La 19ª visita de Mauricio Macri a Córdoba desde que es presidente sirvió para ratificar dos cuestiones: la primera, que el líder del PRO mantiene un idilio intacto con buena parte del voto duro que conserva en la provincia con más rechazo a la figura de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner; la segunda, que lo que ocurrió en la primera parte del año entre los socios cordobeses, debe quedar atrás. Todas las discusiones, disputas e internas que se evidenciaron entre radicales, macristas y juecistas locales antes y después del 12 de mayo tienen que formar parte del pasado.
Es prácticamente una orden que imparten desde Balcarce 50 y que hicieron explícita en sus discursos tanto Macri como el senador nacional y candidato a vicepresidente del oficialismo, Miguel Ángel Pichetto.
El “sana, sana colita de rana” que utilizó Macri para concluir su discurso en Forja el pasado viernes al mediodía cerró las diferencias entre los cordobeses que se comprometieron a respaldar sin condicionamientos la boleta completa. Y más gráfico fue un radical que mantiene diferencias con varios de los que integran la lista de Juntos por el Cambio en Córdoba: “hay que taparse la nariz, más allá de las diferencias que tengamos, y meter la boleta completita…”.
Con esta promesa de todos los que integran el espacio en Córdoba, Macri partió el viernes y retornará el 26 de este mes para una actividad que se hará en el interior provincial -ahora estuvo en la Conae en Falda del Carmen y en Villa Allende junto a Eduardo ‘el Gato’ Romero, el macrista más puro de los intendentes cordobeses- y el 6 retornará a la capital cordobesa.
El cierre de campaña antes de las Paso, que en algún momento se especuló con que pueda realizarse en Córdoba tal como ocurrió en otras ocasiones en 2015 y 2017, no se haría en esta provincia. De acuerdo con lo que confió un conocedor del minuto a minuto de la campaña cordobesa, el jueves previo a las Primarias de agosto tendría otra sede pero sí se guardan varias fichas para concluir la agenda proselitista en octubre.
“Se adelantaron los tiempos: agosto se vivirá con un clima de octubre por la polarización y habrá mucho voto útil. Entonces, no sería raro cerrar acá en Córdoba la campaña de la general que tendrá el clima de un ballotage”, confió un integrante de la alianza a PERFIL CORDOBA.
En Casa Rosada también analizan que Córdoba aún mantiene un halo macrista infranqueable, que les permite además evitar disputas como las que se viven en provincia de Buenos Aires y las que se empezaron a abrir en Capital Federal, luego de una semana con María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta en el centro de la escena.
Polarización nacional, sin críticas al PJ cordobés. En medio del escenario mano a mano que se vive entre la fórmula liderada por Macri y la que integran los Fernández la estrategia nacional tuvo su debut en Córdoba con los discursos: todas las críticas son al kirchnerismo. No hay ni siquiera un atisbo de cuestionamientos al Gobierno provincial que encabeza Juan Schiaretti, ausente desde el jueves con motivo de una gira por Europa en busca de fondos.
Nadie, ni los que integran la fórmula presidencial, como así tampoco los candidatos a diputados nacionales pusieron entre sus críticas al schiarettismo. Porque, como bien saben en Balcarce 50, el gobernador y el presidente comparten votantes.
“A los cordobeses les digo, independientemente de quién votaron en la provincia, esta es una decisión que compromete el futuro de la Argentina y no tenemos que esperar hasta fin de año para dar la señal más importante. No volvemos nunca más atrás”, dijo Mario Negri, el primer candidato a diputado, afirmando el plan de cuestionar al kirchnerismo no al schiarettismo y su boleta corta.
El líder del interbloque de Cambiemos en Diputados subió la vara en esa línea cuando dijo “ahora vienen a pedir disculpas los que durante 12 años le dieron la espalda a Córdoba”, en referencia a lo que había señalado en el comienzo de la semana Alberto Fernández.
Por su parte, Luis Juez, quinto en la boleta en el tramo a Diputados y muy crítico de la gestión provincial, tuvo un discurso duro en contra del kirchnerismo -en sintonía a lo que había expresado en Parque Norte el miércoles- y también hizo referencias al cambio de relación que deben mantener entre los socios locales: “con Ramón (Mestre) nos dijimos de todo pero ahora tenemos que tirar para adelante”, se despachó el exintendente.
En tanto, el otro compromiso que sumó Macri en su paso por Córdoba fue el de los intendentes del Comupro, que tampoco obtuvieron buenos resultados locales y quedaron envueltos en la disputa provincial entre radicales y macristas, pero que terminaron ratificando el respaldo para la elección nacional. Fundamentales en su rol para la fiscalización.
Así concluyó la primera visita de Macri en modo reelección y desactivando cualquier roce o pase de facturas que haya quedado pendiente.