Belgrano debutó con el pie derecho, al menos en el marcador. Le ganó a Tigre la primera de las finales que -según la nomenclatura de su flamante entrenador Alejandro Orfila- le impuso el fixture de la Primera Nacional.
El Pirata se quedó con la victoria en el final del encuentro, cuando el trámite le otorgaba más chances a su adversario de quebrar la igualdad. En el epílogo de una noche que en lo personal pintaba para el olvido, Pablo Vegetti sacó a luz su experiencia y su impronta goleadora para transformar en tanto y victoria un penal impensado en un esporádico avance.
Antes y después Belgrano mostró muchas caras diferentes. Ninguna convincente. La primera media hora la jugó replegado en su propio campo y utilizando a Hernán Bernardello como referencia de juego. La estrategia expuso al volante central a un desgaste y un roce innecesario que le terminó costando su permanencia en cancha. Recién con el obligado ingreso de Santiago Longo asomaron en el sector clave del terreno Valentín Barbero y Mariano Miño, aunque este lució muy pendiente de su marca y hasta con algunas dificultades físicas que había logrado disimular entresemana.
Frente a ese rival tan escasamente ambicioso Tigre se floreó con Sebastián Prediger como amo y señor de todos los avances y con el resto del equipo desplegado en ofensiva sin más precauciones que hacerle un seguimiento a Vegetti según donde se moviera. Por suerte para Belgrano, la visita no tuvo profundidad. Apenas logró inquietar a Nahuel Losada con un par de remates lejanos, pero al menos cumplía la premisa de jugar lejos de su arco.
De repente la “B” empezó a moverse mejor en bloque, sacó provecho del enroque entre Barbero y Miño y complicó a un Tigre que tal vez se había relajado demasiado. En una buena acción de presión colectiva forzó el error defensivo que le permitió a Juan Ruiz Gómez establecer la ventaja. Aunque no resultó justiciero, el 1-0 premio la máxima eficacia ofensiva del local.
El complemento mostró dos ráfagas de Belgrano y un vendaval de Tigre. La visita hizo los ajustes de tuercas y los recambios de piezas necesarios para lograr un mejor funcionamiento y meterle más presión al Celeste. Llegó al empate con el exInstituto Pablo Magnín y fue por más. A esa altura del partido Belgrano ya estaba reorganizado para aguantar. Orfila se la jugó por la única esperanza que le quedaba en el banco: la experiencia del uruguayo Adolfo Lima. Y mal no le fue. En una acción de ataque prácticamente aislada, el mediocampista charrúa se paró en el vértice del área grande, esperó que la pelota le llegara ya con la decisión tomada de habilitar al pibe Tomasetti, y una grosera infracción completó el combo. Vegetti tradujo todo eso en gol y permitió que Belgrano siga siendo una gran incógnita. Pero una gran incógnita con tres puntos en elbolsillo.
Síntesis del partido
Belgrano (2): Nahuel Losada; Juan Barinaga, Diego Novaretti, Ezequiel González y Axel Ochoa; Valentín Barbero, Hernán Bernardello y Mariano Miño; Juan Ruiz Gómez, Pablo Vegetti y Facundo Heredia. DT: Alejandro Orfila.
Tigre (1): Felipe Zenobio; Gabriel Compagnucci, Facundo Alarcón, Abel Luciatti y Sebastián Prieto; Sebastián Prediger; Cristian Zabala, Lucas Menossi y Diego Becker; Tomás Fernández y Enzo Díaz. DT: Diego Martínez.
Goles: PT, 35m Ruiz Gómez (B). ST, 24m Pablo Magnín (T) y 41m Vegetti (B), de penal.
Cambios: PT, 15m Santiago Longo por Bernardello (B). ST, al comienzo, Gerónimo Tomasetti por Miño (B); 13m Francisco González Metilli por Zabala (T); 15m Rodrigo González por Barbero (B); 19m Magnín por Fernández (T); 32m Adolfo Lima por Facundo Heredia (B); 45m Juan Ignacio Cavallaro por Becker (T) y Diego Sosa por Prieto (T).
Amonestados: Ochoa, Vegetti (B); Prieto y Compagnucci (T).
Cancha: Belgrano. Árbitro: Emanuel Ejarque.