Tras una sesión en la que Diputados aprobó una reforma que limita los DNU con 140 votos a favor y 80 en contra, el diputado cordobés analizó las implicancias del debate parlamentario. En diálogo con Punto y Aparte, Punto a Punto Radio (90.7), Picat aseguró que el freno al artículo más restrictivo preserva la herramienta legal de los DNU y abre una etapa de negociación política en el Congreso.
“El Ejecutivo no puede gobernar sin consensos”, planteó. Sostuvo, también, que el oficialismo “retomó el diálogo” con los gobernadores y proyectó que esa apertura permitirá encarar reformas de “segunda generación” tras el 26 de octubre.
—¿El Congreso tiene herramientas reales para defender la institucionalidad frente a los DNU?
—Sí, tiene herramientas para hacerlo. En estos últimos dos años hubo dos DNU que se anularon porque el Congreso trabajó, o sea que la herramienta legal existe. Pero el kirchnerismo, sobre todo, y una parte de la oposición empujaron a que algo que en 2006 se había cambiado a su favor se diera vuelta y se pusieran reglas más restrictivas. Eso, para nosotros, invalidaba la gobernabilidad, sobre todo por la debilidad que hoy tiene el Gobierno en ambas cámaras.
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Diálogo con gobernadores y artículo 3
—¿Qué cambió en la sesión de ayer?
—Por suerte cambió el diálogo con los gobernadores. Hubo un trabajo importante de Francos y Catalán para conversar con ellos y sacar el artículo 3, que era el más restrictivo. Ese artículo hizo volver el proyecto al Senado y ahora parece haber acuerdo para modificarlo o eliminarlo. Eso le da vida a la ley de DNU hasta después de las elecciones y, posiblemente, hasta la nueva configuración de las cámaras en diciembre.
—¿La reacción de los gobernadores fue más para ponerle un límite al kirchnerismo?
—Tengo dos lecturas. Una, no caer en la hipocresía: los gobernadores también dictan decretos; no puede haber doble vara. La otra es que veo una luz al final del túnel. El Gobierno está empezando a dialogar y a buscar acuerdos. Espero que sea para reformas de segunda generación, después de la Ley Bases. Incluso no haberse aprobado la modificación del impuesto a los combustibles fue parte de ese nuevo diálogo.
—La debilidad política del Gobierno, ¿se tradujo en debilidad institucional?
—Desde mayo viene un derrotero. Con esta manera de dialogar y con lo que venga después del 10 de diciembre, salga como salga el 26 de octubre, el Gobierno va a sostener al menos un tercio en Diputados y podrá sostener vetos. Eso le dará más fuerza institucional. Hoy no controla a todos sus diputados porque vienen de diferentes alas y de distintos partidos.
Ordenar Diputados: Macri y el trabajo uno a uno
—¿Cómo influye la nueva relación con Mauricio Macri?
—Siempre es positivo que figuras como Macri, exintendentes o exgobernadores cumplan un rol de consejeros, más en el AMBA donde el PRO es fuerte. Pero falta trabajo uno a uno con los diputados. El presidente de la Cámara y/o el ministro del Interior deben relacionarse con cada legislador que a veces no tiene gobernador ni jefe político. No alcanza con dialogar con Macri: se necesitan gobernadores y diputados independientes, incluso si están del otro lado respecto de su gobernador.
—También hay ruidos con propios…
—Sí. La vara tiene que estar más alta. La gente espera que seamos distintos. Hay que prepararse, leer y respetar la investidura. Espero que con la nueva composición se elijan candidatos —algunos conocidos, otros no— con otro comportamiento, distinto del rejunte de estos años.
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Campaña en Córdoba y rendición de cuentas
—¿Cómo ve la campaña en Córdoba?
—Veo una campaña del oficialismo cordobés obscena. Abrís una app, YouTube, el diario web o caminás la ciudad y está empapelada. ¿De dónde sale ese dinero? ¿De los impuestos? ¿Del bolsillo de Schiaretti? ¿De la droga? ¿De empresarios? Sería bueno que rindan cuentas. Hay desigualdad en comunicación. La Libertad Avanza corre con desventaja: no pone plata y su candidato no es conocido. La ventaja es Milei, con conocimiento pleno. La campaña debería levantar lo positivo: políticas industriales y agropecuarias, y federalismo fiscal que beneficiaron a Córdoba.
—¿Qué marcan las encuestas?
—Al principio Schiaretti parecía ganar caminando; después se acercaron. Muchos estaban defraudados y sin ganas de votar, pero con el regreso del kirchnerismo/Kicillof y ese peronismo que “voltearía el Congreso”, mucha gente dijo “no”. Tras la elección de Buenos Aires, las encuestas muestran más ganas de participar. Va a depender de la participación del 26 de octubre para que La Libertad Avanza pueda ganar en Córdoba.