron que seguirán de cerca el movimiento de los aportes del tesoro nacional (ATN).
En Cambiemos, esperan. Los intendentes de la coalición Cambiemos tienen libertad de acción pero se espera fundamentalmente por la posición de Mestre, dirigente de la oposición que levantó desde finales del año pasado la bandera de este reclamo. En el entorno del titular del Palacio 6 de Julio no confirmaron si asistirá o no a la convocatoria de la Provincia, pero consideran que “es difícil” que no sigan con adelante con la demanda. Además, en el mestrismo no cayó bien que Massei dijera que la Provincia “pone fondos a disposición para que los municipios puedan atravesar la crisis”. Es más: con nuevos cálculos en la Municipalidad de Córdoba, la actualización de los fondos detraídos de la coparticipación federal asciende a 1.017.049.423 de pesos de deuda que reclaman a la administración provincial.
Por su parte, otros integrantes de la alianza consideran que Mestre puede estirar su postura hasta principios de 2019, con la campaña dibujando sus primeros palotes. En este sentido, hay quienes consideran que puede ser una bala de plata en el corazón de uno de los nichos de poder del mestrismo: el foro de intendentes radicales. “Esta situación lo encierra mucho a Mestre, varios se van a bajar y lo van a dejar solo. No quiere decir que lo vayan a desconocer, pero sí que van a empezar a sacarle el cuerpo”, señalaron los que conocen la negociación.
En el PRO reconocen que recibirán señales de Casa Rosada para saber cómo siguen. Y trasladan la inquietud a lo que pueda ocurrir con la votación del Presupuesto 2019 y el respaldo que la Nación necesita del peronismo. “Por ahí, piden que se siga con la postura hasta septiembre”, fecha en la que entrará la ley de leyes al Congreso. Situación similar a la que se produjo el año pasado, cuando el Ejecutivo nacional necesitó del respaldo de Schiaretti para el Consenso Fiscal y la Provincia del acompañamiento de Cambiemos en la Unicameral para aprobar el Presupuesto.