De la misma manera que ocurrió con la interna del partido hace más de dos meses, la alianza de Ramón Mestre y Mario Negri volvió a surtir efecto y lograron arrebatarle el congreso de la UCR a Rodrigo de Loredo. Con lo cual, la mayoría de congresales que ayer se reunieron por Zoom le terminaron otorgando a Convergencia, el espacio integrado por el exintendente y el diputado nacional, el poder para firmar las alianzas con los otros partidos.
Tras más de seis horas de discusión virtual, la mayoría de los 122 congresales le dio la lapicera al tándem que, en marzo pasado, y también después de una larga pulseada, se había quedado con el partido con Marcos Carasso como flamante presidente de la UCR.
El mestrismo hizo pesar la mayoría de los congresales que ostentaba previo al inicio del debate y convirtió en titular del congreso a un hombre cercano al extitular del Palacio 6 de Julio, el actual vocal por la oposición en el Ersep, Facundo Cortés Olmedo, quien se impuso por 67 votos a 49 al angelocista Javier Fabre, el dirigente que impulsaban desde Sumar para ese cargo.
De manera tal que, tras quedar la presidencia del partido en manos del negrismo, los delegados al comité nacional y el congreso en poder de Mestre, ahora el acuerdo entre el exintendente y el líder del bloque opositor en Diputados puede tener un nuevo capítulo: con Daniel Márquez, un dirigente cercano a Negri, aterrizando en el Ersep en reemplazo de Cortés Olmedo.
Decisión que anticipa una nueva discusión en el resto del partido, tras varios meses de ebullición y tensión permanente entre Mestre y De Loredo.
Todos adentro. En la previa algunos especulaban con la posibilidad de que el alfonsinismo no terminara acordando con el resto de sus correligionarios de Convergencia y jugara por fuera. Estrategia que motorizó llamados y charlas largas en las últimas horas del viernes, por la importancia de lo que pudieran hacer los congresales de Sergio Piguillem y del legislador provincial, Dante Rossi.
Sin embargo, esto se desactivó y no hubo fisuras en Convergencia. Aunque nadie descarta que este sector, que viene siendo crítico de la alianza y el rol del partido en la coalición Juntos por el Cambio, aspire a mejores condiciones de ahora en más. Por ejemplo, pidiendo casilleros en las listas para las Legislativas de este año.
Piguillem, además, se quedó con una de las vicepresidencias del congreso; en tanto que la otra quedó para Gabriela Negri, la hermana del diputado nacional y exintendenta de Capilla del Monte.
En tanto, la mesa ejecutiva quedó compuesta con siete dirigentes que vienen de Convergencia y tres que aporta Sumar. Con lo cual, la mayoría del órgano, como así también la cúpula del congreso, quedaron en poder del sector integrado por Mestre, Negri y Rossi; quienes se quedan con la facultad de sellar alianzas.
Tensiones de una definición áspera. Desde hace varios días se sabía que la discusión sería álgida en el congreso de la UCR. En primer lugar, por las tensiones propias que vive la fuerza desde hace varios meses con líderes enfrentados y con posturas, para algunos, irreconciliables.
Y, en segundo lugar, porque la metodología para llevar adelante el debate no fue la que muchos hubiesen querido. Sobre todo, los más experimentados en discusiones del centenario partido.
El viernes a última hora la preocupación para muchos pasaba por saber cómo iban a hacer para conectarse al Zoom en aquellos departamentos donde el wifi no es moneda corriente, el paquete de datos con el que iban a contar y desde Sumar terminaron reconociendo que “se cayeron varios” después de un debate que superó las seis horas.
En la tarde de ayer hubo críticas también a la manera en la que el propio De Loredo llevó adelante el debate virtual y dirigentes opositores al concejal lo acusaron de silenciar algunos micrófonos.
Lo que viene. Ahora, y pese a las intenciones de algunos de llegar a un acuerdo entre todas las posturas, las divisiones están más a flor de piel que nunca. En parte, porque no llegaron a buen puerto algunas conversaciones que hubo a comienzos de la semana y en un almuerzo del que participaron armadores de Mestre, Negri y los que llegaron del lado de Sumar.
Y también porque el impacto que esto puede tener a nivel nacional también amenaza con seguir dividiendo a los protagonistas de la pulseada de ayer. Porque cerca de De Loredo simpatizan más con la candidatura de Gustavo Santos al Senado que propone el expresidente Mauricio Macri; y porque en el entorno de Negri insisten con el vínculo con el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
Por lo que nadie descarta que Negri esté detrás de un operativo clamor con características similares a las de los encuentros tradicionales del partido en Villa Giardino y lanzando su candidatura a la Cámara alta con el respaldo de buena parte del aparato partidario.