La discusión generada el jueves pasado en el grupo de WhatsApp de los candidatos a diputados nacionales de Juntos por el Cambio en Córdoba dejó a todos conformes: había que salir a denunciar al oficialismo provincial por el presunto reparto de votos con el tramo a presidente de la boleta de Mauricio Macri acompañada de la lista corta schiarettista.
De esta manera, una vez que coincidieron todos los candidatos, además de los jefes de campaña, Laura Rodríguez Machado y Juan Negri que también están en el grupo de mensajes, se avanzó con la denuncia tras el OK desde Buenos Aires.
“Nadie se cortó solo. A la presentación la hizo Negri, pero contaba con el apoyo de todos nosotros, incluso a nivel nacional hubo respaldo también”, sintetizó a PERFIL CORDOBA uno de los integrantes de la lista del oficialismo nacional.
Siguiendo el razonamiento que prima entre los integrantes de la coalición, en Córdoba creen que se da un caso similar al que ocurre en territorio bonaerense, donde los intendentes de Cambiemos con el objetivo de lograr su reelección empezaron a repartir los votos con el tramo a presidente que integran Alberto Fernández y Cristina Kirchner.
Según sostienen los integrantes de Cambiemos, la presentación judicial radica en el supuesto envío masivo de cartas vía correo privado a votantes en toda la provincia con el voto cortado de Macri junto a la boleta de Hacemos por Córdoba.
“Acá se cruzaron datos de padrones del radicalismo con otros que tienen empresas prestadoras de servicios públicos provinciales, por ejemplo, Epec”, sostuvo un conocedor de la campaña macrista en Córdoba. Hay una persona, cercana a uno de los candidatos, que tiene domicilio en su DNI en el interior pero que le llegó, según la denuncia, el voto cortado al departamento que habita en Capital. Donde tiene registrados a su nombre los distintos servicios.
El interrogante para algunos en el seno de Cambiemos es quién aportó los datos de los afiliados del centenario partido y qué rol jugaron los intendentes de la UCR, muchos descontentos con el Gobierno nacional. “Hay algunos ansiosos”, sintetizó un radical enojado con la postura crítica de los jefes comunales.
El delivery de votos con “chimi”. En medio de una elección que tiene al oficialismo provincial prescindente del escenario nacional, la campaña en Córdoba tuvo poca intensidad. No hubo cruces entre los candidatos a diputados y recién con esta acción se puso un poco de tensión.
“Estamos haciendo una presentación judicial porque en las últimas 48 horas están llegando a todos los domicilios boletas cortadas, en sobres con el nombre y la dirección de cada persona, lo cual viola derechos de la ciudadanía a que se resguarden sus datos personales.
En esos sobres se adjunta a la boleta de los diputados de Hacemos por Córdoba la boleta de Macri y Pichetto, ya cortada, sin el tramo de diputados nacionales de Juntos por el Cambio", explicó Negri el viernes.
Entre los candidatos coinciden que uno de los más perjudicados con la estrategia es Luis Juez, el quinto en la boleta de Macri en Córdoba. “Nosotros aspiramos a que entren los cinco, por eso Luis es uno de los que más puede quedar perjudicado con esto y es por eso también que vamos a profundizar la fiscalización”, razonó una fuente de Juntos por el Cambio.
Hay referentes del oficialismo nacional en Córdoba que pretenden una doble fiscalización el domingo próximo en la provincia.
El PJ desmiente y el kirchnerismo sin quejas. En el oficialismo cordobés descartan la denuncia y prácticamente nadie hizo alusión a esto, salvo el legislador y candidato a diputado nacional de Hacemos por Córdoba, Carlos Gutiérrez (ver página 4).
Sin embargo, aunque nadie lo va a reconocer públicamente, por lo bajo el schiarettismo sabe en qué lugares mide más la boleta de Macri y dónde cotiza en alza la de Alberto Fernández. “Libertades que otorga la prescindencia”, razonan en El Panal.
Para eso, el trabajo aceitado es con los intendentes, donde el dominio territorial del PJ cordobés es abrumador.
En tanto, en el kirchnerismo no ignoran la situación, pero descartan una denuncia similar a la de Negri. “No es algo nuevo, pasa y sucedió siempre. Habla hasta de cierta inmadurez política plantear una acusación de estas características. Son las reglas del juego”, sostuvo una fuente del kirchnerismo.
Los aliados del Alberto F. en Córdoba también apuestan a un buen desempeño de la fiscalización en la provincia. Y ahí, saben que corren de atrás.
Un dirigente peronista de la capital cordobesa reconoció que es compleja la tarea para los kirchneristas en este sentido. “El aporte fuerte de fiscales se lo iba a dar Franco (Saillén), pero ahora las cosas cambiaron”, sintetizó el hombre.
En este río puede seguir pescando el peronismo provincial. Algo que en Buenos Aires reconocen tanto cerca de Macri como de Alberto F. y que para algunos se dejó correr la estrategia schiarettista. Sin muchos palos en la rueda, más allá de los gestos a los referentes locales de cada fuerza.
