La salida de Luis Juez de la embajada en Ecuador fue uno de los temas que sacudió la política nacional y local la última semana. En el primer caso, por lo que significó la decisión que tomó Casa Rosada que terminó dejando fuera de Quito al cordobés tras el ida y vuelta diplomático que se produjo a partir de las declaraciones del exintendente; y en Córdoba, por lo que representa para los socios locales de Cambiemos el regreso de un jugador que muchos creían lejos.
De acuerdo a lo que pudo saber este medio en el entorno del ex senador, el funcionario aún está golpeado por la situación y sorprendido por la utilización que algunos hicieron de las declaraciones. Cabe recordar que en pleno festejo por la elección de los socios de Mauricio Macri en Córdoba el 22 de octubre pasado, Juez había manifestado que se había bañado y cambiado la camisa para que no consideraran que era “un mugriento que agarró hábitos ecuatorianos”. Tras esto, la tensión en Ecuador fue creciendo y terminaron pidiendo por la salida del embajador, en un hecho que para algunos tiene relación con la interna que mantiene el expresidente Rafael Correa con su sucesor Lenín Moreno.
Superado el episodio, cerca de Juez consideran que hay que dar vuelta la página y casi empezar de nuevo. “El lunes (por mañana) arranca en el estudio y vuelve a la abogacía, porque la matrícula la mantuvo siempre. Lo que sí, es difícil que vuelva a ejercer el derecho penal, es más probable que termine asesorando”, destacó un integrante de la mesa chica del juecismo en el plan que tiene el líder del Frente Cívico para lo que se viene.
En cuanto a las chances de sumarse al ministerio de Defensa que conduce el también cordobés Oscar Aguad, según confirmaron hasta el viernes a este medio, no había existido comunicación alguna entre quienes en 2011 fueron rivales para la gobernación que finalmente ganó José Manuel de la Sota. En esta cartera, o en alguna otra propuesta que presente el Ejecutivo nacional para Juez, el despacho será en Buenos Aires, situación que servirá para no agitar de arranque el clima entre el resto de los cordobeses de la alianza.
La otra posibilidad era la Secretaría de Asuntos Municipales que conduce la chaqueña Aida Ayala, y para la cual Juez ya había sido sondeado en marzo pasado por el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, en Quito. En aquel momento, el integrante del gabinete y el exintendente hablaron de las complicaciones y la experiencia de gobernar una ciudad como Córdoba, y poder trasladar eso a otros jefes comunales del resto del país.
La relación con el titular de la cartera Interior, como así también el vínculo con el jefe de Gabinete, Marcos Peña, son clave para el futuro político de Juez. Por lo que sostienen cerca del exintendente que la relación con ambos está en perfectas condiciones.
Ahora bien, en cuanto a la construcción territorial, el ahora ex embajador deberá comenzar prácticamente de nuevo el rearmado del Frente Cívico. Para lo cual confían en sus condiciones para tender lazos a nivel territorial, visitar cada tanto la Unicameral, que tiene como legisladores a su hermano Daniel y a Juan Pablo Quinteros como su otra espada. Mientras que el armado en el interior será lo más complicado: la fuga de intendentes juecistas a otras fuerzas, sobre todo al macrismo en el último tiempo, fue amplia.