Pese a las limitaciones impuestas por la pandemia, el jazz argentino sigue mostrando ediciones de alta calidad. En los últimos días apareció ‘Confluence’, el nuevo material del gran pianista Ernesto Jodos, grabado junto a dos destacadas figuras del jazz norteamericano. Por su parte, el saxofonista Ramiro Flores también editó dos materiales nuevos que había registrado recientemente, con formaciones diversas.
En algún momento veremos estas dos primeras décadas del siglo 21 del jazz argentino, como una etapa innovadora, con músicos originales elaborando material propio, indagando en composiciones de una riqueza y una complejidad jamás vista y alcanzando, en algunos casos, producciones de primer nivel internacional.
Confluence, lo nuevo de Ernesto Jodos.
Es el caso del notable pianista porteño Ernesto Jodos que acaba de lanzar este mes el magnífico material llamado ‘Confluence’ (por ahora solo en plataformas digitales), junto a dos tanques del jazz estadounidense: el baterista Barry Altschul y el bajista Mark Helias. Lo particular del disco, editado por ears&eyes Records y ya disponible en Bandcamp, es que se trata de composiciones de los tres músicos.
El trabajo está cimentado en la relación que cultivan Jodos y el baterista desde hace unos 15 años, cuando el estadounidense tocara por primera vez en Buenos Aires. Tras varios conciertos juntos en Argentina, en 2017 decidieron grabar en el formato piano trío. Luego, Jodos eligió a Helias como bajista y registraron hace dos años, hasta llegar a esta edición. Esa elección no fue nada casual, ya que el baterista Barry Altschul y el bajista Mark Helias tienen una relación profesional de casi 40 años.
El disco, que fue grabado en un estudio de sonido de Nueva York y saldrá en soporte físico en septiembre, tiene la peculiaridad, estilísticamente, de alternar con facilidad entre el bebop o jazz moderno y la libertad del lenguaje free-jazz que maneja con fluidez el pianista.
El propio Jodos reconoce que la idea central de este registro es la interacción grupal, la improvisación inherente a la estética del jazz y fluir con la mayor libertad, dentro de ciertas estructuras de las composiciones originales de los tres. Jodos también reconoce que es un material que conlleva ‘cierto riesgo (artístico), para ser tocado en vivo’.
Dos registros nuevos de Ramiro Flores.
El saxofonista y pianista Ramiro Flores editó recientemente dos muy buenos trabajos. Uno de ellos es Cuartito Eléctrico, una serie de composiciones inspiradas en las cartas del tarot. Con una formación inusual de batería, bajo eléctrico, trompeta y saxo barítono o alto, en algunos temas, o piano en otros, la banda explora composiciones diversas que reflejan las imágenes, emociones y arquetipos asociados a las diferentes cartas del tarot.
La sonoridad del grupo mezcla elementos de la improvisación del jazz, cierto pulso del funk o del rock y diversas texturas de diferentes músicas, incluyendo la académica. En este registro, a Ramiro Flores lo acompañan Sergio Wagner, en trompeta, Hernán Segret, en bajo eléctrico y Carto Brandán, en batería. El trabajo fue grabado en el porteño Estudio Insigno, en diciembre de 2019.
Aparte, en formato trío, Flores editó Tauro, el primer disco de Mapu, un trío integrado por él mismo, el notable pianista Hernán Jacinto y el baterista Pablo González.
Este trabajo fue grabado en vivo por streaming, con lo cual tiene la calidad de sonido de un estudio de grabación y, al mismo tiempo, la intensidad de un show en vivo. A lo registrado en vivo, se le agregaron algunas cromaturas sonoras para la salida del disco. La banda toca composiciones inéditas, como Tauro, El Sol y Sobre el Cielo Plateado del Atardecer, además de algunos temas de discos anteriores y una versión de Parlante, de Luis Alberto Spinetta.
Esta banda tiene una formación inusual, ya que el rol del bajo lo cumple el piano. La música tiene una esencia jazzística, en cuanto al tratamiento libre e improvisado que se le da a las composiciones. Las sonoridades también incluyen la fusión, el rock y la música académica. Con producción de Ramiro Flores, Hernán Jacinto y Pablo González, el trabajo fue grabado en el estudio Doctor F de Buenos Aires, en noviembre de 2020.
Como se ve, el jazz argentino sigue gozando de muy buena salud y de una creatividad extraordinaria, siendo que habita una geografía alejada de las grandes capitales del sonido del género.