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CóRDOBA
CASO SATHYA: UN FALLO INÉDITO

Tras la condena a Insaurralde por abuso y muerte ahora van contra funcionarios

Es por la demora en la investigación de la fiscalía. Además, los alcances jurídicos de la decisión de condenar a Insaurralde también por la muerte de su hija, de quién abusó sexualmente.

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LEADING CASE. Los jueces técnicos junto a los jurados populares entendieron que el suicidio de Sathya tuvo relación directa con los abusos sufridos. | Cedoc Perfil

Para comprender el fenómeno y la dimensión de los abusos sexuales en la infancia, basta con repasar algunas estadísticas. Según el Informe anual publicado por la ONU, en el mundo se calcula que hay hasta 1.000 millones de niños de entre 2 y 17 años que fueron víctimas de abusos físicos, sexuales o emocionales en el último año. 
En la Argentina, según los datos oficiales, el 53% de los casos de abuso sexual infantil se producen en el hogar de la víctima, el 18% en la vivienda del agresor y el 10% de los casos en la casa de un familiar. Es decir, el 63% de los casos se producen en el ámbito familiar de niños, niñas y adolescentes. 
De acuerdo a los datos mencionados, en el 47% de los casos el abuso se produce entre los 6 y 12 años de edad de las víctimas. En el 75% de los casos la agresión proviene de un familiar, en el 40% se trata del padre, y en el 16% del padrastro. El 89% de los agresores son de género masculino. 
El caso Sathya puede marcar un precedente no solo jurídico, sino también deja expuesta la necesidad de una contención temprana y adecuada a las víctimas. 
La Cámara Tercera del crimen dictó un fallo que por sus características es la primera vez que se aplica en el país. Por unanimidad, el tribunal —integrado con jurados populares— declaró a Walter Insaurralde autor penalmente responsable de homicidio con motivo de abuso sexual con acceso carnal calificado. 
Los jueces técnicos junto a los jurados populares entendieron que el suicidio de Sathya tuvo relación directa con los abusos sufridos. 
Doloroso, extenso y con pérdidas irreparables fue el camino del caso Sathya hasta llegar a un fallo histórico. 


Lo ocurrido. Sathya fue abusada sexualmente por su padre entre los 8 y los 14 años de manera sistemática. A los 17 años en una clase de Educación Sexual Integral en el colegio, tomó valor y pudo contar el sufrimiento que venía padeciendo. En ese momento, acompañada de las autoridades escolares y de su madre, Nancy Monjes, realizaron la denuncia en la justicia. 
Desde ese momento Sathya padeció tratamientos e internaciones psiquiátricas y varios intentos de suicidio. 
En un posteo en Facebook llegó a relatar el martirio por el cual había atravesado. Hasta entonces, la causa judicial había avanzado poco y nada. Inmersa en un profundo estado de depresión, el 19 de enero del 2020 Sathya se quitó la vida.
Unos meses más tarde, la Fiscal Ingrid Vago a cargo de la fiscalía de Delitos Contra la Integridad Sexual N.º 2, elevó la causa a juicio e imputó a Insaurralde por abuso sexual, aunque siguió en libertad. Recién cuando el expediente llegó al Fiscal de Cámara Marcelo Hidalgo, se dispuso su detención. 
El fiscal Hidalgo es quien junto a los querellantes solicitaron el cambio de la figura penal en contra de Insaurralde por “abuso sexual seguido de muerte”. Finalmente Insaurralde fue condenado cómo “autor penalmente responsable de homicidio con motivo de abuso sexual con acceso carnal calificado, por el vínculo y la convivencia preexistente, en concurso ideal con promoción a la corrupción de menores de 18 años de edad, doblemente agravada por el vínculo y por el medio intimidatorio, en perjuicio de su hija, Sathya Aldana Insaurralde”. 

Relevancia. Se trata de un caso que podría ser considerado un “leading case” es decir cuya resolución o sentencia puede marcar una tendencia. 
El Fiscal del juicio Marcelo Hidalgo realizó una valoración al respecto: “Permite vincular los abusos sexuales que se cometen en la infancia con provocar la muerte de esa persona. Por primera vez se pueden relacionar las consecuencias devastadoras, arrolladoras e irreparables que tienen los abusos sexuales con la muerte. Hay que entender que los abusos sexuales cometidos en la infancia tienen un contenido destructivo para las víctimas”. 
Hidalgo, además entiende que el fallo puede abrir otra perspectiva de abordaje y contención a las víctimas, “Va a servir para tener una mirada más precisa y ajustada sobre los hechos de abuso sexual, para hacer un seguimiento más pormenorizado, para que podamos comprender las tremendas consecuencias que tienen los delitos que juzgamos a menudo y para que todas las instituciones pongan las energías y capacidades en evitar que jóvenes se terminen quitando la vida debido al sufrimiento que sienten y viven”. 

El largo camino en la justicia. Los especialistas que a menudo tratan la compleja problemática de los abusos infantiles aseguran que cuando una víctima de un abuso sexual infantil logra romper el pacto de silencio y contar el sufrimiento por el cual está atravesado lo hace para que le solucionen el problema y no para tener más. Cuando el sistema penal se vuelve tan hostil, no pueden sostener esa denuncia.
En el caso de Sathya, se pudo comprobar y evidenciar al extremo la inacción judicial y la falta de contención en todo el proceso de la investigación. 
Daniela Morales Leanza, una de las abogadas querellantes y representante de la familia de Sathya, lo corrobora: “Era una niña quien recurrió a la justicia y denunció. ¿Qué respuesta le dieron? ¿Alguien le explicó a esa chica cuál era el camino que debía recorrer? ¿Alguien le dio toda la información que necesitaba? No, fue un peregrinar en la justicia. ¿Por qué Sathya dejó de ir a la justicia? Porque La revictimizaron en todo momento. Acá la que denunció fue una niña. Hubo una falla profesional y humana en quienes debieron darle asistencia y contención”.
Morales anticipa que tienen la decisión hacer una denuncia para que se investiguen las responsabilidades de los funcionarios judiciales: “El expediente estuvo paralizado y la fiscal como persona física es responsable de lo que pasa en su fiscalía. Por eso vamos a presentar una denuncia en la Fiscalía General para que se investigue si hubo incumplimiento de los deberes de funcionario público”. 
La abogada además hace una interpretación sobre los alcances jurídicos del fallo, pero también del impacto que puede tener sobre las víctimas de abuso: “Tiene que servir para cambiar el tratamiento ante la denuncia de un niño. También queda reflejado lo importante de la educación sexual en las escuelas, porque todo esto surge después de que Satyha lo pudo contar y denunciar en una clase de Educación Sexual Integral. Hay que escuchar a los niños. Entender la gravedad del abuso, es entender que hay que trabajar coordinadamente para ir al rescate de ese niño de manera inmediata. La justicia abrió los ojos, esto le devuelve un poquito la credibilidad a la víctima de este tipo de abusos, ya que tienen que demostrar constantemente que aquello que están denunciando tan doloroso para ellos es verdad. Puede ayudar a darle un poco de esperanza para aquel que tiene algo para contar y no se anima”, concluye.
El ex Juez federal Carlos Carlos Rozanski visibilizó la problemática del abuso sexual infantil a través de su libro “Denunciar o Silenciar”. 
En varias intervenciones Rozanski sostuvo: “el abuso sexual infantil es el delito más impune de la tierra. En Argentina se esclarece aproximadamente el 1 o 2% de los delitos denunciados. Las razones de la impunidad no han sido profundamente estudiadas. La verdadera esencia del nivel de impunidad es la relación de poder. La mayoría de las denuncias fracasan”.