El proceso de licitación y la posterior adjudicación que debe conocerse en los próximos días sobre quiénes serán las empresas que presten el servicio de la recolección de residuos en unos meses, sigue siendo una brasa caliente en el Municipio. Sucede que en las últimas horas aparecieron los roces que este medio había anticipado el año pasado, entre el Surrbac, actual sindicato que agrupa a los recolectores en la ciudad, y Camioneros, que reclama un lugar en caso de que la UTE Solvi-Caputo se quede con alguna de las tres zonas en las que se dividió el ejido. Y es precisamente la aparición de la nueva sociedad la que alteró el clima en Lusa y Cotreco, las dos adjudicatarias que hoy tienen la concesión y que están también en carrera para seguir.
El servicio viene con una serie de postergaciones en los últimos años, donde la reciente fue en 2017 cuando la aparición del grupo empresario que tiene detrás a Nicolás Caputo, el amigo íntimo del presidente Mauricio Macri, y a Hugo Moyano, obligó a postergaciones que en el Municipio vieron óptimas en pleno año electoral. Ahora, sin mucho tiempo por delante, la adjudicación estaría programada para los últimos días de este mes, con la intención de que empiece a ponerse en práctica el nuevo mapa de la basura. Con las empresas asignadas a cada zona y con la posibilidad, latente, de que un nuevo gremio entre en acción.
Las actuales, cierran filas. Tanto en el ámbito empresarial como en el sindical, la sensación que ronda entre los que siguen de cerca el proceso licitatorio es que los actuales ya cerraron filas. En lo que respecta a las empresas, las firmas que están ahora sostienen que es muy difícil que entre un nuevo jugador sin infraestructura ni predio donde guardar los 50 camiones que necesitarían para prestar el servicio.
Pero hay algo más. Los grupos interesados mantuvieron ya una serie de reuniones -la última esta semana- donde dejaron entrever la estrategia en caso de que el Municipio le abra la puerta al amigo de Macri y al enemigo de Macri. Sí, a muchos sorprende que Caputo haya decidido encarar una nueva plaza antes de vender sus acciones y de la mano de Moyano, hoy convertido en el enemigo perfecto para Casa Rosada. Sin embargo, los que ven más allá y se sientan en la mesa de las decisiones no lucen atónitos, al contrario, apuntan a un tablero que sigue vigente y que va desde Hugo Moyano a “Chiqui” Tapia, pasando por el alter ego de Macri.
Según pudo saber PERFIL CORDOBA, las empresas actuales tienen pensado impugnar el proceso de licitación si Solvi-Caputo empieza a jugar en territorio mediterráneo. Hay dos causas en Brasil donde está involucrada Solvi, el grupo empresario socio de Caputo y originario de aquel país. Una es el lava jato, donde en los últimos meses aparecieron documentos que involucrarían a José Dirceu, ex ministro de Lula y socio de una firma de la que Solvi era parte mediante Manaus Ambiental, dueña de la concesión del servicio de agua en la capital de Amazonas. En tanto, la otra causa es una denuncia contra cuatro empresas -una es Solvi- y nueve personas físicas por daños ambientales en el relleno sanitario de Marituba, en la región de Belém.
Ésta última es la que no se conocía y es la carta en la manga que tienen las rivales de Caputo y su socia brasileña para acudir a la Justicia, ya que en el pliego figura como condición no tener antecedentes ni causas abiertas por delitos ambientales. De acuerdo a la investigación, la acción penal se inició a partir de residuos sólidos que fueron dejados al descubierto y causaron contaminación atmosférica, además de emisión de gases y olores.
Todos síntomas del clima de carpetazos que envuelve a todas las empresas involucradas en caso de no contar con la porción del negocio que les interesa. Por más que cerca de “Nicky” crean que al haber vendido más del 80% de sus acciones, el nuevo grupo estaría más interesado en otras ramas más rentables que la recolección de residuos.
El temor a la interna sindical. De todas maneras, varios de los actores involucrados en la puja del millonario contrato por 14 mil millones a ocho años -con la posibilidad de prórroga a dos más- que dejaría un número de 14 millones de pesos al mes, todos coinciden en la peligrosidad de la interna gremial que ya empezó a dar sus primeras señales.
En Rosario, donde Solvi-Caputo ya desplegó su fuerza, al tándem argento-brasileño se le suma Camioneros como único gremio de la mano de Marcelo Andrada, un hombre vinculado a Moyano y que el año pasado quiso entrar a Córdoba por San Francisco, perdiendo y abandonando aquella batalla a manos del clan Saillén, los dueños del Surrbac. El viernes, el sindicato cordobés envió un documento calificando los antecedentes de Solvi, expresando su preocupación por la incidencia de otra organización gremial y afirmando que “hemos enfrentado al centralismo porteño”, además de destacar los 7500 afiliados que tienen.
En el Palacio 6 de Julio, por ahora, desestiman el conflicto intersindical, defienden lo que se viene haciendo con cestos e insisten con mayo como fecha para la adjudicación y una puesta en marcha del nuevo escenario recién en la segunda parte del año. Todas señales de un combate con varios rounds y donde no se sabe si la pelea de fondo la darán los gremios, los empresarios o todos contra la Municipalidad.
