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CóRDOBA
NUEVA ERA

Schiaretti y Llaryora resolvieron darle continuidad a su alianza política

La dupla espera que el gobernador saliente haga una buena elección en las presidenciales y ocupe un lugar importante en la mesa de las decisiones del peronismo nacional. En los primeros dos años de gestión, el gobernador electo se concentrará en los problemas que afrontará en la provincia.

llaryoschiaretti15-10-2023
PROBLEMAS. El nuevo mandatario estará abocado a resolver los problemas que afronta la provincia: la deuda en dólares y la de la Nación con la Caja de Jubilaciones. | CEDOC Perfil

Las cartas están sobre la mesa y prácticamente ya no hay posibilidades de cambiar el rumbo del juego. El próximo domingo, la ciudadanía deberá elegir entre cinco candidatos y las opiniones comenzaron a variar, especialmente luego de los dos debates realizados en Santiago del Estero y la ciudad de Buenos Aires.

En Córdoba, todas las encuestas concluyen que Javier Milei se encuentra primero, seguido por Juan Schiaretti, Patricia Bullrich, Sergio Massa y Myriam Bregman.

En el país, el primero es el mismo: Milei. Y después vienen Massa o Bullrich, Schiaretti y Bregman. 

Decimos ‘Massa o Bullrich’ porque no hay coincidencia entre las consultoras y ‘cada maestrito es fiel a su librito’. Es una pelea muy pareja que se encamina a definirse voto a voto.

El pronóstico de la dupla. En Córdoba, Schiaretti y su socio político Martín Llaryora consideran que ganará Milei, ya sea en primera vuelta o en balotaje. Y estiman que si hay segundo turno, el rival del libertario será el oficialista Massa. 

“En la hipótesis del balotaje ganará Milei porque todo el antikirchnerismo que se inclinó por Bullrich en la primera vuelta querrá que no gane el ministro de Economía, que además tiene el lastre de la inflación descontrolada y el dólar a mil mangos”, repiten casi como un rezo llaryoristas y schiarettistas, interpretando la palabra de los líderes del espacio.

De todo este prolegómeno que hacen los dirigentes del llamado partido cordobés, queda claro una cosa que, incluso, aseguran con firmeza desde el Centro Cívico y desde el Palacio 6 de Julio: la alianza de Schiaretti y Llaryora no tiene plazo de vencimiento y continuará en 2024, aunque los protagonistas tengan otros roles.

Desde el entorno de ambos dirigentes estiman que “Juan y Martín jugarán nuevos roles porque como estamos seguros del crecimiento de Schiaretti después de los debates, el año que viene tendrá exposición nacional y buscará estar en la conducción del peronismo. Llaryora, en cambio, se concentrará más en la gestión, especialmente en el primer tramo de su mandato”, coinciden referentes del gobernador saliente y del todavía intendente de la ciudad de Córdoba.

Para esa función de exposición política y construcción, cerca de Llaryora interpretan que “Schiaretti podría consolidarse nuevamente siendo candidato a diputado nacional en 2025, porque estamos convencidos de que hará una muy buena elección. Hay que ver una cosa: está en el final de su tercer mandato y su aceptación es de más del 70 por ciento. Eso no se ve en ninguna parte”. Esa es la síntesis puesta en palabras por un compañero de ruta del exintendente de San Francisco.

En noviembre ambos formarán parte de la comitiva que viajará a Kuwait para definir el financiamiento del acueducto Santa Fe-Córdoba. También serán de la partida el actual mandatario de la provincia vecina, Omar Perotti, y el electo, Maximiliano Pullaro.

Luego de la firma de los contratos, Llaryora se quedará en esa región para buscar refinanciar la deuda de Córdoba, tomada casi totalmente en dólares. Aunque el schiarettismo relativiza el peso de la mochila de la deuda, los llaryoristas estiman que hay que tomar todas las precauciones del caso. Y no olvidan la deuda que mantiene el poder central con la provincia por la Caja de Jubilaciones. “Son casi 100.000 millones de pesos anuales que bien podrían destinarse a otros rubros como obra pública, por ejemplo”, explicó un vocero del gobernador electo.

Por eso, insistieron en que tiene que haber un diálogo fluido con cualquiera que resulte ganador en las elecciones presidenciales, aunque indicaron que existen vínculos con Milei y con Massa. “Si fuera Bullrich también buscaríamos caminos de diálogo, los necesitaríamos, obviamente”, aclaró la fuente.

Por eso, la dupla considera que Llaryora debe concentrarse en la provincia antes de salir a recorrer el país para instalar su figura como dirigente nacional. “Conociendo a los cordobeses, pensamos que a la mayoría no le gustaría ni mucho menos que Llaryora explicite con tanta anticipación sus aspiraciones nacionales”, observan desde el bunker schiarettista.

Esta posición más conservadora de Llaryora modifica un tanto lo que venían manifestando algunas fuentes del entorno del intendente de Capital, que hablaban y sugerían una pronta instalación como dirigente nacional para poner rumbo al proyecto ‘Casa Rosada 2027’. Esa sería la voz de media biblioteca. 

Sin embargo, la otra mitad de la bibliografía aconseja no poner el carro delante de los caballos y Llaryora optó por modificar su estrategia y seguir jugando con Schiaretti sin alterar el estado de las cosas.

Según algunos observadores de la interna peronista “esta decisión de Llaryora de esperar dos años antes de blanquear oficialmente sus aspiraciones, priorizando el control de la crisis en la provincia motivada por los graves problemas de inflación y del valor del dólar.

Insisten los llaryoristas que el gran problema con el Gobierno nacional que se va es la deuda por la Caja de Jubilaciones, se aguarda una definición de la Corte Suprema sobre el juicio iniciado y no se descartan nuevas presentaciones judiciales. “La provincia está poniendo todos los meses 10.000 millones de pesos para tapar el hueco que nos generó la Nación”, reiteran desde el Centro Cívico.

Lo concreto, más allá de los avatares cotidianos, es que parece que la alianza entre Llaryora y Schiaretti llegó para quedarse. Las segundas líneas, que ya se aprestaban a desenvainar, por ahora deberán hacer mutis por el foro.