Los empresarios pyme de Córdoba , industriales, comerciales y del sector servicios, están convencidos de que la posibilidad de una reforma laboral y tributaria solo verá la luz si la motoriza el sector privado. Como anticipó este medio hace 15 días, una veintena de cámaras empresariales que forman parte del espacio C20 bosquejan un proyecto de ‘reconversión laboral’, según sus términos. Con un par de aristas novedosas que los entusiasma: por un lado, y convencidos de que los cambios estructurales demandan la conformación de un consenso lo más amplio posible, se sientan a analizar los puntos principales con referentes sindicales de Córdoba. Por el otro, se despegan de las entidades empresariales más vinculadas al establishment –léase G6, Unión Industrial de Córdoba, UIA, entre otras– para concebir un marco normativo que aglutine el espíritu de las necesidades y demandas de las pymes y micropymes del interior del país.
“Esto tiene que salir desde el interior del país, desde Córdoba, para que funcione y son las empresas pyme las que lo van a hacer funcionar. La UIA le llevó 35 puntos de trabajo al ministro Sica, ninguno tocaba la reforma laboral”, plantean. PERFIL CORDOBA se reunió con algunos de los dirigentes que participan del espacio C20. Explicaron detalles de la iniciativa y la estrategia de planteamiento los empresarios Carlos Zaffi y Francisco Vaccaro (Foro Productivo Zona Norte); Pablo Trapani y Leonardo Pérez (Fecotac), Fernando Faraco (Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica filial Córdoba); Federico Novaira (Cadepyme); Dardo Passadore (Cacic), y Claudio Conci (Cámara Informática del Interior).
“Lo que estudiamos –y por lo que estamos trabajando y dialogando con sindicatos, técnicos y universidades– son aspectos que ayuden a una reconversión laboral para ser más eficientes, bajar los costos, bajar la litigiosidad por los despidos, dar más aire a las empresas para que tomen más empleo. Esto no implica reducir salarios ni mucho menos. Una reforma así tiene que ir de la mano con una reforma tributaria”, planteó Zaffi.
Los puntos. Dentro de la llamada ‘reconversión laboral’que proponen los empresarios, estos son los ejes que consideran clave:
◆ Aporte para fondo de desempleo. Inspirados en el modelo de la Uocra, los empresarios creen que se puede mejorar y extender el sistema de aportes que tiene esa entidad en su convenio para los empleados que son despedidos. “Perfeccionar y universalizar y bajar los costos el actual sistema que tiene Uocra. Hoy se hacen aportes que van del 12% al 8% de la masa salarial para un fondo de desempleo. Esos porcentajes son muy altos por la alta evasión que hay en ese sector. Creemos que el porcentaje a aportar puede ser del 3% al 5% y el sistema sería viable”, dicen. Es una de las maneras que, afirman, se ayudaría a bajar los costos y la litigiosidad que implica desvincular a un trabajador. En el caso de un despido el trabajador retira esos fondos. Y mientras tanto con esos recursos se podría gestar, según los empresarios, un fideicomiso a través del que pueden canalizarse créditos para la construcción.
◆ Incentivos a empleo por franjas etarias. “El joven no tiene experiencia y eso le frena su inserción laboral. Y el mayor de 45 tiene experiencia, pero queda afuera por su edad. La idea es tener una serie de beneficios fiscales a cambio de tomar personal en franjas débiles. Es una forma de generar trabajo genuino y comenzar a desmontar los planes sociales que subsidian empleo y que hoy no están funcionando porque no se formalizan”, explican.
◆ Fondos de formación. Promover la empleabilidad a partir de espacios de capacitación aplicable. “El sindicato tiene que capacitar a la gente en lo que hace falta al mercado. Eso sale de la plata que cobre el sindicato en capacitación. Hoy la plata está, el problema es que se está usando para otros fines”, marca Novaira.
◆ Elasticidad de carga horaria. Un punto a plantear es eliminar las restricciones y rigideces en la distribución de la carga horaria fijada en algunos convenios colectivos.
◆ Presión tributaria laboral. Se apunta a una disminución en la presión tributaria de los aportes jubilatorios y volver a parámetros históricos de presión sobre el salario. Los dirigentes empresarios afirman que en 2001 la presión fiscal sobre el salario era de hasta el 24% y que hoy hay sectores con recarga tributaria sobre el salario del 39%.
Acuerdos sectoriales. A la hora de la estrategia puntual para dar sustento a una iniciativa de cambio estructural los empresarios piensan que el proyecto de reformas y reconversión laboral que están diseñando debería lograr acuerdos sectoriales, consensos entre las cámaras y federaciones empresarias y los gremios de las distintas ramas de la actividad. Y con un grado de acuerdo y consenso más amplio hacer pie para exigir cambios legislativos. “Lo que hablamos con las 62 Organizaciones es la necesidad de una mesa de sindicatos con empresarios, algo que hoy no existe, porque al Gobierno no le conviene que nos pongamos de acuerdo. Nos juntamos cada 15 días y estamos avanzando”, afirman. Y completan: “Estas son propuestas que al Estado no le cuestan plata. Apuntamos a ampliar la capacidad de las empresas de contratar gente y que se baje la presión tributaria para que no sea la mitad de las empresas las que estén aportando para todo el sistema. Buscamos una propuesta de reconversión laboral que tenga beneficios impositivos para fomentar el trabajo y tomar más personal”.
Una reforma tributaria que acompañe
El otro eje de estudio, el de una reforma tributaria también se está bosquejando: “La clave pasa por eliminar la maraña de percepciones y retenciones que practican las provincias entre ellas a través de convenios multilaterales. Eso hace que la mayoría de las empresas tengan saldo a favor en Ingresos Brutos. Han generado todo un sistema de recaudación a través de la percepción que hacen que el impuesto sea cobrado antes que el hecho que lo origina. La evasión hoy es muy grande y el tipo que evade tiene una ventaja muy grande sobre el resto. Pongamos alícuotas pagables, como primera medida”, señala Vaccaro.