La que terminó fue una semana bisagra para el oficialismo provincial que lidera el gobernador Juan Schiaretti. Hace unos días, el presidente provisorio de la Unicameral, y jefe de campaña como presidente del PJ cordobés, Oscar González, accedió a un mapa con obras que tiene próximas a inaugurar el Gobierno provincial y fue él quien estimó el momento indicado para dichas inauguraciones.
Pero, además, el propio González y el ministro de Desarrollo Social, Carlos Massei, el otro armador que tiene el PJ provincial, fidelizaron la relación con el resto de los socios de Hacemos por Córdoba, empezaron a explorar la chance de sumar nuevas fuerzas –algo que se concretará esta semana-, y lideraron el encuentro con los gremios el viernes pasado en horas de la tarde.
Acto que será de los pocos con presencialidad y que le sirvió al comando de campaña para llevar tranquilidad a los principales despachos del Centro Cívico: “el grueso de la pata sindical, está adentro”, según se encargó de reconocer el viernes en horas de la noche un integrante de la jefatura de campaña a PERFIL CORDOBA. Y, el optimismo schiarettista le suma, el vínculo con las organizaciones sociales, además de las visitas que se vienen a los intendentes y el resto de los casilleros, desde Vigo y Natalia de la Sota, hacia abajo, que tienen para seguir negociando.
Con lo que se explica por qué definen como importante la semana que pasó en el Gobierno provincial y ponen el GPS en lo que resta: definir las listas para entrar en la próxima fase, la de la campaña dura y la disputa con el Frente de Todos por el segundo lugar detrás de Juntos por el Cambio.
El clásico: obras. En el entorno del gobernador destacan que el impacto de la última reelección se debió al plan de obras que impulsó Schiaretti entre 2015 y 2019. Por ende, la receta de cortar cintas no cambiará. La reunión de González fue con el ministro de Servicios Públicos, Fabián López, lo ratificó y el cronograma está claro acerca de los plazos para la foto de las inauguraciones.
En ese esquema, reconocen que, además del departamento Capital, Punilla volverá a ser relevante, lo mismo que Colón, Santa María y Río Cuarto. En San Justo, la territorialidad que aportan el intendente Martín Llaryora y el vicegobernador Manuel Calvo en la carrera por la sucesión, les da cierta calma en la disputa por los intendentes que El Panal mantiene con Casa Rosada.
Aunque hay además otro factor que inquieta más a lo albertistas cordobeses que al Centro Cívico, y es la contención que el secretario de Obras Públicas de Nación, Martín Gill, les da a los jefes comunales en Córdoba. “Los intendentes tienen que aprovechar los fondos, no importa de donde vengan. Y eso está bien”, reconocen en modo amistoso los funcionarios provinciales.
Además, entienden en la Provincia, la relación con Nación por ahora es “sin contraprestaciones”, como la definió un schiarettista a este diario y es lo que le trasladarán a los intendentes.
La pata sindical. El viernes por la tarde, González, Massei, el diputado Paulo Cassinerio, el viceintendente Daniel Passerini y los legisladores provinciales Leonardo Limia y Diego Hak, entre otros integrantes del comando de campaña hicieron la escala que esperaban en el Centro Cívico: la reunión con los gremios en la sede de Smata. Acto del que también participó el titular de la CGT Regional, el delasotista José Pihen.
En el punteo que hacen desde el schiarettismo en torno a los sindicatos que apoyarán la lista de Vigo-De la Sota, incluyen a la mayoría. “Sacando a (Juan) Monserrat de Uepc, Ilda Bustos de Gráficos y (Raúl) Ferro, de La Bancaria, el resto de los gremios respalda. De hecho, estaban hasta los Judiciales que tienen una conducción más afín al kirchnerismo y acompañaron el acto”, reconoció un schiarettista a este diario.
Es más, los jefes de campaña de Schiaretti destacaron que hubo más de un mensaje crítico por parte de los gremios a las espadas del FdT en Córdoba y citaron una frase de una vieja reunión en la que dijeron no haber sido bien tratados por la persona que en aquel momento los convocó.
Con el Movimiento Obrero Peronista de Córdoba, parte de la conducción de CGT (la central se parte con Monserrat del lado FdT), las 62 Organizaciones y el Movimiento de los Trabajadores que encabeza Pablo Chacón, en el schiarettismo afirman que empezaron a muscular la pata sindical.
Fidelizar socios y buscar nuevos. Por último, con la ratificación de todos los socios de la coalición Hacemos por Córdoba, ahora se podrían sumar espacios más chicos para tratar de fortalecer la alianza de cara a lo que viene. En esa tarea, también estuvieron González y Massei, donde se reunieron, por ejemplo, con el GEN, el partido de Margarita Stolbizer que en Córdoba lidera Miguel Ortíz Pellegrini y que tiene, además, una banca en la Unicameral dentro del oficialismo.
Los contactos con los nuevos socios se van a producir esta semana. Y también los próximos días serán importantes para el vínculo con las organizaciones sociales, la otra pelea con el kirchnerismo. Quien está en esa carrera es Massei y los primeros pasos serán con el Movimiento Evita para después avanzar con otras agrupaciones.
