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Nordeste argentino

Los secretos de la selva misionera

Misiones es famosa en el mundo entero por albergar en su geografía a una de las maravillas naturales del planeta: las Cataratas del Iguazú. Sin embargo, la selva misionera guarda otros atractivos, no tan conocidos masivamente pero igualmente bellos.

Misiones Turismo
Un paseo diferente. La selva misionera, un lugar lleno de encantos. | CEDOC PERFIL

La exuberante Provincia de Misiones es conocida internacionalmente por albergar en su territorio a unas de las grandes maravillas naturales del planeta: las torrentosas aguas de las Cataratas del Iguazú.

Pero, la selva misionera guarda secretos y otros rincones para mostrarle al mundo, como los Saltos del Moconá, que en lengua guaraní significa ‘el que todo lo traga’.

Se trata de un atractivo único ya que, contrariamente a las cataratas que se forman cuando el río cae por una depresión del terreno en el mismo sentido de la corriente, estos saltos son una extraña cascada longitudinal, en la que el río cae de costado sobre su propio curso a lo largo de más de dos kilómetros y cava un canal de 80 metros de profundidad.

El entorno virgen a su alrededor es un gran valor agregado de este capricho de la naturaleza, que todavía es un secreto para el turismo masivo. Ubicados en la Reserva de Biósfera Yabotí, la porción de selva subtropical más extensa de Argentina, los saltos le regalan a sus privilegiados visitantes el impactante espectáculo de las aguas que atruenan, con el telón de fondo de la selva y el cielo.

Una generosa flora y fauna autóctona, así como interesantes leyendas guaraníes alimentan la magia del lugar.

En la orilla de la Biosfera Yaboty, se encuentra otro de los secretos guardados por la selva: El Soberbio Lodge, que se presenta como un alojamiento boutique que permite vivir la experiencias de la vida en la naturaleza sin resignar sofisticación y confort.

Excursiones náuticas, terrestres y safaris fotográficos, así como los paseos en canoas indígenas o kayaks y los avistajes de flora y fauna, son algunas de las propuestas del lodge. Desde su salón vidriado, se puede contemplar el bosque nativo, los campos de citronella bordeados por el río Uruguay y a lo lejos, la costa de Brasil.

Se trata de un complejo íntimo, de sólo cuatro habitaciones y una cabaña de dos plantas, en proximidades del hotel, que está ambientado con artesanías autóctonas en tonos inspirados en la selva.

Disfrutar de la luna misionera en todo su esplendor desde el deck de la habitación, degustar los sabores de los frutos de la tierra obtenidos en la huerta del lodge o dejarse llevar por los sonidos de la naturaleza en los siete kilómetros de senderos propios, son algunos de los privilegios de alojarse allí.

Más información: http://www.elsoberbio.com.ar