A Talleres y Belgrano la Superliga les sonríe. El Albiazul tuvo un arranque soñado en 2018 y ya no sólo piensa en la Copa Libertadores sino que se ilusiona con pelearle el campeonato a Boca Juniors. El Celeste suma siete partidos invicto y está cada vez más convencido que lo suyo pasa por aferrarse a la Copa Sudamericana. Pero no todas han sido rosas para los dos grandes del fútbol cordobés. Y una de las espinas que ambos tienen clavada es no haber podido consolidar a un gran goleador entre sus filas. ¿Por qué?
José Omar Reinaldi (68) se cansó de romper redes con las camisetas de la “T” y de la “B” en los 70/80 -en Belgrano, 266 partidos y 104 goles; en Talleres, 214 juegos y 96 tantos- y es palabra autorizada en la materia. También es un meticuloso entrenador -aunque se diga “retirado” y hoy se dedique a dirigir el sindicato de los que dirigen equipos- y un incisivo analista en la TV, y eso le da valor agregado a su testimonio. “Los dos clubes han traído jugadores importantes para cumplir con la función de centrodelantero pero me parece que la mayoría de ellos no lograron asociarse al juego de sus equipos. Pasa en todos los clubes. Salvo el caso de Boca con (Darìo) Benedetto, el resto depende demasiado de los jugadores que atacan por afuera. A todos les cuesta mucho. Un “nueve” es difícil de conseguir”, sostiene “la Pepona”.
“En el caso de Talleres resulta más evidente porque se trata de un equipo muy ofensivo. Pero Menéndez y Palacios eran goleadores. Cuando un delantero no convierte pasa inadvertido, pero es importante ver cómo se acopla al equipo y qué lectura hace del juego. No necesariamente hay que jugar para que defina siempre un mismo jugador. No es que falte capacidad, sino que ya no se juega para un hombre de punta”, añade el exDT de Talleres, Racing de Nueva Italia, Almirante Brown, San Lorenzo de Catamarca y Textil Mandiyú de Corrientes. Puesto a elegir entre Junior Arias, Marcelo Torres y Santiago Silva, Reinaldi le pone una ficha al jugador con pasado en Vélez, Banfield y Boca: “Silva tiene mucha experiencia. Habrá que ver si logra sintonizar con sus compañeros, pero nadie puede dudar de que es un jugador importante”.
Al hablar de Belgrano, “la Pepona” sostiene: “Trajo un jugador potente, bien de área, que todavía se está acoplando (Mauro Guevzeogian). El equipo ha cambiado mucho su juego: ahora es más asociado y en ese contexto cualquiera puede hacer un gol. ¿Matías Suárez? Es un jugador más ofensivo que defensivo, que puede hacer jugar y puede hacer goles, y que teniendo al lado a un referente de área puede tener más libertad para desequilibrar”.
-¿O sea que los “nueve” tradicionales son una especie en extinción?
-No sé si tanto como eso. Bayern Munich tiene a Lewandowski, en Barcelona juega Luis Suárez, en el PSG está Cavani… Pero son excepciones. Creo que “el Kun” Agüero es el “nueve” de hoy: sale del área, la mueve, toca y hace goles sin tener mucho roce con los defensores contrarios.
-¿Quiénes serán los delanteros en el Mundial?
-Además de Agüero, están Higuaín, Icardi… Y de los de acá, Benedetto. Ahora salió este pibe Lautaro Martínez, de Racing, pero me parece que a Rusia van a ir los más experimentados, los que juegan en el gran nivel internacional.
-¿Te convence la propuesta de Jorge Sampaoli?
-Yo creo que es un DT muy responsable y muy trabajador, que no ha tenido el tiempo suficiente que requiere entrenar a una selección. Cuando vos no podés estar con los futbolistas, es todo teórico. Y eso complica. Algunas cosas, como la línea de tres defensores, no me convencen mucho. Puede hacerlo en algunos partidos pero no tiene sentido si el delantero debe bajar hasta su propia área, como ya pasó con Salvio y con Pavón. Y puede ser riesgoso ante selecciones como Francia, Alemania, España o Brasil, que hoy son mejores que Argentina.
-Habrá que encomendarse a Messi, entonces.
-Messi necesita tener un equipo al lado. Él solo te puede hacer ganar uno o dos partidos, pero para llegar a ser campeón del mundo va a tener que estar acompañado. Tenemos al As de Espadas, es cierto, pero una cosa es que juegue en tres cuartos de cancha hacia adelante y otra es que tenga que ir a buscar la pelota a su propio campo y empezar desde allí todas las jugadas.
-¿Colgaste el buzo de director técnico?
-¡Sí! Lo último que dirigí fue Textil Mandiyú en el Argentino B, en 2006. Estoy retirado. Ni se me cruza por la cabeza volver a dirigir. Sin descalificar a los técnicos grandes, creo que el fútbol de hoy necesita una mirada joven, diferente.
-¿Te sentís reconocido por la gente de Belgrano y de Talleres?
-Me siento reconfortado porque en la calle me respetan todos. Eso me pone bien, pero no me creo un ídolo o algo por el estilo. Me siento un cordobés igual a cualquier otro, con la diferencia de que lo saludan mucho.
-¿Quizá pase que los de Belgrano te identifiquen más con Talleres y que los de Talleres te vean más cercano a Belgrano?
-Puede ser. Eso es muy común en nuestro país. Siempre tuve claro que el jugador de fútbol es un profesional y que debe defender dignamente la camiseta que le toca vestir. La carrera dura 10 ó 12 años y después hay que seguir viviendo. Hay hinchas que no entienden eso. También se opina mucho desde la envidia, pero es el sistema el que ha hecho que los futbolistas valgan lo que valen. Hoy el fútbol es un negocio, y te puedo asegurar que los que menos ganan son los jugadores.
