El proyecto conocido como “ley ómnibus” presentado por el presidente, Javier Milei, el miércoles 27 de diciembre para ser tratado en sesiones extraordinarias en el Congreso, tiene una importante carga de reformas que afectarán a la esfera del arte y la cultura. Incluye el cierre del Fondo Nacional de las Artes (FNA) y la derogación de leyes que protegen a editoriales independientes, librerías, el teatro; además del desfinanciamiento del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA).
Derogación de la ley de Defensa de la Actividad Librera
Bajo el Título III dedicado a la “Reorganización económica” se incluye la derogación de la ley de precio uniforme de venta al público de libros. Se trata de una medida que afectará directamente a la actividad librera nacional y, como manifestó la Fundación El Libro, institución organizadora de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires “haría colapsar a toda la cadena de valor del libro, sobre todo a los eslabones más débiles”.
Esta Fundación, integrada por la Cámara Argentina del Libro, la Cámara Argentina de Publicaciones, la Sociedad Argentina de Escritores; la Cámara de Librerías, Papeleras y Afines; la Federación Argentina de la Industria Gráfica y el Sector español de Libros y Revistas, manifestó su total y absoluto rechazo a “los proyectos de derogaciones de leyes fundamentales para el funcionamiento del valioso y admirado sistema cultural argentino”.
“Se busca hacer desaparecer a dos de las instituciones culturales insignias de nuestro país: el Fondo Nacional de las Artes y del Instituto Nacional del Teatro, y así destruir el entramadado cultural argentino, tan admirado en todo el mundo”, señala su comunicado.
Ley ómnibus: las 41 empresas públicas que Milei pretende privatizar
Víctor Malumián, de la organización de la Feria de Editores que aglutina editoriales más pequeñas, explicó en sus redes sociales que la ley que pretende ser derogada establece que los editores deben fijar el precio de venta de los libros y que debe ser el mismo en todos los puntos de venta, si esto no existiera se generaría una tendencia a privilegiar a las editoriales más poderosas. Esto traería como consecuencia el cierre de las librerías independientes, la desaparición de los puntos de venta de las pequeñas editoriales, las pequeñas editoriales y, en consecuencia, la posibilidad de publicar de escritores emergentes.
Instituto Nacional del Teatro
El proyecto deroga la Ley 24.800, creadora del Instituto Nacional del Teatro. Este organismo organiza concursos, muestras y festivales; otorga subsidios y becas a grupos, salas, artistas y eventos, además estimula la conservación y creación de espacios dedicados al arte dramático, entre otras cosas.
Instituto Nacional de la Música
La propuesta legislativa trasformaría al INAMU que es un Ente Público -No Estatal en un programa de la Secretaría de Cultura. Además, elimina fondos específicamente destinados a la música (como los de Enacom) y pasa a depender exclusivamente del Estado y quita el artículo 31 de la Ley N° 26.801, que exige participación de bandas nacionales en shows internacionales.
La Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip)
Dentro de la propuesta se incluye la reforma de la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip), una iniciativa de Domingo Faustino Sarmiento creada en 1870. Las modificaciones incluyen que para ser subsidiadas, las bibliotecas populares deberán acreditar “la necesidad social de los servicios en la zona de influencia de la Biblioteca Popular”, “las necesidades específicas para el crecimiento de las bibliotecas más carenciadas” y “el mayor esfuerzo” realizado en la prestación de servicios.
Actualmente su financiación depende de un porcentaje de lo recaudado en premios de loterías y juegos.
Artistas, Fondo Nacional de las Artes
El Presidente propone que deje de existir el Fondo Nacional de las Artes. Este organismo abre concursos dirigidos a promover diferentes ramas del arte, algunos son para financiar proyectos desde cero y otros para ayudar a su finalización y en esa competencia se tiene en cuenta que las propuestas enriquezcan el campo cultural del país. Ayudan a escritores nóveles, realizadores audiovisuales que no cuentan con el equipamiento o la posibilidad de contratar gente, entre otras tareas. Su financiamiento proviene del cobro del “dominio público pagante” a editoriales, productoras de cine y empresas que exploten comercialmente obras libres de derechos, una vez pasados setenta años de la muerte de los creadores. Se trata de un organismo autónomo y con autarquía funcional, administrativa y financiera.
Cine: el INCAA
En el caso del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales, la propuesta modifica su gobierno, actualmente cuenta con un consejo asesor con 11 miembros, 6 de los cuales correspondían a representantes propuestos por sindicatos, sociedades de gestión y asociaciones varias de productores y directores. Ahora pasará a tener 8 que serán designados por el director.
Elimina un inciso que incluía la protección y fomento de “espacios culturales dedicados a la exhibición audiovisual y en especial a la preservación de las salas de cine”. Además reduce el porcentaje de financiamiento, omite el porcentaje que recibe del Enacom (25 por ciento de su recaudación) y dependerá exclusivamente del impuesto del 10% a las entradas. Además, quita de las obligaciones del Fondo mantener la ENERC que es una prestigiosa escuela de cine.
No habrá más festivales gratuitos
La propuesta libertaria, fiel a su insignia de dejar a los ciudadanos librados a su suerte, no llevará adelante actividades gratuitas de ningún tipo. De acuerdo al artículo 209, "en la publicidad de las prestaciones o servicios de cualquier tipo en los niveles nacional,
provincial, municipal y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que sean de libre acceso o atención por parte de los ciudadanos no podrá utilizarse la palabra ´gratuito' o similares debiéndose aclarar que se trata de una prestación o servicio de libre acceso solventado con los tributos de los contribuyentes".
RB/fl
