En lo que fue su primera incursión fuera de los límites del área metropolitana, el intendente Martín Llaryora desembarcó este fin de semana en La Carlota y General Deheza, en el departamento Juárez Celman. En la estrategia acordada con el gobernador, que puso fin a la puja interna que se activó entre la nueva generación y la vieja guardia por las juntas promotoras “Llaryora 2023”, el intendente inició su recorrida por el interior para adquirir rodaje y mostrarse como el candidato del peronismo para suceder a Schiaretti en el próximo turno electoral.
El titular del Palacio 6 de Julio se juntó con sus pares de la región y dialogó con productores y empresarios del sector agroindustrial que ejecutan proyectos vinculados con la economía circular, un eje clave de su gestión al frente del mayor distrito de la provincia. En este plano, Llaryora exhibió su “modelo Capital” anclado en este nuevo paradigma de la producción relacionada con el ambiente, junto al proceso encarado en torno a la transformación digital y tecnológica del municipio.
Con este propósito, el intendente capitalino se mostró con su par de La Carlota, el peronista Fabio Guaschino, en la visita al instituto educativo Girasoles y a una planta que procesa granos de soja que proyecta producir biocombustibles.
También recorrieron obras que son ejecutadas con inversión de la Provincia acompañados por el ministro de Gobierno, Facundo Torres, y el legislador departamental Matías Viola. En la noche del viernes, compartió una cena con sus pares de la región y dirigentes peronista para hablar de política.
En su agenda del sábado en General Deheza, el titular del Ejecutivo municipal arrancó temprano compartiendo un desayuno a solas con el influyente empresario Roberto Urquía, titular del Grupo AGD, un moderno complejo agroindustrial que genera valor agregado. Ambos encabezaron luego, junto al ministro de Industria y Comercio Eduardo Accastello, una reunión con intendentes y representantes del sector industrial productivo de la zona en la sede de la empresa Global, en el parque industrial Urquía.
Más tarde, visitó con el intendente local Franco Morra una cooperativa de trabajo para intercambiar experiencias sobre economía circular y trabajo. Asimismo, compartió una charla con directivos del Club Acción Vecinal.
Estrategia. Schiaretti y Llaryora coinciden en que la mejor campaña rumbo al 2023 en la actual coyuntura es mostrar gestión y no hablar de candidaturas. De hecho, afirmó en La Carlota que “no hay que adelantar los tiempos”. “Es momento de gestionar y de escuchar”, acentuó, aunque aclaró que esa “escucha activa” es para elaborar las mejores propuestas de gobierno.
En el Palacio 6 de Julio sostienen que la agenda “institucional” se centra en la firma de convenios con sus pares, y reuniones con representantes de las entidades sociales, económicas y productivas del interior. No obstante, en paralelo, caminar el territorio tiene anclaje político electoral.
Según la “agenda provincial” diagramada por el Centro Cívico, Llaryora tendrá dos visitas por mes, durante los fines de semana, a distintas localidades del interior con el propósito de sumar conocimiento a su figura política.
En esta primera etapa, la apuesta es recorrer las 20 ciudades más grandes para darle tracción a su proyección provincial, ante un contrincante opositor -el senador Luis Juez- quien ostenta un alto conocimiento público, aunque eso no implique una correlación directa con la intención de voto.
En el entorno llaryorista advierten que hace 25 días lograron revertir los números que le eran favorable a Juntos por el Cambio. Según las encuestas que se manejan en su círculo íntimo, el jefe comunal capitalino supera -por poco- al líder del Frente Cívico, quien más mide en Juntos por el Cambio.
“A Juez lo conoce todo el mundo; ya llegó a su techo, mientras que Llaryora tiene todo para crecer y va en ascenso en las últimas mediciones”, afirmó una espada llaryorista de la primera ola al hacer foco en lo que pasa en el interior provincial.
En ese escenario se concentra la jugada consensuada por Schiaretti y Llaryora de forjar la idea de la “continuidad” de la gestión que pronunciará el intendente capitalino en su despliegue por el mapa provincial capitalizando para sí la alta imagen positiva del líder del PJ. A esto, los estrategas suman como fortaleza el aparato partidario que se activará cuando llegue el tiempo de la campaña.
Críticas a la Nación. Desde el interior cordobés, Llaryora se encolumnó detrás del “Gringo” Schiaretti en su defensa al campo y se mostró muy crítico con el momento de “total incertidumbre” que atraviesa el país, al cargar contra el gobierno nacional. “Nos van a ver defendiendo a Córdoba, a la Argentina productiva del interior”, aseveró.
“La Argentina está en un proceso de crisis tremenda. Estamos en una situación de total incertidumbre. Hoy no hay rumbo… Y lo peor de todo es que no hay certeza”, afirmó el intendente capitalino en línea con el discurso del mandatario cordobés, que es visto como un opositor en Casa Rosada.
“Espero que en algún momento entiendan (por la Nación) que la producción, la inversión, el campo y la industria necesita de un trabajo en conjunto como hacemos en Córdoba; ese trabajo entre lo público y lo privado se puede repetir nacionalmente”, remarcó.
Al destacar las bondades del “modelo Córdoba”, subió al “ring” de la contienda presidencial al líder del PJ provincial. “A mí no me queda ninguna duda de que lo mejor que le puede pasar a la Argentina que el próximo presidente sea Juan Schiaretti”, enfatizó y fogoneó la premisa de lograr “acuerdos nacionales” junto a otros partidos para gobernar la Argentina.
“Necesitamos lideres confiables, que hagan puentes y que no caben trincheras. Líderes que no tengan miedo de sentarse con el otro y de poder llegar a un punto en común”, completó.