Revuelo y polémica causó en Córdoba el escrito que el vicario Ricardo Seirutti, obispo auxiliar de la Iglesia de Córdoba, envió al Jurado de Enjuiciamiento, al fiscal General y al Tribunal Superior de Justicia (TSJ) para pedir expresamente que no destituyan al juez Francisco Martín Flores.
Sin embargo, ese no fue el único pedido que recibió la Justicia de Córdoba para favorecer al juez. En las últimas horas trascendió que al menos diez colegas de Flores, todos ellos jueces civiles, también enviaron semanas atrás a la Fiscalía General una solicitud similar a la de Seirutti.
Todas estas solicitudes formales tuvieron un correlato en el planteo que el viernes pasado el abogado defensor de Flores, José Cafferata Nores, expresó en el jury. Básicamente, sostuvo que, si deciden destituir al magistrado, la decisión sea consecuencia del juicio penal.
La carta de la polémica
La misiva enviada por Ricardo Orlando Seirutti García en defensa del juez Francisco Martín Flores fue a título personal y no como representante de la Arquidiócesis de Córdoba. El vicario es segundo en el rango jerárquico de la sede episcopal metropolitana de la Iglesia católica que encabeza el arzobispo Ángel Rossi.
“Aclaro que fue un pedido a título personal del obispo auxiliar. A él se le aclaró los motivos y los hechos por los cuales se ha solicitado la destitución del juez”, dijo a los medios en un breve comunicado el fiscal General, Juan Manuel Delgado.
Qué dice el escrito
En la carta enviada el 22 de mayo a la presidenta del Jury de Enjuiciamiento, la legisladora Julieta Rinaldi, Seirutti comienza manifestando que es “obispo auxiliar de la Arquidiócesis de la provincia de Córdoba.
Luego expresa por escrito en primera persona del plural: “Nuestra honda preocupación acerca del proceso de Jurado de Enjuiciamiento llevado a cabo en contra de Francisco Martín Flores”.
Y agrega: “Conocemos al Dr. Flores, en tanto se trata de un magistrado que ejerce siempre su función en el marco de las virtudes cristianas y con el máximo respeto a los derechos humanos”.
El vicario indica que el proceso contra el magistrado “menoscaba la citada garantía (de inocencia) al privar al juez Flores de ser inocente hasta que una sentencia diga lo contrario”, según publicó La Voz.
También menciona: “Sabemos que el perjuicio a producirse si se lo destituye puede ser irreparable”. Y sorprende que el clérigo escriba que “existen medidas intermedias que se podrían adoptar”, sin destituir.
El juez Francisco Martín Flores está imputado por cinco hechos de violencia de género en perjuicio de una expareja, en los cuales se presume autor de abuso sexual con acceso carnal y privación ilegítima de la libertad, entre otras figuras penales.