A partir del 1° de noviembre comenzará a funcionar el Registro Argentino de Muerte Súbita Asociada al Deporte (RAMSAD), un sistema que reunirá datos de todo el país sobre paros cardíacos ocurridos durante la práctica deportiva.
El proyecto está impulsado por cinco instituciones: la Federación Argentina de Cardiología (FAC), la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC), la Sociedad Argentina de Electrofisiología Cardíaca (SADEC), la Federación Argentina de Medicina del Deporte (FAMEDEP) y la Asociación Argentina de Cardiología del Ejercicio y del Deporte (AACADE).
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El objetivo es claro: saber qué está pasando. Los médicos coinciden en que faltan datos concretos sobre cómo, cuándo y en quiénes se producen estos episodios que suelen golpear de manera inesperada.
“Hoy la muerte súbita puede revertirse”
“El término muerte súbita está empezando a cambiar porque, afortunadamente, existen medios para tratar de revertir este evento tan trágico. Hoy se habla también de paro cardíaco súbito recuperado”, explicó José Gant López, jefe de electrofisiología del Hospital Alemán y vicepresidente de la SADEC, para Clarín. El especialista remarcó que gracias a la respuesta rápida, las maniobras de RCP y el uso de desfibriladores automáticos, muchos cuadros pueden tratarse.
En Argentina se registran unas 40 mil muertes súbitas al año, y aunque la mayoría ocurre en adultos con enfermedad coronaria, también puede afectar a jóvenes sanos con alteraciones cardíacas hereditarias que nunca fueron detectadas.
Cómo prevenir y actuar
Los especialistas insisten en que la prevención empieza con un control médico simple. Un electrocardiograma o una evaluación cardiovascular básica pueden detectar la mayoría de las anomalías que derivan en un paro cardíaco. También destacan la importancia de capacitar entrenadores, docentes y familiares en RCP y asegurar la presencia de desfibriladores automáticos (DEA) en clubes y espacios deportivos.
Por eso, el RAMSAD estipula que los profesionales de la salud o del deporte: médicos, kinesiólogos, profesores y entrenadores, serán los encargados de reportar cada caso que se produzca durante la actividad física. Es voluntario, con findes estadísticos, y reunirá información clave de los casos de fallecimiento súbito en mayores de 12 años.
El registro exigirá el relevamiento de información básica sobre cada caso, incluyendo edad, sexo, tipo de deportista (amateur o profesional) y disciplina practicada. También se detallarán las circunstancias del episodio específicas, como por ejemplo: si ocurrió durante o después de la actividad física, la presencia de testigos, el lugar y momento del día, y las acciones inmediatas, como la aplicación de RCP, el uso de un desfibrilador o el tiempo de respuesta de los servicios de emergencia.
Además, se recopilarán antecedentes médicos y familiares, con especial atención a la realización de controles cardiovasculares previos y a la evolución del evento. En los casos en los que se produzca un fallecimiento, se incluirán los resultados de autopsias y los diagnósticos confirmados o presuntivos.
El nuevo registro nacional busca convertir la preocupación social en información útil. Cada dato cargado servirá para entender patrones, diseñar estrategias de prevención y mejorar los protocolos de emergencia.
Casos que conmocionaron a Córdoba
En las últimas semanas, Córdoba fue escenario de varios episodios que reavivaron el tema y generaron alerta. El más reciente fue el de Santino López, de 13 años, que se descompensó durante un partido en Sebastián El Cano. Días antes había fallecido Amadeo Ruiz, también de 13, mientras entrenaba. A ellos se sumó Facundo Arias Prieto, que, lamentablemente, falleció en una clase de educación física en Villa Carlos Paz.
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Aunque estos casos son aislados, impactan por la edad y por el contexto deportivo. El deporte en sí no mata. Lo que lo hace riesgoso es la falta de controles previos o condiciones cardíacas que pasan desapercibidas.