Aún se habla de la frase que el gobernador Juan Schiaretti dejó el jueves por la tarde en la inauguración del Instituto Diseñando Ciudad, la usina política que abrió el peronismo capitalino con miras al armado electoral por la ciudad el año próximo. Allí, apenas bajó del avión que lo trajo de España, el titular de El Panal lanzó: “primero debemos tener el plan, después decirles a los cordobeses qué vamos a hacer y por último elegir el candidato”.
Con esta frase, Schiaretti dejó en claro que no es el momento de levantar la mano de nadie y así lo interpretaron en el seno del partido a nivel local. De la misma manera que varios referentes de la fuerza tomaron como un desaire del diputado Martín Llaryora su ausencia en el acto capitalino. “Está claro que no quiere ser candidato a intendente. Aparte si venía, abría una puerta”, señaló una de las personas que conoce desde adentro las negociaciones que se llevan adelante en el PJ para gobernar la ciudad después de más de 40 años.
Si no es Llaryora, ¿quién? La aparición del diputado nacional en la discusión se produjo en el último tiempo. Desde antes, estaban en carrera el legislador provincial Daniel Passerini; el Secretario de Asuntos Institucionales, Miguel Siciliano; y un par de escalones más atrás, el Secretario de Transporte, Gabriel Bermúdez.
Los tres precandidatos estuvieron presentes en el acto que encabezó el jueves Alejandra Vigo, la referente del schiarettismo en la ciudad y de quien varios dudan que se desprenda de su intención de competir por el Palacio 6 de Julio. Aunque con su esposo aspirando a cuatro años más en la Provincia, el control de Vigo aspira a ser territorial y no electoral.
En la puja capitalina, lo que Schiaretti no quiere es que haya grietas. Al gobernador le preocupa que queden heridos y se pierda el foco del objetivo central que tiene el PJ cordobés: la reelección provincial. Por eso, es que dio vía libre a todos, desde los delasotistas que se mostraron muy cerca, hasta aquellos que volvieron a la estructura como es el caso de Siciliano.
Nadie volvió a hablar de Olga Riutort y por ahora se enfrió su regreso al partido. La exconcejala suele poner a todos los que se acercan la cláusula principal: ella encabeza. Y esto, la aleja de algunos acuerdos.
Cerca de Siciliano, dicen que si Llaryora finalmente desiste “el plan B es él”. Aunque en el entorno de Passerini insisten con las recorridas que el parlamentario provincial hace con la hija del exgobernador José Manuel de la Sota, un apellido que estará casi con seguridad en la boleta.