"Todo el mundo tiene una historia para contar sobre la Cervecería Córdoba"

Jorge Gaiteri es músico, comunicador social y docente. Dirige al coro de la Facultad de Comunicación de la Universidad Nacional de Córdoba, donde también es profesor asistente en dos cátedras, y tiene un recorrido artístico de más de una década integrando el “Dúo Cadencia” junto a Susana Cagnolo.

Aunque lleva un buen tiempo radicado en Salsipuedes, una parte de su vida quedó para siempre entre los barrios Alberdi y Villa Páez, ya que entre 1983 y 1998 trabajó como repartidor de la extinta Cervecería Córdoba. Desde ese lugar se propuso un rescate emotivo: la creación de un museo que recupere la memoria de una fábrica que marcó el destino de familias enteras y que fue pionera de la Córdoba industrial del siglo XX.

“Le comenté la idea a Dante Martínez, que es presidente del Centro Vecinal de Alberdi y también fue empleado de la Cervecería Córdoba, y me dijo que le metiera para adelante. Ellos vienen laburando desde hace rato en la Red Pueblo Alberdi, que tiene como una de sus banderas habitar los espacios públicos con actividades comunitarias”, comenta Gaiteri.

“La Comisión Pro-Museo funciona desde mayo pasado y está en contacto con muchos vecinos y extrabajadores que tienen cosas para donar. Hay choperas viejas, cajones llenos de botellas con las etiquetas originales, ropas de trabajo con el logo de la empresa, máquinas, barriles y fotos, aunque la idea no es quedarnos sólo en los objetos. Existen un montón de testimonios que queremos dejar plasmados en relatos orales”, puntualiza.

“Hay miles de cosas para contar. Todo el mundo tiene alguna historia con la Cervecería Córdoba, que fue un emblema de la identidad obrera e industrial de la ciudad. En la parte deportiva tuvo un peso increíble entre las décadas del ’40 y ’60, sobre todo en básquet y bochas, y en el aspecto social son recordados los bailes que se hacían en el lugar”, destaca Gaiteri.   

“Muchas personas construyeron sus familias y sus vidas en torno a la fábrica, y uno mismo estudió, se casó y fue padre cuando estuvo trabajando allí, y por eso está búsqueda también tiene mucho de dolor. Pero queremos dar un paso adelante y recuperar los momentos buenos”, subraya.

LA ESPUMA DEL PAÍS. La Cervecería Córdoba llegó a ser un símbolo del esplendor industrial de la ciudad.

A paso firme

La iniciativa del museo -que cuenta con el respaldo de la Municipalidad de Córdoba y la UNC y espera una autorización desde Tribunales ya que el predio está judicializado- tendrá un gran impulso esta semana, cuando los centros vecinales de Alberdi, Villa Páez y Alto Alberdi firmen un convenio de colaboración tendiente a la creación del espacio de la memoria.

El acto se hará el martes a las 16, en la esquina de Tablada y Costanera, en coincidencia con el 23° aniversario del desalojo de los obreros que en 1998 ocuparon la fábrica durante 105 días para defender su fuente laboral. “Ese episodio es muy recordado y representa un símbolo de la lucha obrera en Córdoba. Fue la madrugada en la que Mestre padre, que era el gobernador, dio el visto bueno para que sacaran a la gente a los palos”, refiere Gaiteri.

Se estima que entre setiembre y octubre comenzará la recolección de los objetos que formarán parte del espacio. Ya se formalizaron convenios para que alumnos de las facultades de Comunicación y Filosofía y Humanidades de la UNC hagan sus prácticas preprofesionales en el marco del proyecto.

Además del museo, la idea de refuncionalizar el predio de la Cervecería Córdoba contempla su utilización para actividades culturales y educativas y la instalación de una feria de emprendedores. También su uso como espacio recreativo-deportivo a partir de un acuerdo que el Club Belgrano formalizó en abril pasado con las autoridades del Palacio 6 de Julio.

Quienes deseen colaborar con el rescate emotivo de la tradicional fábrica pueden comunicarse a este correo electrónico: [email protected]

ÍCONO CORDOBÉS

• La Cervecería Córdoba tuvo como fundadores a Marín Agst y Enrique Meyer y fue inaugurada el 1° de mayo de 1917. En su época de esplendor llegó a tener 700 empleados y una destacada actividad social y deportiva.
• Entre 1953 y 1955 la fábrica estuvo en manos de la Federación Obrera Cervecera. Después volvió a sus dueños originales y en la década del ’70 inició un proceso de desinversión y de frecuentes cambios de manos.
• Bajo el mandato de Francisco Ríos Seoane, ex presidente del Club Deportivo Español y alguna vez con pretensión de participar en la vida política de Belgrano, la empresa pidió el concurso de acreedores en 1991.
• La quiebra fue dictada por el juez Carlos Tale en 1997. La producción se mantuvo un año más con la gestión provisoria del empresario Jorge Stabio.
• En 1998 la fábrica fue comprada por la multinacional CCU del grupo chileno Luksic, lo que generó el malestar de los trabajadores y la ocupación que terminó con el desalojo del 17 de agosto. El predio fue utilizado como depósito hasta 2006, cuando CCU lo vendió al grupo desarrollista Ecipsa.
• Se puso en marcha el proyecto inmobiliario “Antigua Cervecería”, que luego quedó trunco y hoy está judicializado como “Causa Euromayor”.