El radicalismo, en todas sus vertientes, calienta el clima rumbo al encuentro que se llevará a cabo en Villa Giardino 6 y 7 de marzo próximo. En un año de elección interna en el que el exintendente Ramón Mestre se juega el poder y el sello, en las últimas horas se conoció que el intendente de Mendiolaza, Daniel Salibi, apuesta a una estocada al foro de jefes comunales de la UCR.
El ente, que tuvo como presidente a Mestre hasta diciembre, ahora es comandado por Ariel Grich, intendente de la localidad de Monte de los Gauchos y quien llegó al cargo respaldado por el extitular del Palacio 6 de Julio.
La designación de Grich hizo ruido y generó disconformidad en algunos sectores, particularmente entre intendentes que habían demostrado su descontento en el proceso eleccionario. Entre ellos, Salibi venía siendo muy crítico de la pérdida del rol institucional del foro y del crecimiento del perfil político del ente.
Los que estuvieron cerca del jefe comunal de Mendiolaza reconocen que “se está hablando y se va a definir esta semana”. “Hubo reuniones con otros intendentes, incluso con algunos cercanos a Mestre, y se cuestionó el perfil político que puso en riesgo la relación entre los propios pares”, dijo un integrante del foro que además reconoce que haber llevado el organismo a la Casa Radical “fue otro de los errores”.
Hay algunos intendentes que le pidieron a Salibi que espere unos días y el intendente de Mendiolaza habría puesto algunas condiciones. De no prosperar, el nuevo foro sería lanzado antes del encuentro en Punilla.
Rumbo al encuentro en Giardino, hay otras cuestiones que generan tensiones. Desde una reunión que pretende encabezar Mestre el próximo fin de semana por el interior, similar a la gira por el norte que hizo hace algunos días por el norte provincial acompañado de diputados nacionales y legisladores provinciales.
En la vereda de enfrente de Mestre, el sector que integra, entre otros, el concejal y presidente del Congreso de la UCR, Rodrigo de Loredo, analizan un encuentro previo al de Punilla. Algunos, hasta se animaron a afirmar que podría ser el mismo fin de semana y se empieza a hablar de una “contracumbre”.