“Argentina recuperó sus Malvinas”. La primera plana de los diarios, escrita en mayúsculas, sorprendió al plantel de Unión San Vicente, ‘El Holanda Cordobés’, preparando su viaje a Mar del Plata, donde al día siguiente debía visitar al San Lorenzo de ‘la Feliz’ por la 9° fecha del Campeonato Nacional de 1982.
En el Aeropuerto Pajas Blancas, otro equipo de fútbol, Mariano Moreno de Junín, hacía “una escala imprevista” y presenciaba “un inusual movimiento de aviones” -según los coincidentes testimonios de sus integrantes- en el vuelo hacia Salta, donde ese mismo viernes 2 de abril le tocaba enfrentar a Central Norte.
Algunas semanas más tarde, el propio Unión San Vicente, la flamante alianza entre Palermo y Lavalle, sería el único club del país en pedir la suspensión del certamen. No hubo caso. El show debía continuar, y también contribuir a potenciar una atmósfera patriótica que apuntalara el último manotazo de ahogado de la dictadura militar.
Hasta el final de la guerra con los ingleses, el lunes 14 de junio, se jugarían 140 partidos de la principal competencia de la AFA.
La dirigencia del Club Atlético Talleres le ofreció al gobierno nacional jugar un partido amistoso en las Islas Malvinas “por el bienestar de los soldados”
No sólo la pelota siguió rodando como si nada. En vísperas del fin de semana, los periódicos locales anunciaban la cartelera deportiva con total normalidad: la segunda fecha del campeonato de damas de hockey sobre césped, un cuadrangular de rugby en la ‘U’ y un doble fondo boxístico en el gimnasio de General Paz Juniors: Roque Arévalo-Pedro Banegas y José Bronzone-Orlando Franco. Fronteras afuera, la expectativa se enfocaba en Brasil, donde la riotercerense Ivanna Madrugada definía el torneo de tenis de Sao Paulo con la cordobesa-peruana Laura Arraya.
MORETE. El delantero de Talleres convirtió tres goles en un partido contra Boca. En el Nacional 82 fue goleador y quedó en medio de una polémica. /// FOTO: CEDOC PERFIL
Las referencias a la Guerra de Malvinas no tardarían en llegar. En vísperas del encuentro Talleres-Estudiantes de La Plata, el club albiazul emitió un comunicado en el que se reconoció “partícipe del júbilo de la Nación, en esta fecha histórica en la que el pueblo argentino, mediante su gobierno y sus fuerzas armadas, ha recuperado para nuestro país tierras que siempre le pertenecieron”. El escrito anticipó dos acciones: el envío de un telegrama al Presidente de la Nación (el dictador Leopoldo Galtieri) y un protocolo de partido que incluía la entonación del Himno y el izamiento de bandera para la previa, y el agregado de un brazalete albiceleste al uniforme del equipo.
Con tres cordobeses (Ardiles, Gallego y Kempes) y tres talleristas (Baley, Galván y Valencia), la Selección Argentina jugó en España el XII Mundial de la FIFA.
Pasado el fin de semana, ‘el Pitón’ Osvaldo Ardiles, devenido en el ‘Ossie’ del Tottenham Hotspur, llegaba al país para sumarse al seleccionado de fútbol que se preparaba para defender en España su título de campeón del mundo. El ex Instituto, que acababa de hacer su debut como actor de cine en la película aquí traducida como ‘Escape a la victoria’, arribó procedente de Madrid, obligado por la suspensión de los vuelos directos entre Londres y Buenos Aires.
Mientras tanto, la ciudad palpitaba la Vuelta Ciclística de la Juventud, el 52° Abierto del Centro de la República de Golf, el torneo ‘Amistad Deportiva’ de Primera B de la Liga Cordobesa de Fútbol (donde las recaudaciones se repartirían en partes iguales, para amortiguar la falta de actividad oficial) y un amistoso Belgrano-Universitario, donde el Pirata mostraría “las nuevas promociones realizadas obligatoriamente por el técnico (Raúl) Arraigada, en función del drama económico del club”.
IVANNA MADRUGA. La tenista riotercerense también acaparó la atención del mundo deportivo durante los 74 días del conflicto bélico. /// FOTO: CEDOC PERFIL
Falucho y Hitchcock
A mediados de aquel abril, en Inglaterra el diputado laborista Tom Pendry pedía la exclusión de nuestro seleccionado de la XII Copa de la FIFA y en Argentina aumentaba la efervescencia mediática, con títulos escritos en letras gigantes. Entre tanto, Jorge Recalde se destacaba como animador del Rally Vuelta de la Manzana en Río Negro y Rossana Juncos, la primera cordobesa olímpica de la historia, se despedía de la natación disputando la Copa Latina en la pileta del Parque Sarmiento de Buenos Aires.
En el centro del país, la Federación Cordobesa de Básquetbol ponía el grito en el cielo por la decisión de Asociación Española de otorgarle el pase en blanco a Héctor ‘Pichi’ Campana, para que siguiera su carrera en Obras Sanitarias: “Significa el principio para destruir a los clubes más pobres”.
El deporte cordobés contribuyó a recaudar dinero para el 'Fondo Patriótico' con la realización de varios eventos. Uno de ellos tuvo lugar en el viejo Estadio Córdoba.
Por esos días, Córdoba Athletic celebraba su centenario y Universitario estaba de festejo continuado por su 75° aniversario, y en el campo de golf del Club Amancay de San Juan sobresalía el comprovinciano Eduardo Romero, “un joven al cual le auguramos particular porvenir en un futuro cercano en las contiendas nacionales”, según la crónica de aquellos días.
RECALDE. Las destacadas actuaciones del piloto de Mina Clavero en el Rally Nacional dominaban las páginas deportivas de los diarios en 1982. /// FOTO: CEDOC PERFIL
En Tucumán, el boxeador villamariense Gustavo Ballas lograba “un fácil triunfo” ante el salteño José ‘Polvorita’ Gómez, y firmaba su chance para intentar recuperar el título ecuménico ante el japonés Jiro Watanabe.
El otro ex campeón mundial del pugilismo cordobés, el huinquense Santos Laciar, ya esperaba en México su duelo por la máxima corona de peso mosca ante el local Juanito Herrera. “Fue mi mejor aporte al país en este momento”, diría ‘Falucho’ luego de victoria en Mérida del 1 de mayo, el mismo día en que empezaron los bombardeos británicos en Malvinas. Horas más tarde, se produciría el hundimiento del ARA General Belgrano.
NÚMERO UNO. Ardiles jugaba en Inglaterra cuando estalló el conflicto del Atlántico Sur. Durante el Mundial, un primo suyo murió en Malvinas. /// FOTO: CEDOC PERFIL
En Nueva Italia, la dirigencia de Racing, tras un frustrado intento por “repatriar” a Alfio Basile, negociaba el retorno de Gualberto Muggione, despedido un par de fechas atrás. “Parece un cuento de Alfred Hitchcock”, tituló al respecto el diario Córdoba.
A los pocos días, otra historia de película coparía la escena en el fútbol mediterráneo: la denuncia de soborno de Carlos Munutti, arquero de Instituto, que involucró a Carlos Morete y Rubén Guibaudo, respectivos delantero y guardameta de Talleres. “¿Mi defensa? Acá la única defensa que hay que hacer son las Malvinas. Todo lo demás son pavadas”, replicó ‘el Puma’ Morete a la acusación de Munutti.
“PICHI”. Héctor Campana con Eduardo Cadillac, en Obras Sanitarias. Su pase al club porteño, desde Asociación Española, fue motivo de polémica. /// FOTO: CEDOC PERFIL
Fondo negro
Aquel caso explotó como una bomba en la AFA, a tal punto que el titular de esa entidad, Julio Grondona, le bajó el pulgar a un ofrecimiento de Belgrano para que la selección de César Menotti se despidiera en Córdoba antes de viajar a tierras españolas, y de paso se recaudara más dinero para el Fondo Patriótico.
Con ese mismo destino, a la postre un auténtico ‘agujero negro’, se harían varias puestas en escena a lo largo del conflicto bélico: un duelo Norte vs. Sur organizado por la Unión Cordobesa de Rugby; un partido de básquetbol entre ‘General Paz’ (Asociación Española, Juniors, Güiraldes e Hindú) y ‘Alta Córdoba’ (Atenas, Instituto Noar Sioni y Redes Cordobesas) -con los hermanos Marcelo y Mario Milanesio, Germán Filloy y Medardo Ligorria entre sus protagonistas- y hasta un mega-evento artístico y deportivo en el viejo Estadio Córdoba.
En la Liga Cordobesa de Fútbol, que perdía a Racing de Nueva Italia, la discusión era si los domingos se jugarían los partidos locales o los programados por la AFA.
A 700 kilómetros de distancia, Rafael Aragón Cabrera, el presidente de River, admitía el interés por Roberto Gasparini, la estrella del Racing de acá, para suplir a un Mario Kempes cuyo regreso reclamaba el Valencia, por falta de pago. Más expeditiva se mostraba la Justicia cordobesa, que le embargaba a Instituto todos sus bienes inmuebles por una deuda de 700 mil dólares con la banca provincial.
Completando un combo casi surrealista, los directivos de Talleres -emulando a sus pares de Boca y de River- enviaban una misiva a Casa Rosada ofreciendo a su primer equipo para jugar en Malvinas un partido “por el bienestar de los soldados” y/o “protagonizar amistosos en los 17 países latinoamericanos que votaron en la OEA a favor de Argentina en el diferendo con Gran Bretaña”.
Eliminado en octavos de final del Nacional por la ‘T’, Racing aceptaba la invitación de sumarse al elenco estable de la máxima categoría argentina en el Metropolitano ‘82, lo que provocó un amague de desafiliación de Unión San Vicente de la Liga Cordobesa, donde la discusión del momento era si los domingos se jugarían los partidos locales o los de la AFA. La visita del Papa Juan Pablo II era la noticia dominante. Y no traía buenos augurios.
EL VIEJO TIMOTEO. En el Nacional 1982, el cordobés Carlos Griguol condujo a Ferro hacia su primer título en la Primera División de la AFA. /// FOTO: CEDOC PERFIL
Al cabo de una ronda final donde los ‘grandes’ brillaron por su ausencia, Ferro Carril Oeste se consagró campeón nacional ante Quilmes de la mano del cordobés Carlos Timoteo Griguol. Fue el 27 de junio, cinco días antes del tercer y último recambio presidencial de la dictadura. El Verde de Caballito había eliminado en semifinales a Talleres el 13 de junio en el Chateau, luego de un 4-4 que resultó insuficiente para los albiazules por el 0-4 de la ida.
El juego de los ocho goles se disputó casi al mediodía, ya que la tarde dominguera estaba reservada para el debut mundialista de Argentina ante Bélgica (0-1), con tres cordobeses (Ardiles, Gallego y Kempes) y tres talleristas (Galván, Valencia y Baley) en sus filas.
Tal vez sin darse cuenta, al reflejar la eliminación albiazul, el editor de Deportes del último vespertino cordobés le había arrebatado a su par de Política el título del día siguiente, cuando se anunció que el conflicto del Atlántico Sur había concluido luego de 74 días: “Era un final previsto”.