El mensaje del gobernador Juan Schiaretti el pasado jueves en el plenario del PJ en el hotel Quórum marcó certezas en cuanto a los tiempos que comenzarán a correr para el oficialismo provincial en los próximos días. El dueño del despacho principal de El Panal pidió, sin vueltas, que la militancia y la dirigencia “no se relaje”, en un marcado discurso partidario en el que también aprovechó para repasar la gestión.
Con el panorama más ordenado que en Cambiemos, en Unión por Córdoba -resta definir también la continuidad del sello- sobrevuela un clima de distensión que algunos referentes observaron con atención y obligó a reagrupar la tropa para bajar línea sobre lo que se viene. Es casi un hecho que los cabeza de lista del peronismo para Provincia y Municipio serán Schiaretti y Martín Llaryora, respectivamente. Más aún con la confirmación de la elección por el Palacio 6 de Julio fijada para el 12 de mayo, al igual que los comicios provinciales.
Entonces, apostando a traccionar desde el distrito capitalino el necesario caudal de votos que Schiaretti necesita en su “operativo reelección”, la opción del sanfrancisqueño como candidato es una fija.
Pero además en el PJ hay ejes que, como lo reflejó PERFIL CORDOBA hace un par de semanas, son la renovación y la cuestión de género, que también fueron parte del discurso del gobernador el jueves.
Por lo tanto, no fueron antojadizos los espacios que se ocuparon en la primera fila del plenario: con schiarettistas puros como Carlos Gutiérrez o Juan Carlos Massei; el propio Llaryora; la diputada nacional Adriana Nazario, flamante incorporación al schiarettismo parlamentario, y también intendentes jóvenes.
Empiezan a cotizar los binomios. En este contexto, al PJ le queda definir los compañeros de fórmula de Schiaretti y Llaryora. Decisión para la cual se tomarán buena parte de enero; en el oficialismo consideran que “ahora el apuro es de otros”, como sintetizó a este medio un dirigente schiarettista y que las duplas tendrán sus primeros bocetos cuando Schiaretti regrese de unos días de descanso.
El gobernador tomará una licencia después del 10 de enero y quedará a cargo de la gobernación Oscar González, presidente provisorio de la Unicameral, en un movimiento que a diferencia del año pasado, ya está sincronizado.
El titular del Ejecutivo provincial sabe que Jesús María podría ser un asterisco festivalero para el presidente Mauricio Macri en los primeros días de enero -se especula con la visita presidencial el 6- y no quiere dejarle el protagonismo absoluto al líder del PRO.
Por lo tanto, con quien Schiaretti empiece a mostrarse en las recorridas veraniegas puede marcar el rumbo de la decisión que se esté tejiendo en El Panal. Para el casillero suenan, dentro de los intendentes, Facundo Torres (Alta Gracia), Martín Gill (aunque hayan aparecido carteles por su reelección en Villa María) y el riocuartense Juan Manuel Llamosas, por territorio, es otro de los que empezó a tallar.
Los jefes comunales tendrán un rol protagónico, mucho más después del anuncio de pegar en aquellos distritos que no lo impida la Carta Orgánica. Confirmación que hizo el mismo jueves el intendente de San Francisco, Ignacio García Aresca.
Después, si el género le gana a la renovación, suenan Nazario; la titular de Cultura, Nora Bedano; y algo relegada en las últimas semanas Natalia de la Sota, quien encabezó acto anoche en el Quality reuniendo a la militancia delasotista.
Por último, asoman las chances del kirchnerismo de poder colar el compañero de fórmula de Schiaretti. Con la oposición buscando instalar el mensaje del “populismo” y el propio gobernador intentando bloquear cualquier acercamiento nacional con la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, es difícil que para los comicios provinciales referentes K o filo K puedan tener protagonismo central.
