El crecimiento y descontrol de las fiestas clandestinas en toda la provincia, como así también el incremento en la cantidad de casos y la inminente llegada de la segunda ola de coronavirus, desataron una serie de conversaciones en el seno del Panal que puso la lupa en las posibles restricciones. Posibilidad que en la mesa chica del gobernador Juan Schiaretti empezaron a barajar para después de Semana Santa -el deseo del ala dura-; pero que algunos creen que se puede extender como estrategia para mediados de abril o mayo. De acuerdo a lo que suceda con los contagios.
Lo cierto es que en la última semana hubo mucha preocupación y parte de ese diálogo directo que existe entre la Provincia y el municipio capitalino giró en torno a esto. Desde el área de control de Espectáculos Públicos de la ciudad intensificaron controles, al igual que lo hizo -y lo acentuará- la Policía de la provincia en los próximos días.
Ayer, una fuente de la Provincia afirmó que “no se descarta aplicar restricciones desde el 5 de abril”, después de los feriados de Semana Santa y tras el domingo de Pascuas. Y detalló que las mismas no serían como ocurrieron en parte del 2020, con un cierre total, aunque sí la preocupación está puesta en la circulación nocturna, con las fiestas clandestinas. “Eso es algo transversal: nos afectan las que se hacen en la periferia, en sectores vulnerables; y también las que se dan en los countries, donde resulta a veces, mucho más difícil acceder a controlar”, reconocieron fuentes del schiarettismo.
En torno a de qué manera se podrían realizar los controles, dos funcionarios provinciales reconocieron que por el momento será en horas de la noche. Se está analizando cuál puede ser el impacto en la economía, y cómo se bajará el mensaje sobre todo al sector gastronómico, y están aguardando que el turismo cierre la temporada completa con el próximo fin de semana.
“Antes del verano, en diciembre, los intendentes tenían dudas sobre si iban a tener o no temporada. Y nos decían que era la preocupación en sus localidades. Hubo temporada, nos cuidamos, pero el panorama con lo que viene está cambiando”, señaló a PERFIL CORDOBA un funcionario provincial y agregó: “aparte, algunos municipios ya están retrocediendo”.
La misma fuente agregó que es posible el regreso al centro de los ministros Diego Cardozo y Alfonso Mosquera, de Salud y Seguridad, respectivamente. A los cuales se podría sumar el vicegobernador Manuel Calvo, para completar el tridente del momento más duro de la pandemia en Córdoba.
Pese al hermetismo en la cartera sanitaria, en el gabinete schiarettista nos descartan que el titular de Salud vuelva a tener protagonismo en la previa de la segunda ola.
Y a todo esto, en el Centro Cívico además le agregan el cuarto elemento: el COE. “Cardozo lo dijo hace un par de semanas: el organismo no va a dejar de existir. Sigue funcionando”, señalan en la Provincia.
A la espera de más vacunas. No obstante, dentro de los que piden cautela en el Gobierno local, citan a la ministra de Salud nacional, Carla Vizzoti, y dicen que “hay que esperar”. “Siguen preocupando la noche y las clandestinas. Hay que ver qué pasa con Nación, si ellos toman alguna medida antes y desde ahí la bajan a las provincias. No creo que se apliquen restricciones antes de la primera quincena de abril. A lo mejor se espera hasta mayo”, señaló un alto funcionario provincial.
En el análisis, también se contempla el arribo de vacunas para las próximas semanas para así contener o postergar el inicio de la segunda ola. Si se cumple con los plazos que anunció Nación, acerca de las llegadas de dosis de la china Sinopharm, a las que se suman las Sputnik V y la CovIshield, en el Centro Cívico creen que se puede esperar por las restricciones.
El impacto en los primeros movimientos de campaña
El otro factor que asoma entre los interrogantes que existen para acentuar las restricciones es la elección legislativa de este año. Aunque en El Panal insisten con que hay consenso y respaldo político al gobernador Juan Schiaretti para avanzar en una medida de control más riguroso de la circulación nocturna, es insoslayable que puede tener un impacto en el arranque de la campaña.
Sobre todo, en la capital cordobesa, sede de la madre de todas las batallas en la disputa de los dos peronismos: el schiarettismo y el albertismo. Ambos sectores empezaron su despliegue en la última semana.
El Frente de Todos, la línea que lidera el senador Carlos Caserio tuvo su primer acto con lanzamiento incluido el viernes en la Seccional 11ª y con Olga Riutort, concejala y dirigente con peso en la Ciudad, trazando parte del esquema capitalino.
En la vereda de enfrente, el PJ que se encolumna detrás de la diputada Alejandra Vigo, también tuvo despliegue de sus dirigentes en los barrios. Y un mensaje en la cuenta de Twitter (@PJCbaCap) también en la noche del viernes: “Llegamos en un momento difícil, pero el peronismo está siempre listo para arremangarse y hacer lo que hay que hacer. De la mano de Martín Llaryora estamos recuperando la ciudad para que sea la que soñamos”.
Sin embargo, Caserio, como adelantó la revista Punto a Punto en agosto del 2019 y ratificó Perfil Córdoba hace unos meses, puso en duda la continuidad de los legisladores que le responden a él dentro del oficialismo en la Unicameral.
La segunda ola también puede venir con esquirlas dentro del peronismo de Córdoba.