Talleres lo hizo otra vez. Desperdició una chance inmejorable que le otorgó la Superliga de ponerse a tiro en la discusión por la vuelta olímpica. Una victoria ante Lanús, que llegaba con un invicto de siete partidos pero también con el antecedente de no haberle ganado nunca a la “T” en Córdoba, le hubiera permitido al elenco de barrio Jardín quedar a dos puntos de Boca y Argentinos Juniors, respectivos viejo y nuevo líder del certamen de Primera División de la AFA. Pero no hubo caso.
La ilusión que generó la propuesta ultraofensiva de Alexander Medina, con Franco Fragapane y Jonathan Menéndez por los costados y el tándem Nahuel Bustos-Dayro Moreno en el centro del ataque, se desmoronó como un castillo de naipes apenas el Granate apretó el acelerador en el área local. El primer desborde de Marcelino Moreno, el jugador más determinante de la noche en el Kempes, terminó en un penal que el histórico José Sand transformó en ventaja cuando el cronómetro marcaba 3 minutos de juego.
Talleres ni siquiera alcanzó a reaccionar cuando Guido Herrera tuvo que buscar nuevamente la pelota adentro de su propio arco. A los 6 minutos, Lucas Vera apareció otra vez en escena y, ante la endeble respuesta de fondo albiazul, metió un pase filtrado que el juvenil Alexandro Bernabei capitalizó con un buen control, un desborde y el posterior disparo a la red.
Con la tempranera y holgada ventaja, Lanús se dedicó a mostrar su mejor repertorio: un ida y vuelta en bloque (con un gran trabajo de Vera en el mediocampo) desplegado con la seguridad de quien tiene el libreto bien estudiado. Con el impacto de los dos goles en contra, Talleres se lanzó a presionar sin orden y sin inteligencia, quedando siempre expuesto a una réplica que pusiera una vez más en evidencia su fragilidad defensiva.
El trámite cambió de sentido, y se hizo más favorable para el local, cuando Cubas se afianzó en el círculo central y encontró en Méndez a un ladero bien dispuesto para el quite y la entrega precisa. Ahí entró en sintonía Fragapane, lanzado ya como extremo por derecha, y Dayro Moreno comenzó a exigir al arquero Agustín Rossi.
Los últimos 20 minutos del primer tiempo fueron lo mejor de Talleres, porque logró sostener el partido en terreno contrario y buscó el arco rival con decisión, a tal punto de llenar de córners el área del elenco bonaerense. En uno de esos tiros de esquina llegó el descuento: centro de Fragapane, cabezazo de Komar y aparición goleadora de Dayro para corregir la trayectoria del balón y encender la ilusión.
Con el impulso del gol del colombiano, la “T” se lanzó con determinación en busca de un empate que parecía estar al caer cuando el árbitro Mauro Vigliano, de flojo desempeño, señaló la hora del descanso.
Se quedó sin defensa
Ni siquiera el más pesimista hincha de Talleres hubiera imaginado lo que sucedería en el mismísimo arranque del segundo tiempo. Con cuatro toques, en menos de 20 segundos, Lanús volvió a mostrar la peor cara del conjunto del “Cacique” Medina. A Marcelino Moreno le tocó esta vez ponerle el moño a la jugada, luego de un control que se pareció demasiado a una mano intencional y que Vigliano obvió por completo.
A pesar del golpe en seco que representó el 3-1, el partido le dio la chance a Talleres de un inmediato descuento. Nahuel Bustos conectó de derecha un centro de Dayro y renovó la esperanza de los 30 mil parciales albiazules que anoche se dieron cita en el estadio que días atrás fue designado como sede de la final de la Copa Sudamericana 2020.
El entusiasmo del tanto renovó el impulso de ir por la igualdad, pero en la primera réplica Lanús le dio otro baño de realidad al cuadro cordobés. El toqueteo granate terminó, en este caso, con Tenaglia llevándose por delante la pelota y batiendo su propia valla, ante un Herrera ya impotente a esa altura del partido.
Lo que vino después fue mucho empuje y poco jugo de parte de un Talleres que ya no tenía demasiadas luces en la zona de volantes y que ya había intentado barajar y dar de nuevo con algunos cambios que no dieron resultado. Para colmo, Vigliano –el mismo al que la Conmebol tiene catalogado como el mejor árbitro VAR del continente- dejó sin sanción una clara mano de Lautaro Valenti dentro del área visitante.
Está claro que de un tiempo a esta parte Talleres parece haber perdido esa impronta que había generado entusiasmo en su gente y respeto en sus rivales. Ese porte de equipo ordenado, intenso y contundente al que le alcanzaba con jugar de a ratos para ser, si no lúcido, al menos convincente. Ante Lanús tuvo el mérito de recuperarse de la adversidad, una y otra vez. Pero los groseros errores defensivos, claramente su talón de Aquiles, lo terminaron condenando a un nuevo traspié.
Sumando las derrotas ante Independiente (2-3) y Atlético Tucumán (1-2), la “T” recibió nueve goles en los últimos tres partidos, lo que no es poca cosa. Por mucho “poder de fuego” que se tenga –y Talleres lo tiene- no hay forma de sostener aspiraciones serias de protagonismo con una fragilidad tan llamativa en las inmediaciones de su propio arco. Un problema serio para solucionar.
Síntesis del partido
Talleres (2): Guido Herrera; Leonardo Godoy, Nahuel Tenaglia, Juan Cruz Komar y Enzo Díaz; Franco Fragapane, Andrés Cubas, Juan Ignacio Méndez y Jonathan Menéndez; Dayro Moreno y Nahuel Bustos. DT: Alexander Medina. Suplentes: Mauricio Caranta, Facundo Medina, Javier Gandolfi y Diego Valoyes.
Lanús (4): Agustín Rossi; Leonel Di Plácido, Ezequiel Muñoz, Lautaro Valenti y Nicolás Pasquini; Carlos Auzqui, Lucas Vera, Facundo Quignón y Alexandro Bernabei; Marcelino Moreno; José Sand. DT: Luis Zubeldía. Suplentes: Lautaro Morales, Luciano Abecasis y Pedro De la Vega.
Goles: PT, 3m Sand (L), de penal; 6m Bernabei (L); 43m Dayro Moreno (T). ST, 20s Marcelino Moreno (L); 5m Bustos (T); 10m Tenaglia e/c (L).
Cambios: ST, 14m Martín Payero por Méndez (T) y Lautaro Guzmán por Menéndez (T); 18m Tomás Belmonte por Vera (L); 23m Gastón Lódico por Marcelino Moreno (L); 30m Federico Navarro por Payero (T); 32m Nicolás Orsini por Auzqui (L).
Amonestados: Dayro Moreno, Komar, Tenaglia (T); Valenti (L).
Cancha: Estadio Kempes.
Árbitro: Mauro Vigliano.