Perfil
CóRDOBA
LEY DE PARIDAD DE GENERO

Por una verdadera solidaridad entre pares

¿Por qué es necesario contar con una ley que ampare al género para ocupar cargos en las representaciones legislativas?

26-11-2017-paridad de género
ES LEY. La Ley de Paridad de Género, que se implementará desde 2019. | CEDOC PERFIL

La sanción, algo sorpresiva, de la Ley de Paridad de Género a nivel nacional nos ha llamado a reflexionar nueva mente: ¿por qué es necesario contar con una ley que ampare al género para ocupar cargos en las representaciones legislativas? 

Tratemos de comprender las posturas que se generan en esta discusión. De un lado, se promocionan a ultranza los cupos y se habla del patriarcado machista imperante en nuestra sociedad. Por ende, la sanción de esta ley es un logro de la lucha permanente por la reivindicación de nuestro género. Del otro lado, nos invitan a pensar que las mujeres no necesitamos cupos porque se trataría de victimizarnos generando una discriminación inversa. Y por lo tanto, no necesitamos una ley que nos reconozca solo por el hecho de tener un género u otro, ya que los lugares se ocupan por méritos y capacidades. 

Me pregunto si es necesario seguir alimentando este tipo de dicotomías cuando, en verdad, hace muchos años que impera en nuestra sociedad la conciencia del rol que ocupamos y podemos ocupar las mujeres. En tren de sincerarnos, sería infinitamente más productivo construir una visión solidaria entre pares, hombres y mujeres, donde lo que prime sea el valor del mérito y las capacidades. 

¿Cuál es la razón por la que esta solidaridad no llega aún a la cuestión de género? Simplemente porque todavía subsisten estructuras políticas donde la concepción de democracia interna y discusión de roles y capacidades viene demorada. Porque en los espacios partidarios tradicionales el mérito es otorgado por cercanía a quien toma las decisiones. Porque aunque una mujer sea capaz -y lo demuestra, si viene de la mano de un padrino, siempre sus aptitudes estarán en tela de juicio. En la Argentina de hoy la moderación, el diseño de alternativas y los consensos, necesariamente, deben venir de la mano de la participación de todos, hombres y mujeres. 

Aunque todavía, para asegurar esa participación, sea necesaria una ley. Sin la ley la discusión quedaría relegada al seno de los ámbitos partidarios, debiendo siempre demostrar que los padrinazgos no son necesarios, solo las capacidades. 
Tomemos como base la cantidad de mujeres y hombres profesionales en los ámbitos legislativos: es un parámetro indiscutible de la determinación que ponemos las mujeres a la hora de hacer, querer hacer bien y dar lo mejor. Este debate debe darse como sociedad en todos los ámbitos, en los claustros académicos, en los gremios, en los colegios profesionales, en las familias, de madera sincera y democrática. Alejémonos de las discusiones sexistas, de superioridad de géneros, de la innecesaria tensión entre ambos. 

Mejor busquemos la complementariedad con objetivos claros como sociedad y brindando lo que cada quien pueda brindar en orden a dar lo mejor de sí. Por la transformación y la pacificación social, en todo ello, las mujeres tenemos mucho para decir y aún más por hacer. Con este compromiso, las mujeres que ocupamos roles públicos o privados debemos ocuparnos de abrir caminos, colaborar y, sobre todo, ser responsables de forjar caminos para muchas otras mujeres y hombres, para que la participación sea efectiva y que ocupar espacios no sea solo por el amparo del género, sino del mérito.

Soher el Sukaría 
Legisladora. Presidenta del PRO Capital