Después de varias idas y vueltas, hubo un acercamiento entre la familia Saillén, líderes del Surrbac, con el sindicato de Camioneros; reunión de la que también participó el lucifuercista Gabriel Suárez y algunos miembros de la 62 Organizaciones.
Además, la movilización del miércoles dejó un saldo que les permite a varios pensar en un escenario de unidad que se vino postergando durante casi toda la última década. Con la CGT Rodríguez Peña que empieza a acumular poder a medida que se van sumando sindicatos e intentan aislar a José “Pepe” Pihen, líder de la CGT Regional.
El lunes pasado se juntaron en la sede cordobesa de Camioneros, Franco Saillén, Suárez y otros representantes de casi 30 gremios; en lo que, para muchos de los que conocen el pulso sindical en Córdoba, fue la foto de la semana: el hijo del líder del Surrbac ingresando para encontrarse con Edgar Luján, hombre de Hugo Moyano en Córdoba. Los que estuvieron en el encuentro, sostienen que el clima fue tenso en el comienzo. Pero dejó la puerta abierta para la reunión que puede ser la continuidad de esta, entre Saillén y Facundo Moyano.
Al cónclave de este lunes, tanto Saillén como Luján llegaron acompañados. El joven del Surrbac, por caso, lo hizo junto a dos hombres del Sutcapra, el polémico sindicato de patovicas que se acercó en el último tiempo a la dupla que integran Saillén y Pascual Catrambone, los referentes de la recolección.
El escenario actual. Hoy el mapa gremial tiene dentro de la CGT Rodríguez Peña a los recolectores de residuos -tal vez hoy el sindicato más poderoso en Córdoba-, a Luz y Fuerza, otro de los combativos, y empieza a acercarse la 62 Organizaciones, que en la semana también tuvo noticias en cuanto a su proclamación nacional. La central estaba acéfala desde la muerte de Gerónimo “Momo” Venegas y esta semana se definió que Horacio Valdez sea el Secretario General a nivel nacional; y el cordobés Sergio Fittipaldi (Soelsac) se quede con una de las secretarías adjuntas.
Con este contexto, están los que creen que los tiempos de la unidad los van a terminar de definir en la órbita de la CGT Rodríguez Peña, sobre todo después de la movilización del miércoles. Luz y Fuerza, en medio de su protesta por el nuevo marco regulatorio de Epec, logró sumar adhesiones de varios gremios en Córdoba: desde el Surrbac hasta los municipales del Suoem, y la izquierda nacional y local, se mostraron junto a Suárez. Acto en el que no estuvo Pihen.
Los rivales del legislador provincial van por la estrategia del aislamiento. Con un gremio como el SEP que no tiene sus finanzas en orden (como varios en Córdoba), las últimas movidas políticas que intentó dar Pihen no le terminaron resultando. Incluso, la asamblea general de esta semana donde la convocatoria se resumió a poco más de una veintena de gremialistas cuando en Córdoba los sindicatos son casi 120. De esta soledad, en la vereda de enfrente toman nota.
Por ahora, es contra Macri. Si existe algo que aglutine el pensamiento de todos los referentes sindicales cordobeses es el rechazo a las políticas del presidente Mauricio Macri. Dejando en pausa y para el debate interno, qué relación quieren tener con el gobernador Juan Schiaretti. “Al ‘Gringo’ le van a ir tomando el tiempo. Por ahora, el enemigo es Macri”, sintetizó una persona que estuvo en las charlas de esta semana y que destacó el acuerdo tácito que hubo con la Policía en la marcha del miércoles para que no hubiera incidentes. “No se valló la Legislatura y la peatonal tuvo su vida normal”, destacó.
Con Macri, el FMI, el ajuste y lo que consideran la embestida judicial como eje de cada uno de los discursos, los debates hacia adentro comienzan cuando se intenta definir la posición frente a la Provincia. Y en esto, por el contexto, los que mantendrán su postura son los de Luz y Fuerza. “Por primera vez, desde el intento de De la Sota con (Olga) Riutort, vuelven a creer en serio que van camino a la privatización”, dijo a este medio un sindicalista que acompañó en la marcha del miércoles. En el Gobierno, sin embargo, insisten con que los planes no pasan por ahí.
El resto. En el lote de los que todavía no movieron sus fichas está el mercantil Pablo Chacón. El hombre fuerte de Agec desestimó el Movimiento de los Trabajadores (MT) y se acercó mucho en el último tiempo a la diputada nacional Alejandra Vigo. Algunos creen que, mediante la esposa de Schiaretti y el propio gobernador, busca la bendición para aterrizar en el sillón principal de la CGT Regional que hoy conduce Pihen.
En tanto, otros sindicalistas que siguen mirando el panorama para definir posiciones son Omar Dragún (Smata), quien también se mostró cerca de Vigo el año pasado; y Rubén Urbano (UOM). El metalúrgico, hace un par de años, había dado el aval para una CGT única en Córdoba, pero después no prosperó. De a poco, la unidad sindical en Córdoba intenta mostrar avances. Con rivales, referentes y aquellos que perdieron poder, bien definidos.
