No fue una despedida pero se le pareció demasiado. La conferencia de prensa posterior al 0-0 entre Talleres y Huracán en el Estadio Kempes, por la 26ª fecha de la Superliga, mostró a un Frank Darío Kudelka diferente: más espontaneo, sin tantas palabras elegidas ni fraseos meticulosos; casi a corazón abierto.
“Tuve una sensación de nostalgia”, reconoció el DT del equipo albiazul, quien volvió a postergar las certezas para después del final del campeonato y dio algunos indicios -en realidad, bastantes- de que su largo y exitoso ciclo en la entidad de barrio Jardín se va acercando indefectiblemente hacia el final.
“No tengo en mente los números, no estoy para hacer balances”, fue la primera respuesta que lanzó al aire, casi sacándose la pregunta de encima, cuando le pidieron un balance de su gestión en la “T”. Todavía le hacía ruido el empate sin goles ante “el Globo” y era evidente que necesitaba hablar de eso antes de cualquier otra cosa. “Intentamos por todos lados pero no lo pudimos definir. Cambiamos jugadores, posiciones, sistemas… y el arquero de ellos (Marcos Díaz) terminó siendo la figura. También hubo faltas que fueron elocuentes y que pudieron habernos catapultado al triunfo, pero no estoy triste. Quizá un poco frustrado, pero al mismo tiempo con la alegría por ver el camino que hemos recorrido”, señaló.
“Hace tres años y medio que estamos subiendo peldaños. Quizá el rendimiento que mostró el equipo durante el campeonato alentó la posibilidad de llegar a la Libertadores sin tantas complicaciones y hoy esa chance está un poco más acotada. Pero no hay que perder de vista que el objetivo nuestro era llegar a una copa internacional, y me pone muy contento que nos hayamos asegurado un lugar en la Sudamericana”, añadió Kudelka.
“Ahora nos queda jugar contra Olimpo y ganar ese partido, y esperar otros resultados. Ya sabemos que el nivel del fútbol argentino es muy parejo y en la última fecha hay varios cruces entre equipos que están peleando por lo mismo, así que no perdemos las esperanzas”, precisó el entrenador oriundo de Freyre. “De todos modos, no nos olvidemos de dónde estábamos hace tres años y medio”, enfatizó. A esta frase la repitió varias veces, como una muletilla, durante el contacto con la prensa en las zonas de vestuario del estadio mundialista cordobés, donde al comienzo de la tarde la dirigencia albiazul homenajeó a 13 futbolistas que fueron convocados al seleccionados argentino siendo jugadores de Talleres. “No hay que dejar de valorar el hecho de que Talleres volverá a jugar una copa después de muchos años”, destacó.
Futuro imperfecto
“De mi futuro ya dije que iba a hablar al final del campeonato. Cuando esto termine, se sabrá”, afirmó Kudelka, poniéndole un toque más de suspenso al tema de su continuidad. De todos modos, el DT de Talleres fue enfático al negar cualquier contacto con otro club -en la semana trascendieron reuniones con emisarios de Universidad de Chile y de San Lorenzo de Almagro- y no disimuló su fastidio por estas versiones. “No tengo nada que aclarar. Y no me parece que se tenga que hacer una novela de un viaje, porque eso es meterse en la vida privada de uno. No le voy a decir a un periodista cómo tiene que hacer su trabajo, pero sí digo que me gustaría vivir en una sociedad donde lo que se informe sea leal, contundente y cierto, y los encargados de hacer esa tarea se manejen con prudencia. De mi parte, yo no les voy a andar diciendo cuando voy al baño... ¡Déjense de embromar!”, puntualizó.
“Estoy a la expectativa de renovar mi vínculo con Talleres o de irme a otro lado, es verdad, pero les puedo decir que hoy no tengo ninguna oferta directa de trabajo”, subrayó el entrenador. “Estoy en etapa de decisiones, pero hoy tengo que ser técnico de Talleres y dedicarme por entero a ese trabajo”, concluyó Kudelka, quien advertido por la presencia de una bandera de agradecimiento por su paso en el club que fue desplegada en la tribuna popular, se mostró emocionado y agradecido por ese gesto al público albiazul, que ayer le dedicó la mayor ovación de la tarde.
